El incendio forestal hace que vuelva a llover ceniza en el Valle de Aridane

En la cara oeste de La Palma el cielo está cubierto por una nube de ceniza, las carreteras tomadas por los vehículos todoterreno de los equipos de emergencias y además hay más de 2.000 vecinos evacuados y 4.500 hectáreas afectadas. Recuerda a la erupción volcánica, pero no. Esta vez la isla se enfrenta al incendio forestal de Puntagorda.

El incendio, originado durante la madrugada del sábado en el barrio de El Pinar, en el municipio de Puntagorda, en la cara noroeste de la isla de La Palma, está “fuera de control” según la última actualización del Gobierno de Canarias, que es la administración encargada de la gestión de la emergencia, declarada de nivel 2.

Más de diez medios aéreos y 300 efectivos se encuentran en La Palma para combatir el fuego que se ha extendido hasta el municipio de Tijarafe y amenaza con afectar al Parque Nacional Caldera de Taburiente, cuya hilera exterior de montañas arde desde primeras horas de la tarde.

Desde el Centro de Visitantes del Parque Nacional, a más de 10 kilómetros de distancia desde donde se originó el incendio, un grupo de turistas observa con preocupación la nube de humo que sube desde la cordillera norte, detrás del Barranco de las Angustias, y tapa el sol, creando una atmósfera grisácea.

“Solo me dan ganas de llorar”, comenta uno de los visitantes al imaginar el manto verde que está siendo calcinado, y aunque reconoce que no es como esperaba su primer día de vacaciones, considera que “no es normal la mala suerte que están teniendo los palmeros”.

Las carreteras, sin estar colapsadas, tienen un tránsito mayor al habitual un sábado por la tarde en la cara noroeste de La Palma, ya que a los vecinos que están siendo evacuados por el avance de las llamas, se suma la llegada intermitente de efectivos terrestres para la lucha contra el incendio.

Por primera vez se ha utilizado en Canarias el sistema ES-Alerta de aviso a la población, lo que se denomina como 1-1-2 inverso, enviando un mensaje a todos los terminales móviles que se encuentran en la zona a evacuar, comprendida entre los barrios de Timizara, Aguatavar, Zona del Pinar y el núcleo urbano de Tijarafe.

Los vecinos del norte de la isla también observan con preocupación el avance de las llamas, y temen que ya haya alcanzado el municipio de Garafía.

Marina, una de estas vecinas que además es propietaria “de una huertita en Tijarafe” recuerda con cierto humor como “antes nos quejábamos porque aquí nunca pasaba nada, y ahora nos pasa de todo”, y confía en que “los palmeros gestionemos bien este incendio y se controle pronto”.

“Esta vez no es un volcán, esta vez tiene arreglo”, sentencia esta vecina, al tiempo que mira atenta a su móvil esperando que su marido, brigadista anti incendios, le devuelva un mensaje que diga que “está todo bien”.