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Opinión
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Mirar dentro

Por la magia de descubrirte. Por la paz de desnudarme

Eduardo Cabrera.

Siente el dolor ajeno y empápate de mis lágrimas. Duérmete sin querer para soñar conmigo. Susúrrame tus miedos y compartiré contigo mis penas. Tócame para abrazarme y responderé con mis sentidos. Habla, dibuja, ríe y llora. Escupe, ladra, cierra los ojos y mírame. Dime sin palabras y estaré cuando no me encuentres. No me preguntes y te responderé. Cuando no me pidas te doy. Te daré cuando no me pidas. Porque me das sin esperar y sin esperarte siempre llegas. Sin acuerdos ni recuerdos. Solo en la memoria los instantes compartidos. Cuando no se mide, cuando no se calla. Sin juzgarnos ni cuestionarnos, solo entendiéndonos. Vístete con mis ropas, siente mi vacío y lléname. Cuando todo se advierte en el incontestable momento en el que dos miradas se cruzan. Y sobran las palabras. Por la magia de descubrirte. Por la paz de desnudarme. Gracias por encontrarnos, gracias por compartirnos. Sin elegirnos ni cuestionarnos. Solo entendernos, que estamos hechos de lo mismo.
Y así, al lado, caminaremos descalzos por el pedregoso camino de la tristeza. Desabrigados al viento de la incertidumbre. Dispuestos a reír, dispuestos a llorar, decididos a
compartir, convencidos de caminar. Sin rumbo, sin ruta. Ni brújula ni astrolabio. Sin temor al adjetivo, sin miedo a la culpa. Al son de las notas que lleguen bailaremos sin seguir el paso. Tropezando y llorando, levantando y riendo. Siempre compartiendo lo que solo se aprecia cuando ya te has ido.
Gracias por encontrarnos, gracias por entendernos. Me querrás y te quiero, sin otro afán que tenernos. De tenernos cuando no estemos. De estar cuando sea necesario. ¡Conozcámonos para entendernos! ¡Entendámonos para querernos!
Para alguien que se fue sin haber marchado.

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