Marcos Lorenzo, alcalde de Tijarafe, valora el trabajo realizado y lanza un mensaje de agradecimiento tras el incendio que afectó al municipio

El pasado sábado, 15 de julio, nuestro municipio despertaba alertado por unas llamas alimentadas por la voracidad de un fuego que, en mitad de la noche, ya había destruido sueños y esperanzas de muchos puntagorderos. Unas llamas que, con rapidez, tomaban terreno al barrio de Tinizara, ganando la carrera a todas las personas que se encontraban luchando contra ellas en nuestro municipio vecino. Ese día y todos los que vinieron después, hasta llegar al control del incendio, quedarán grabados en la mente de todos.

Después de unas primeras horas de incertidumbre y miedo, donde los vecinos y vecinas, en medio de una oscuridad eclipsada por el fuego, peleaban con los recursos que tenían para que sus propiedades no sucumbieran a las llamas, el incendio continuaba creciendo en extensión y campando a sus anchas, pese a que cada vez eran más los efectivos que se sumaban. La alerta atronadora de una evacuación llegó rozando las horas del mediodía, haciendo que los tijaraferos y tijaraferas tuvieran que abandonar sus casas, sin saber si cuando regresaran podrían hacerlo a lo que hasta el 15 de julio habían sido sus hogares. A todos ellos y ellas, gracias por su responsabilidad, por cumplir las medidas de protección y por facilitar el trabajo de los efectivos que se encontraban en primera línea.

Pero los tijaraferos y tijaraferas regresaron y lo hicieron sanos y salvos, sin tener que lamentar ninguna pérdida humana, que era el principal objetivo de un operativo de extinción conformado por hombres y mujeres que se han dejado la piel para acabar con un fuego que “volaba” por los municipios de Puntagorda y Tijarafe y que cumplió con su amenaza: llegar a la Caldera de Taburiente. Como alcalde y como vecino de Tijarafe nunca podré dejar de dar las gracias a la suma de todas las personas que han trabajado para ganarle la batalla a las llamas. El desconcierto lógico de los primeros instantes dio paso a un esfuerzo abismal por concentrar al mayor número de efectivos por tierra y aire que, de manera coordinada, han trabajado día y noche para conseguir acabar con el fuego. Gracias a todos los que el 15 de julio se lanzaron a la calle para ayudar y acompañar, a las personas y empresas que pusieron a disposición de nuestro municipio sus recursos, a los profesionales que han aportado sus conocimientos, a todos los compañeros de corporación por ser ejemplo de unión, en definitiva, a todos los que han sido soporte en estos días.

Lamentablemente, el paso de las llamas ha dejado una huella material y sentimental en muchos de nuestros vecinos y vecinas, que han visto cómo el fuego ha reducido a cenizas años de trabajo, de esfuerzo, de ilusión e, incluso, de privaciones por ver materializado el sueño de tener una casa que llamarían hogar, un negocio que les permitiría ganarse la vida, una bodega donde guardar el vino que con sus propias manos habían elaborado, tras vendimiar una uva que ya tampoco está; o un cultivo de aguacates que suponía esa renta extra que les ayudaba a vivir mejor. Una vez pasada la emergencia, donde la prioridad era contener el fuego, nuestro principal objetivo será trabajar y luchar para que cada una de las pérdidas se vean recompensadas, aportando todo lo que está en nuestras manos desde la administración local y reclamando donde haga falta para que nuestros vecinos y vecinas puedan reconstruir dignamente lo que perdieron y que Tijarafe pueda volver a levantarse.