El mundo del siglo XXI está viviendo desde hace ya años una serie de cambios no sólo económicos, sino políticos y sociales. Cambios a los que no ha escapado ni España, ni nuestro Archipiélago y a los que debe sumarse La Palma, siendo abanderada del progreso del que carece en estos momentos nuestro país, donde se ve más lo que nos separa en detraimiento de lo que nos une.
Fue por el año 1634, durante el cual nuestra isla seguía situada a la cabeza de los grandes puertos del mundo. Los pueblos de la Breña de Arriba y la Breña de Abajo se dividieron para poder solucionar con mayor comodidad asuntos de la vida civil y religiosa, aunque la división parroquial se produjo con posterioridad. 376 años después estos motivos son absolutamente obsoletos tras la separación de la administración eclesiástica y civil y con el desarrollo de las carreteras no sólo físicas sino virtuales.
Las Breñas comparten grandes vínculos en común: familias que viven en uno y otro municipio, tradiciones como Las Cruces o como la peculiaridad de la situación de la ermita del Socorro en el municipio de Breña Baja y en territorio eclesial de Breña Alta, características económicas comunes al igual que características medio ambientales relativas a la flora, la fauna y el relieve, además de un pasado común anterior a la segregación. Contando también con el nuevo equipo de fútbol "C.F. Unión Breñas", constituido este año y que se asienta como un precedente de esta fusión.
Una unificación ventajosa para todos y no únicamente en el carácter simbólico: gracias a esta unión se incrementará la prosperidad económica que influirá positivamente en todo el panorama insular y con ello aumentará el bienestar social, será el tercer municipio con mayor población de la isla, se logrará un mayor aprovechamiento de los recursos públicos además de las infraestructuras de ambos municipios, con la existencia de un solo ayuntamiento crecerá el número de concejales que ayudará a mejorar la democracia y representatividad del nuevo municipio, además de unos renovados y mejores servicios.
Es momento de mirar hacia delante y olvidarse de mantener intereses que desaparecerían tras esta unión. Los ciudadanos de Breña Baja y Breña Alta tenemos en nuestras manos una oportunidad de futuro, de fraternidad, de progreso.
