Evidentemente el fallecimiento en 1904 de Simón Guadalupe y Vega, siendo muy mayor, corrobora que la siembra del arbolado ornamental de La Vica, Tazacorte, debió ser anterior a este último año, por tanto, no cabe duda que estos ejemplares, si se conserva alguno de los primogénitos, de flora son más que centenarios.
La siembra de arbolado urbano fue una constante iniciativa del siglo XIX y principios del XX. A la isla comenzaron a llegar, preferentemente desde Cuba, plantones de flora ornamental destinada a plazas y bordes de caminos y carreteras. Por imperativo legal se estableció anualmente la llama “Fiesta del Árbol”.
Uno de los lugares emblemáticos de la Villa y Puerto de Tazacorte ha sido la conocida Vica. Era el lugar de aprovechamiento de aguas de consumo doméstico y de lavadero público aprovechando la canalización desde La Caldera, hasta que fue hermoseado y se trasladó el lavadero a la zona de la Hacienda de Abajo o El Charco.
Así el viejo lugar de encuentro diario del vecindario se convirtió en una acogedora plaza, por dónde seguía al descubierto el correr de las aguas, y donde crecieron hermosos árboles.
No conocíamos las razones del paso de la denominación popular, La Vica, a la oficial de Plaza Simón Guadalupe. Rebuscando en viejas publicaciones de la prensa encontramos la razón: Por iniciativa de Simón Guadalupe fueron sembrados los árboles de dicho lugar.
La noticia dice concretamente que, con motivo de Fiesta literaria en el Sociedad Díaz Pimienta, en el mes de enero de 1922, con el fin de recaudar fondos para la construcción de la plaza de Tazacorte se celebró una velada literaria donde intervino Miguel Medina y Quesada, secretario de dicha comisión que cerró el acto, pronunciado discursos Juan Acosta Gómez, Nicolás Acosta Rodríguez y Juan Espinosa y leyeron poemas Julita Gómez Acosta, Maruca Martín y María Hernández.
En el discurso de cierre del acto Medina y Quesada manifestó “…la hermosa arbolada con que cuenta hoy la plaza de verano denominada “La Vica”, débese a la inquebrantable voluntad e iniciativa del extinto patriota hijo de esta localidad, don Simón Guadalupe y Vega, cuyo nombre debiera ostentar la susodicha plaza en memoria de gratitud”.
Miguel Medina Quesada, primer alcalde de Tazacorte, tres años antes de la segregación municipal (1925) de la hoy Villa y Puerto ya apuntaba la autoría e iniciativa de la siembra del arbolado de La Vica y su deseo de homenajear en “memoria de gratitud” al tazacortense Simón Guadalupe dándole su nombre al lugar. Así fue y hoy indistintamente conocemos este espacio urbano de Tazacorte por: La Vica o plaza Simón Guadalupe.
Nos gustaría pensar que algunos o todos los ejemplares sembrados por Sr. Guadalupe y Vega aún hoy perduran dando sombra al transeúnte. Si fuera así apuntamos que esta arbolada es más que centenaria. Esta conclusión la deducimos de otra noticia de prensa. El periódico palmero El Grito del Pueblo el 14 de agosto de 1904 recogía la siguiente necrológica:
“En Tazacorte en la Ciudad de Los Llanos, ha dejado de existir el Sr. D. Simón Guadalupe y Vega, hombre que, por sus méritos y virtudes, era querido y apreciado de la mayor parte de sus convecinos. Reciba su apreciable familia la expresión de nuestro pésame más sentido”. Debió nacer, según consta en el padrón de habitantes, en 1827.
Guadalupe y Vega, acaudalado propietario y de estado civil soltero, debió ser un culto copilador, erudito amante y conocedor de la historia local. El 7 de julio de 1892 el Boletín oficial eclesiástico del Obispado de Tenerife publicó el manuscrito Noticias Históricas de Tasacorte (sic) donde se hace constar “Es copia literal sacada de una memoria que conserva D. Simón Guadalupe y Vega”.
El fallecimiento en el año 1904 de Guadalupe y Vega, siendo muy mayor, corrobora que la siembra del arbolado de la bagañeta plaza de La Vica debió ser anterior a este último año, por tanto, no cabe duda que estos ejemplares, si se conserva alguno de los primogénitos, de flora ornamental son más que centenarios.
*Cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (desde 2002), correspondiente de la Academia Canaria de la Lengua (desde 2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (desde 2009)
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