María Liberata de Guisla: Una mujer del Antiguo Régimen recluida en la Villa de San Andrés

Desde pequeño sentí curiosidad por esta mujer del Antiguo Régimen de la que contaban una historia que nos llamaba poderosamente la atención : “La hermana del marqués de Guisla había sido enterrada viva”, pero de esta leyenda ya se ha escrito y hablado.

María Liberata de Guisla y Salazar de Frias, nació el 20 de Julio de 1722, de alta cuna y con los privilegios de la aristocracia de aquella época, tuvo fama de ser una mujer soberbia y orgullosa. Según el cronista e historiador Juan B. Lorenzo Rodríguez en “Noticias para la Historia de La Palma”, nos dice, refiriéndose a ella: <<Dña. Liberata de Guisla… en los días en q Ntra Sra. de las Nieves vino a la ciudad y estuvo en las Monjas, entraba en la iglesia pisando a todas las mujeres, sin darles lugar a que se levantaran para darle paso, diciendo que << aquella iglesia era suya>> y en la tarima de la reja, que hicieron los patronos para asiento de su familia, corrió a la gente… diciendo que ella era la patrona de aquel convento…>>.

Sea como fuere, esta mujer, que no tuvo descendencia, se recluyó más tarde en la casa de su hermano el marqués de Guisla, en la villa de San Andrés y allí estuvo hasta que falleció el 12 de febrero de 1806, a los 84 años. Esta casa había sido del capitán Domingo González de Abreu, de ascendencia portuguesa. Allí nació, en 1783, el primer marqués de Guisla-Ghiselin, Juan Domingo de Guisla, que fue uno de los representantes del despótico gobierno de los regidores perpetuos, suspendido de su cargo a raíz del pleito seguido contra ellos por el comerciante irlandés, Dionisio O’Daly.

En su testamento no se refleja la altivez del “personaje” que nos han narrado los historiadores. Murió sola, en compañía de su ahijada. Se había casado en 1758, con su primo hermano, don Domingo Luis Van de Walle de Cervellón, este erudito caballero fue quien, en 1752, descubrió en la cueva del Barranco de Belmaco (Mazo), dos rocas que contenían inscripciones rupestres.

Capilla de la Victoria construida en 1632. Aqui está enterrada, en la bóveda – encintada en madera — María Liberata.

El principio de su testamento comienza así: << …que yo mando que quando Dios sea servido llevarme sea mi cuerpo amortajado con la ropa que mis familiares y ahijada  diese, como se lo tengo prevenido y no en hábitos que ni desecho por desprecio sino por reverencia, y porque considero quan indigno es mi cuerpo de vestir tan respetables vestiduras y sea enterrado en la iglesia parroquial de San Andrés en mi Capilla y bóveda, evitando todo género de aparato y todo lo fecho que no sirva sino para la vanagloria, prohibiendo que en mis funerales haya más de las tres funciones de costumbre de este pueblo, en las quales se repartirá una fanega de trigo en pan con los pobres, lo que valdrá de ofrenda>>.

En otra parte señala que fue <<fecho en la villa de San Andrés desta isla de La Palma, en once de febrero de mil ochocientos seis años. Y la otorgante a quien doy fe que conozco está en su sano juicio, memoria y entendimiento>>.

Item. << Es su voluntad que el Águila de perlas y oro que usaba Ntra. Sra. de la Concepción de esta villa sea donada a la misma Imagen para la cual la tenía destinada desde hacía tiempo. Y el relicario de San Antonio sea para la Virgen del Rosario y el otro para encasquillar el rosario de corales de la referida imagen>>.

Ítem. Declara que del trigo existente que tiene en su casa se deben ocho fanegas a los pobres de dicha parroquia y que el resto es su voluntad que se reparta con sus familiares.

Sigue enumerando sus numerosas propiedades y deja como único y universal heredero a su hermano Carlos José de Guisla Boot, actual marqués de este título, residente en Lima.

He hecho esta aproximación a la historia familiar de esta mujer del Antiguo Régimen porque me atrevo a plantear una disyuntiva : ¿déspota o transgresora? de las normas del patriarcado de la época o las dos cosas a la vez. Aunque su condición social le permitía ser libre, unido no sabemos si su aislamiento la llevó a ejercer una “libertad” de la que otras mujeres de su época y clase social , no gozaron.
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* Noticias para la Historia de La Palma. Juan B. Lorenzo Rodríguez.
* Testamento de María Liberata de Guisla. Protocolos de Bernardo José Romero.
1806.
* La Villa de San Andrés. Conjunto Histórico. Jesús Pérez Morera
* Casa Guisla con el oratorio de “El Pilar”. En ella murió Liberata, después de haber
pasado su ancianidad, recluida en ella.