Agustín Rodríguez Fariña, un caminante incansable, en la ruta de los volcanes.
Hasta ahora, y a pesar de que mucho de lo comentado navega por los mares de la Ecología, he procurado no mencionar tal nombre, "Ecología", para evitar la reacción, en su mayor parte extremista, de unos u otros. A unos le representa el mismo demonio, debido al cual muchos de los posibles progresos y los negocios no conseguidos en La Palma son achacados a las intervenciones de los "ecologistas". Para otros, la ecología es un medio que defiende a la Isla como totalmente intocable, sirviendo tal doctrina, muchas veces, más de ataque personal o arma arrojadiza a cualquier autoridad o a personas con derecho a exponer otra opinión respetuosamente. También los hay con verdadero respeto y amor a la naturaleza a la Isla.
Todos esperamos por la parte de quien sea que haya una exposición documentada y ecuánime de la realidad de cada período, lugar, necesidades y consecuencias, partiendo de que todo tiene un precio.
Pero, ojo, las formas son a veces tan importantes como las razones. La gente, el pueblo, está cansado de palabras sobresonantes e hirientes (cosa que también puede tocar de cerca a los políticos). Queremos oír razones convincentes, sí, pero respetuosas, claras y afables. No siempre es el que más grita, el que tiene la razón.
Gran parte de las prohibiciones legales hoy en curso han sido impuestas por la ley (democráticamente estudiada, ¿?, -la interrogación se refiere a lo de "estudiada"), que en su día hizo el rey Felipe II ante Fernández de Lugo. Es verdad que queda mucho por hacer en cuanto a una conservación que resguarde el porvenir de nuestros nietos, así como otras que se adapten a la realidad de cada día que difiere mucho desde que comienza un curso político a que termina). También lo es, que gran parte de esto sólo es posible a base de un diálogo como anteriormente expuse, pues muchas necesidades de muchas personas también son perentorias, y a todos conviene oírlas).
Hace unos años, un grupo de amigos variados de distintas ramas de nuestra cultura isleña, fundamos una especie de sociedad donde libremente se pudieran debatir cualquiera de esos problemas ecológicos. Tuvo un buen principio, hasta que la intolerancia y falta de respeto al diálogo por parte de algunos la dejó por casi inviable.
La Ecología es la rama de las ciencias que se ocupa de las interacciones entre los organismos y su ambiente (sustancias químicas y factores físicos), en fin, de la vida.
En pocas palabras, los factores bióticos son todos los seres vivientes en un ecosistema o, más universalmente, en la biosfera. Entre ellos, el más destacado pero inseparable, el hombre.
La ecología es una ciencia multidisciplinaria que recurre a la Biología, la Climatología, la Ingeniería Química, la Mecánica, la Ética, la Geología, etc.
En general creo que, aparte de darse cuenta uno de estas funciones, tal vez lo más importante sea tener sentido común.
La calidad de vida, sencillamente, la simple vida, depende del equilibrio estudiado por esta ciencia.
Sí, equilibrio: La vida en general y su avance, muchas veces yendo de un extremo a otro (crisis y crescendos), no es otra cosa que la búsqueda de una sensatez la cual nos lleva, repito, a que todo tiene un precio (primer principio natural de la economía y la biología, desde que nacemos), dinerario o no.
Tal vez el principal problema, en parte teórico en parte real, que se presenta aquí en esta isla, y hasta ahora casi insalvable, es el de la ordenación del territorio. Volveré sobre ello, si es posible. (Continuará). Agustín R Fariña
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Pintao
El profundo respeto y el mensaje que Don Agustín nos exhorta a través de sus artículos, yo los encuentro meridianamente claros y fáciles de entender, y además, lejos de mantener ideas demasiado rígidas a cerca de la naturaleza, cayendo en el fallo que muchas veces les achacamos a los "ecologistas", él, le aplica una gran dosis de sentido común. Pero de todos modos no nos debemos extrañar de que haya gente que no le entiendan, pues hay opiniones para todos los gustos y además tienen derecho a ello.
"moloca" lo explica con claridad meridiana y además creo que es el sentir mayoritario
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moloca
Pues yo si que he entendido el mensaje. Creo que la ecología es algo inherente al medio en el que vivimos pero sin que esta sea impida realizar acciones beneficiosas para la economía de la isla. Se pueden hacer cosas con consenso y sentido común, los extremos del que protege y del que hace la actividad o proyecto deben ser portadoras de la defensa y cuidado de nuestra isla y al mismo tiempo debe ser creadora de actividad económica…. mientras esto no ocurra, seguiremos igual. El dogmatismo venga de donde venga es un factor que impide del progreso. En otros lugares ya se están haciendo cosas respetando el medio ambiente, aquí nos quedamos siempre en el primer paso, nos peleamos y no legamos acuerdo. Se pueden hacer cosas protegiendo nuestra isla. Don Agustín le animo a que siga usted escribiendo.
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moloca
Pues yo lo he leído y creo entender el mensaje. creo que ser ecologista no debe ir en contra del progreso de la isla. Habrá que buscar un termino medio en donde se proteja a la naturaleza y se pueda activar la economía, pero debido a los extremistas de un lado y del otro, no hay consenso. Señor Agustín yo le animo a que siga escribiendo independientemente que algunos lo entiendan o no?
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TedoteLaPalma
Querrá llegar a "entre todos la mataron y ella sola se murió"…?
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pelicano
Una buena persona. Hace poco le concedieron una medalla en el Cabildo. Se la merecía.
Pero, de verdad, no entiendo a donde quiere llevArnos con estos artículos y comentarios.
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