El pasado 12 de abril se licenció la primera promoción conjunta del Cuerpo General de la Policía Canaria y las Policías Locales de Canarias. De los 110 agentes que ese día se graduaron, 23 eran mujeres y en mi intervención quise dirigirme a ellas de manera especial para valorar que, además de las responsabilidades propias del desempeño de sus funciones, tienen añadida una responsabilidad extra que tiene mucho valor e importancia: la de ser referentes visibles para muchas niñas y jóvenes canarias.
Porque, aunque parezca una obviedad, las niñas y las jóvenes necesitan ver que pueden formar parte de las Policías Locales, de la Policía Autonómica y del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, porque el derecho ya lo tienen, “la costumbre” debemos ganarla.
La realidad que debemos corregir es que, después de casi cuatro décadas de incorporación de la mujer a las fuerzas del orden, el porcentaje que ocupan en las policías locales de toda España está en torno al 15% y Canarias está en esa media nacional.
En nuestra Policía Autonómica, con 41 mujeres en el cuerpo, el porcentaje es de apenas el 11%. Es cierto que es una Policía joven aún, que entró en funcionamiento en 2010 y que tiene apenas 14 años de recorrido. Pero si tomamos como referentes el resto de policías autonómicas del país, algunas con más de 40 años de historia, como es el caso de la Ertzaintza, el porcentaje de mujeres está en torno al 20% y, en algunos casos, por debajo. El mejor dato es el de la Policía Foral de Navarra, donde las mujeres representan el 35% de la plantilla.
Sin embargo, técnicamente, en este como en cualquier otro colectivo, una representación por debajo del 40% debe considerarse una presencia testimonial de la mujer. Es evidente, por tanto, que hay que hacer mucho más.
Debemos afrontar esta infrarrepresentación de las mujeres en los cuerpos y fuerzas de seguridad como un verdadero problema a resolver, no solo desde las competencias del Gobierno de Canarias, sino desde el Estado. Remover las barreras visibles e invisibles que mantienen a las mujeres alejadas de este servicio público no puede ser un simple discurso que se lance un par de veces al año; tiene que ser un auténtico objetivo con una hoja de ruta para conseguirlo, con medidas que empiecen por promover la visibilidad, como en tantas otras profesiones, para que las niñas y jóvenes tengan esos referentes que las inspiren.
Y sí, la visibilidad es importante. Hacer visible a las mujeres policías además de en su servicio diario, en actos, jornadas, encuentros, facilita que vayamos ganando la costumbre de estar y ser.
Desde la Consejería de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias hemos dado un primer paso modificando los criterios de selección, formación, promoción y movilidad para el Cuerpo General de la Policía Canaria y para las Policías Locales de Canarias para, entre otras cosas, establecer un criterio por razón de sexo que implica que, en caso de igualdad de puntuación o valoración, cuando ya no sea posible establecer otra diferencia de carácter objetivo respecto a la capacidad entre las personas aspirantes, el sexo será un criterio de desempate, primando a la mujer sobre el hombre. Porque todavía es necesario que existan criterios así.
Es un primer paso. Quedan muchos por dar para ir subiendo ese porcentaje del 15%.
Nieves Lady Barreto
Consejera de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias.
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Peje Verde
Pues señora Nieves Lady, nos importa bien poco sus reflexiones y logros sobre la presencia femenina en la “guachanchancha”, además engorda aún más el funcionariado que en muchas administraciones se lleva el 50% del presupuesto.
Si ese que nunca les gusta mencionar aunque es el más grande, el Capitulo 1.
Ya nos gustaría que los que ya tenemos trabajasen más en la calle y en investigación y menos haciendo guardias sin salir o en tareas administrativas que pueden hacer mucho mejor los administrativos.
Los fines de semana a partir de las 11 de la noche casi no hay nadie trabajando, una pareja d la guardia civil para todo el Valle de Aridane, patético.
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