Casi el 60% del suelo de Tazacorte quedó incomunicado por el volcán

El primer teniente de alcalde Tazacorte, Juan Miguel Rodríguez, ha hecho un balance sobre la afección del volcán al municipio bagañete, destacando que la erupción ha dejado “el 59,31% de suelos incomunicados, es decir, 7,14 Km²; un 31,56% de suelos sepultados, 3,8 Km²”. “De momento, se presenta una gran incertidumbre sobre qué va a pasar con estos suelos sepultados, ¿volverán a albergar lo que hubo en antaño, serán reconvertidos para otras actividades o, por el contrario, serán protegidos?”

“Más de dos centenares de edificaciones se han visto afectadas por la erupción volcánica, de las cuales 147, eran residenciales. Durante el periodo de la erupción, fueron evacuadas 712 personas. A día de hoy, siguen evacuadas 353, unas por pérdida de viviendas, otras por no poder acceder a ellas y el resto, evacuadas por los gases del barrio de La Bombilla”.

Rodríguez recuerda que el Gobierno de Canarias ha comprado, en Tazacorte, 64 pisos para cederlos durante tres años a los damnificados. Estas viviendas, han sido entregadas a familias de los municipios afectados por el volcán, personas anteriormente residentes en el los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane o Tazacorte. Además, el Ayuntamiento de Tazacorte, ha cedido suelos al Gobierno de Canarias, donde se podrían construir unas 137 viviendas.

“Actualmente, y casi un año después de que diera comienzo la erupción volcánica, existen personas que no han recibido las ayudas de 60.480 euros del Estado, por pérdida de vivienda. Por el contrario, las ayudas que está dando el Cabildo Insular de La Palma, por importe de 10.000 euros por afectado, sí han sido entregadas a una gran parte de los damnificados. Las Ayudas de 30.000 euros del Gobierno de Canarias, no se han repartido y no tienen definido aún, cómo lo harán y en concepto de qué. Sigue existiendo mucha incertidumbre en materia de habitabilidad para todos los afectados por la erupción, por lo que se hace necesario elaborar un plan de construcción de viviendas definitivo”.

En infraestructuras de caminos, carreteras y servidumbres, señala que han quedado sepultados más de 20.000 metros lineales. “Una primera valoración para poder ejecutar caminos de conexiones necesarias a zonas aisladas, nos arroja una inversión de 7.056.944,15 euros, y a día de hoy, no existe sino el compromiso del Ministerio de Política Territorial de financiar el 50%, 3.528.472,06 euros, lo que resulta inasumible para el Ayuntamiento de Tazacorte, hacer frente al otro 50% con fondos propios. Hemos demandado financiación al Gobierno de Canarias, aunque a día de hoy, no la tenemos. Por el contrario, hemos contado con la colaboración del Cabildo y el mismo, está actuando en diversos caminos y en las redes de aguas potable”.

“Económicamente, la afección en la cadena productiva ha sido notable. Pérdida de algunos negocios de carácter industrial, hotelero y pequeñas empresas. Las pérdidas más cuantiosas las está sufriendo el sector agrícola. Más de 200 hectáreas de suelos sepultados por la lava que se pueden cifrar en más de 10.440.000 euros, dinero que ya no se generará de forma anual. Si a esto le sumamos 180 hectáreas de cultivos que han quedado aisladas sin riego, es previsible que las pérdidas anuales sean de 9.396.000 euros. La caída de la producción platanera en el municipio, es de un 56,14%”.

Señala que “los propietarios que han visto sepultadas sus propiedades no saben qué va a pasar con ellas ya que, a día de hoy, no se sabe con suficiente claridad, si va a ver unas líneas de ayudas. En el pasado, el Estado a través del Instituto Nacional de Colonización, que después pasó a llamarse, Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA), fueron capaces de financiar la transformación de muchas tierras en producciones agrícolas de las que hoy, han sido sepultadas. ¿Seremos capaces hoy de hacer lo mismo?”

“El trabajo y tener empleo en los municipios del Valle de Aridane, es preocupante. 1.800 personas en ERTE, un plan especial de empleo extraordinario que termina este año. Todo hace presumir un fuerte crecimiento de personas desempleadas en los meses de enero y febrero de 2023. Faltan ideas y dinero para facilitar una salida rápida de esta situación tan adversa que nos ha dejado la naturaleza. No es un terremoto, ni un incendio, ni una riada. Nos dejó tierra dura, tierra muerta”.