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Opinión
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José M. López Mederos

Curiosidades de nuestra historia: De cómo estuvimos a punto de ser franceses

  • Sobre un artículo de Antonio Rodríguez López publicado en "El Time"

Copia literal del artículo de "El Time" sobre la Paz de Basilea y La Palma.

EL TIME, 2 de Agosto de 1863

Año I, n. º 4.

Santa Cruz de La Palma.

"Los jugos sacarinos de su caña de azúcar, aunque de menor corpulencia que la del Brasil y otras partes de América, contenían, (como los que se cultivan en  la Madera, según resultó de análisis), muchas mas partículas medicinales que los jugos de la caña de azúcar del Nuevo Mundo; razón por la que los conocedores prefieren el azúcar de estas dos islas (1) mientras le produjeron.

Así por esta como por otras conveniencias, al hacerse la paz nombrada de Basilea  (2) firmada el 22 de julio de 1795 entre la España y la República Francesa, el gobierno de esta última exigió al nuestro le cediera la isla de La Palma.

Pero siendo entonces nuestro embajador plenipotenciario el Excelentísimo Sr. D. Domingo de Iriarte (3), natural del Puerto de la Orotava (4), que conocía la importancia de la isla, (aunque nuestros cortesanos la tuvieran poco menos que olvidada), por efecto del patriotismo y previsión, tuvo la habilidad de manejar los artículos de la negociación de manera que los republicanos se contentasen sin la posesión de la Palma.

Presumimos que las miras de los franceses al hacer aquella proposición, serían: utilizar su suelo, explotar las aguas para dirigirlas y distribuirlas oportunamente á los terrenos que carecen de ellas, á fin de asegurar las cosechas y consecuente abundancia de víveres para no temer los bloqueos; esperarían que la fabricación de la seda con buenas máquinas y artistas inventores de Europa, proporcionaría riqueza fabril y comercial, que los caminos se harían transitables sin fatigas, y que  fabricado un muelle cómodo y mejorado el puerto, su tráfico habría no solo de prosperar, sino que construidos veleros corsarios (5) con las excelentes maderas que producen sus montes, habrían tenido interrumpidamente todo el tráfico de las otras islas, además de apropiarse los frutos y tesoros que aportaren  a ellas de América.

Todo esto previó nuestro ilustrado isleño, cuyo nombre, patria y habilidad diplomática quizá no sean bien conocidas aún de algunos palmeros. De manera que a dicho Sr. Iriarte se debe el que, en lugar de haber continuado la Palma constituyendo una de las muchas piedras preciosas que adornan la Corona de Castilla no hubiera pasado a serlo de la de Napoleón Bonaparte, y después de Inglaterra, puesto que esta potencia atacó y se posesionó de cuantas islas eran dueños los franceses en diversas partes del mundo.

Tal vez el Sr. Domingo de Iriarte, quien falleció el mismo año de 1795, confiaría que estas dichas mejoras las irían practicando los mismos palmeses por conveniencia propia, para ponerse a cubierto de algún golpe de mano de la codicia extranjera; pero si el expresado Sr. hubiese resucitado años después, habría hallado que lo menos en que se había pensado y hecho era aquello. No sería de presente, á la verdad, tan grande su sorpresa, pues hoy se encuentra ya inaugurada la construcción de un muelle; las aguas se explotan, canalizan y utilizan en el riego; la agricultura experimenta una inteligente dirección que vence al antiguo empirismo; y si bien se desconoce en la Palma un verdadero camino, se espera la completa aprobación e inauguración de una carretera que ponga en comunicación la parte oriental con la occidental de la isla ."

                                …………………………………………..

Reproducción literal del original conservado en la Sociedad Cosmológica  de S/C de La Palma y notas realizadas por José M. López Mederos.

El artículo no va firmado pero una nota en el mismo periódico dice: "Por los artículos no firmados, Antonio Rodríguez López (6)".

                      ***************************************

Notas:

1.- La Palma y Madeira.

2.- La Paz de Basilea:

    Se conocen como Tratados de Basilea los acuerdos de paz firmados entre Francia y Prusia en 1795 (5 de abril) y entre Francia y España (22 de julio) por el que se ponía fin a la guerra iniciada en 1793 a raíz de la ejecución de Luis XVI, la Guerra de la Convención (1793-1795), también llamada Guerra del Rosellón y Guerra de los Pirineos, mediante la cual Francia devolvía los territorios perdidos por España en el Norte de la Península (Cataluña, Vascongadas y Navarra) a cambio de la cesión de la parte oriental de la isla de Santo Domingo.

Por muy poco la Isla de La Palma, a la que Francia la "había echado el ojo" (por algo sería), no pasó también a formar parte de Francia, gracias a la labor de D. Domingo de Iriarte ya que aquella nefasta monarquía de Carlos IV y su valido Manuel Godoy, en concordancia con su brutal ineptitud, no tenían ni idea de qué era Canarias y mucho menos La Palma.

Este artículo de A. Rodríguez López es, con una enorme carga de ironía, muy crítico con la desastrosa monarquía española de entonces.

3.- Don Domingo de Iriarte y Nieves Ravelo (1739-1795) era natural del Puerto de La Cruz, hermano del famosísimo fabulista don Tomás de Iriarte; fue embajador de España en diferentes lugares de Europa (Viena, París, Polonia) durante el reinado de Carlos IV. Murió en Polonia.

4.-Hoy Puerto de La Cruz.

5.- Se conoce como "patente de corso" a un particular sistema de "piratería legal" creado por las potencias europeas desde, al menos, los siglos XVI al XVIII, con el fin de atacar a sus enemigos en el mar. La Corona de un determinado país armaba y autorizaba mediante acuerdos firmados ("patentes") con los "corsarios" – por lo general oficiales de la marina real – a uno o varios buques para atacar, apresar, saquear y hundir cualesquier embarcación de una nación enemiga; el botín obtenido era repartido en las proporciones acordadas entre la Corona y los corsarios. También fue corriente el ataque a importantes ciudades costeras y  puertos.

Aunque todas las naciones europeas lo hicieron, sin duda alguna los corsarios más famosos fueron los ingleses (Francis Draque).

6.- Antonio Rodríguez López (Santa Cruz de La Palma, 1836-1901) fue uno de los más conspicuos escritores, poeta, dramaturgo y periodista de la Isla de La Palma en la segunda mitad del siglo XIX; fundador, junto con Faustino Méndez Cabezola, del diario "El Time" (en aborigen "La Fortaleza", que nada tiene que ver con el vocablo anglosajón de igual grafía), primer periódico que se editó en La Palma y uno de los más antiguos de Canarias.

Para la Bajada de la Virgen de este año de 2010 se repondrá el Carro Alegórico y Triunfal "Los Elementos" obra de A. Rodríguez López y cuya música original de D. Victoriano Rodas, perdida en gran parte, fue rehecha para la Bajada de 1935 por el pianista y director de orquesta D. Felipe López Rodríguez.

 

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