Luis León Barreto. Foto de Jesús Ruiz Mesa.
Todo es tan dramático que una tarde de domingo, después de cientos o miles de pequeños y grandes terremotos, explota al fin el volcán dejándonos la sensación de que somos insignificantes, apenas una moto de polvo en el universo. La lava brota por varias bocas, forma un río que se desplaza rápidamente sobre el lecho de antiguas erupciones, arrasa pinos, destruye carreteras y viviendas, sepulta colegios, borra el trazado de caminos. Nada se puede hacer frente a la magnitud de las fuerzas naturales, ese hondo respirar de los abismos, ese sonido que viene de tan abajo y produce escalofríos, al escuchar la vibración de las profundidades, como si estuvieran chocando entre sí los cimientos de la isla. Entonces nos damos cuenta de nuestra insignificancia, de que la tecnología no nos va a poder salvar de esta hecatombe. El volcán es el amo y señor, solo él decide por donde va a descender hacia el mar, nadie puede parar la fuerza de la Naturaleza desbocada cuando vienen diluvios, incendios, tsunamis y el subsuelo avisa de la inmediata expulsión de esa montaña de lava que avanza devorándolo todo, las huertas construidas sobre el malpaís de antiguas erupciones, las casas preciosas que miran al mar.
Comparado con este de ahora, en el volcán del año 1949, el de San Juan, los daños fueron casi inapreciables porque el Valle de Aridane apenas estaba construido, ahora todo es diferente porque la comarca ha duplicado largamente su población, el progreso económico es evidente y además a muchos extranjeros les gusta vivir en este clima, gozar este sol y este mar. El Teneguía de 1971 fue tan benévolo con la gente de la isla que ahora esperábamos algo similar. Pero el Teneguía brotó en un lugar deshabitado, su recorrido fue breve hacia el Atlántico, apenas había huertos y edificaciones que pudieran ser arrasadas.
El habitante de la isla sabe que vive sobre un volcán, necesita calmar su angustia porque cuando brota el magma se encuentra ante una especie de antesala del infierno. Y cuando la lava desaparezca tocará reconstruir, sorribar de nuevo para volver a plantar plataneras sobre el malpaís, vendrán otros volcanes en siglos venideros y siempre tocará reconstruir. Pero ahora el daño va a ser difícil de reparar, porque las pérdidas serán cientos de millones de euros, hay quien va a perder su precioso chalet de gente acomodada pero también hay gente modesta que perderá su casa humilde, su pequeña huerta, su bodega, sus animales. El insular es un agricultor nato, aprovecha cualquier cachito de terreno para hacer crecer sus papas, sus frutales, sus viñedos. El insular es un hombre prudente y entregado a la tierra, porque la tierra es lo que más lo motiva: tener una casa bonita, sembrar plantas, cuidar la bodega. Porque, aunque lleguen, las ayudas institucionales jamás podrán reparar esa sensación de pérdida y orfandad que deja el volcán a quienes han padecido sus efectos. Una ministra dice que el volcán es un espectáculo maravilloso cuando se ve desde el sofá del salón en un televisor de gran pantalla, es de una enorme belleza el río nocturno de lava pero a los afectados no los va a tranquilizar esa evaluación.
Este volcán podrá resultar la erupción más débil si la comparamos con la de 1949 y la de 1971, es posible que dure menos días y que la cantidad de magma expulsado sea significativamente menor. Pero debido a que el Valle ha cambiado por completo, dado el auge de las zonas construidas, tendrá efectos devastadores. Y puede hacer un daño incalculable si en su recorrido algún ramal llega a La Bombilla, a Puerto Naos, a los barrios de Tazacorte. Puede destruir muchas economías, puede destruir el esfuerzo de varias generaciones y ello casi equivale a destruir muchas vidas.
Blog La Literatura y la Vida
Más información
Últimas noticias
Lo último en blogs
idafe
Cuando esta pesadilla acabe, creo que se debería tratar en serio el cambio de nombre de la isla. En los medios de comunicación se ha podido comprobar la confusión entre Palma, Las Palmas, S/C dd La Palma, La Palma. Hace más de 50 años, en el Diario de Avisos cuando se editaba en la isla, no recuerdo el autor que proponía el nombre de Taburiente para la isla y Mayantigo para la capital. Hace falta consenso, pero algo se debe hacer. Tenemos en Canarias el cambio de Puerto Cabras por Puerto del Rosario y no pasó nada… Saludos.
Leer más
Viirtual
Gracias por su articulo, don Luis! Momentos duros con un incendio primero y este volcan después. Se pierden recuerdos y sentimientos.
Adios y bendiciones.
Leer más
Pintao
Con sencillez y maestría se describen los sentimientos que nos suscita el “fenómeno volcán”, que tan dramáticos recuerdos nos traen a los palmeros,
Cuantas ilusiones y esfuerzos se terminará tragando el inexorable rodillo de la lava.
Esto nos pone una vez más ante la realidad de lo insignificantes que somos y lo dependientes que estamos de la naturaleza.
Siempre nos ha acompañado el sufrimiento.
Leer más
pevalqui
Con independencia del enorme daño causado a toda esa área agrícola, y subsiguientemente a la economía de la isla, item más al esperado agravamiento del daño, si nos atenemos al recorrido de la lava y en la esperanza puesta de que no sigan abriéndose más bocas ni fisuras, me gustaría poner el énfasis en el epílogo de tu comentario, el relacionado con el factor humano. En el drama personal de todas aquellas personas que para no poner en riesgo sus vidas, deprisa y corriendo han tenido que abandonar sus casas, con un bolso conteniendo lo más imprescindible, en el mejor de los casos con la incertidumbre si podrán volver a sus viviendas; en el peor y más cruel de la cara más horrenda de la naturaleza, en el sepultamiento de tu vivienda, de tus enseres, de tus recuerdos personales, de tu esfuerzo, en algunos casos también de tu medio de vida, atendiendo a los terrenos adyacentes, de la historia de tu vida labrada a lo largo de muchos años de trabajo hecha añicos en pocos instantes y transmitida en directo a través de la TVAC o por medio de drones. Una auténtica tragedia en la que no puedo dejar de pensar cada vez que veo el avance inevitable y destructor de la lava volcánica. Aunque según lo comentado por las autoridades competentes, afortunadamente no ha habido que lamentar víctimas, porque al parecer todo estaba -siempre con las dudas que la ciencia no puede resolver-, bajo control, no quiero ni pensar que hubiera sucedido, si la erupción hubiese acaecido durante las horas nocturnas de la madrugada.
Es pues la hora tal y como señaló el presidente del Gobierno Canario, Ángel Víctor Torres – ¿Qué más le quedará por suceder a este hombre durante su mandato? -, de arbitrar las medidas necesarias para si quiera, ayudar a los damnificados con la debida generosidad, y con la solidaridad -esa que nos reconcilia como seres humanos-, debida. Cuando hace apenas mes y medio acaeció el incendio en parte de la zona afectada por el volcán. Y por supuesto a la isla, tras la catalogación de zona catastrófica. Te acuerdas de la familia, los amigos, conocidos y sobre todo de la gente que está sufriendo esta tragedia, que llevará mucho tiempo en al menos subsanar en parte, mientras la impotencia y la desazón me invade por completo. La Palma siempre presente.
Leer más
GALVA
¿Viiiiiiirtual y Taganana?…..
Leer más
Chonita
La Palma no levantará cabeza jamas
Leer más
Pacopepe
Totalmente de acuerdo con usted señor Barreto.
Leer más