Tony Acosta. Archivo.
Cuando escarbamos en la historia de nuestra pequeña Ciudad, nos encontramos con una riqueza inusual. Hechos de diferentes épocas que construyen los designios de un pueblo cargado con la magia de la pluma, pluma que ha servido para escribir la historia de un lugar especial.
“La Muy Noble y Leal Ciudad”, primera delegación en Canarias del Juzgado de Indias, tercer Puerto del Imperio, etc, muchos han sido los reconocimientos de nuestro pueblo. Pero si hay algo que en muchas ocasiones nos cansamos de repetir, es el espíritu democrático que respira la Capital de la isla, todo ello después de explotar en una lucha contra los Regidores Perpetuos, que allá por el siglo XVIII gobernaban los designios del pueblo. Así en enero de 1773, Santa Cruz de La Palma elegia por primera vez en España, por sufragio popular, a sus gobernantes.
Este martes, el actual gobierno municipal, realiza un acto para celebrar esos 250 años de democracia, hecho histórico que marcó el devenir futuro político, social y cultural de Santa Cruz de La Palma. Pero la realidad es que la historia debería servir para algo, y no solo para colocarla negro sobre blanco en un libro en una estantería. Debería servir como caudal inspirador, de los que vendrán después de lo escrito, de aquellos que deberían servir de guardianes de un bien propiedad de un pueblo.
Pero vivimos tiempos difíciles, en los que, lo que hacen no es reflejo de nuestra historia. No debemos honrar la historia con un simple acto, debemos honrarla con un comportamiento ejemplar, democrático y conciliador, donde nuestra forma de actuar sea el claro reflejo de nuestros antepasados.
Hace pocos días, en víspera de la celebración de la democracia en nuestra pequeña ciudad, sus gobernantes actuaron como los Regidores Perpetuos que dieron paso a la democracia mas vieja de nuestro país. Olvidaron la historia de nuestro municipio, y aplicaron, como se diría vulgarmente, el “rodillo”, y simplemente para acabar con el diálogo y la capacidad de participación democrática, en algo tan importante como la celebración de un pleno extraordinaria para aprobar asuntos de vital importancia para nuestro municipio. Ellos decidieron imponerse, olvidando la necesidad de fiscalización y aportación que la oposición debe tener en la vida de la ciudad, agravado mucho mas en un año en el que celebramos nuestra historia democrática y además la fiesta de la misma con unas elecciones municipales.
Y lo peor de todo, no es lo que ha sucedido, sino que esto es el resultado de un proceso de desgaste que está sufriendo nuestra pequeña ciudad. A la oposición, por desgracia, solo nos quedará después de lo vivido, luchar como nuestros antepasados ya lo hicieron contra los Regidores Perpetuos, y hacerles ver, que ser concejal de Santa Cruz de La Palma, no es simplemente un título nobiliario para “fardar con los colegas”, sino que es un privilegio que conlleva unas obligaciones muy grandes. Ser concejal de Santa Cruz de La Palma, es ser el guardián de una historia marcada por la lucha, el dialogo y la democracia.
Rindan respeto a la Muy Noble y Leal Ciudad de Santa Cruz de La Palma, con devoción a su cargo, con dedicación a su pueblo, y con veneración a su historia.
Antonio Manuel Acosta Felipe, Concejal de la Muy Noble y Leal Ciudad de Santa Cruz de La Palma
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