A veces la encuentro
cuando no la busco,
aparece reflejada
en mi pensamiento.
A veces, no la veo
y la extraño y la olvido
para pensarla luego.
La noto rozar mi alma
la atisbo en mis recuerdos,
la amada inspiración deseada
que espanta el miedo.
En las noches
viene a visitarme,
como un fiel cancionero
como una sirena errante,
cantando viejas canciones
escuchándolas como algo nuevo.
Cierro los ojos, y pienso
que ojalá viva en mis adentros
deseo que no se aleje,
y que vuele en mis pensamientos
pero a la llegada del día,
parte, sin el mayor arrepentimiento.
Se esconde, como un juego
me mira y sonríe
juega con mis palabras
creando lo inesperado,
construye en los invisible
lo que por todos es visto
escribiendo en el aire
lo que nunca se ha escrito.