Cómo hacer una capital incómoda

Parece ser que la actual corporación de Santa Cruz de La Palma se ha empeñado en hacer de la ciudad un lugar incómodo para sus habitantes o quienes la visitan.

Que haya varias obras realizándose al mismo tiempo, si no queda otro remedio, no debería ser malo si se tienen en cuenta los trastornos que pueden generar cada una de ellas y se procura minimizarlos programando sus desarrollos.

Esto significa un control constante sobre las obras que se realizan y sobre el proyecto original. Este control debe ser especialmente severo en los plazos de ejecución de las obras, para que una vez comenzadas duren lo menos posible.

Pero parte fundamental de la correcta ejecución de una obra es que la redacción del proyecto sea la correcta y evite improvisaciones, situaciones imprevistas, que el resultado sea penoso o contraproducente.

Una vez más el Ayuntamiento acomete una obra sin haber tenido en cuenta sus consecuencias y sin una planificación. Cuando una ciudad decide cambiar el trazado viario de una parte importante de ella se ha de pensar mucho pues puede cambiar el hábito de mucha gente creando problemas donde no los había y solo se debe hacer si aporta soluciones.

La última ocurrencia ha sido cambiar el sentido del tráfico en varias calles y la creación de aparcamientos digamos con “personalidad propia”, incluso poniendo aparcamientos encima del aliviadero de aguas de Las Nieves, con lo que eso podría suponer.

Creada una rotonda a la entrada norte de la avenida Marítima para dar mayor agilidad viaria a la zona, se aprovecha para eliminar una vía en la zona que va desde el Barco de la Virgen hasta la citada Avenida, eliminando la posibilidad de llegar a Benahoare o a la Barriada de Pescadores de forma directa por la Avenida Las Nieves como ahora. Se da como alternativa cruzar el barranco por la Avenida Marítima, tomar la Calle Carías, que es una vía secundaria, cruzar por el puente de la Cuesta de La Encarnación, y de ahí enlazar con la Avenida Las Nieves, seguir a Benahoare, lo que está causando problemas de atascos y retrasos, pues la opción elegida es más complicada y con más probabilidad de accidentes.

La eliminación de la vía que tiene por objeto la creación de nuevos aparcamientos contraviene el sentido común. En algunos tramos sólo se puede aparcar marcha atrás, en otros la orientación del aparcamiento es tal que muchos aparcan cometiendo infracciones al saltarse líneas continuas. 

No es entendible cómo se puede hacer algo tan mal, poco funcional y que en vez de solucionar, causa problemas.

Desde el grupo municipal socialista deseamos que la actual Corporación recapacite, deje de improvisar e intervenir en cosas innecesarias, gastando más de 42.558,64 euros de ejecución del proyecto más el coste de redacción de proyecto a una empresa externa por otros 8.000 euros. Que estudie las ideas que se ponen encima de la mesa antes de materializarse, seguro que la ciudad ganará en habitabilidad.