Al final de los ochenta Luis León Barreto nos presentaba "Los días del paraíso" una historia provocadora que estaba a caballo entre la novela policíaca y la social. Las corrupciones y el turismo en Canarias.
Dos décadas más tardes el autor sigue pensando que la corrupción es inherente a la condición humana.
Y escribe "Los buenos negocios", su última entrega donde mezcla la novela negra con la literatura urbana y la crónica social, con un argumento realista que nos lleva desde Madrid a Gran Canaria.
Con una escritura rigurosa y ordenada León Barreto se mueve entre la realidad y la ficción, en el mundo de la droga, del terrorismo, la política, la emigración. Hace una profunda reflexión sobre el preludio de los negocios diabólicos que ya se movían en las islas. Remueve dentro de nosotros esa atmósfera de falta de justicia, de inseguridad y de corrupción del poder. Con un lenguaje actual y contemporáneo.
Rescata a Samuel Ortiz el policía del "Crimen del contenedor" que en una atmósfera asfixiante en Euskadi, había desempeñado misiones en la lucha contra ETA y que padeció el infierno de los atentados dantescos y el miedo del 11-M. Un personaje vivo, actual, el clásico antihéroe que padece la realidad más que vivirla.
Un personaje que conmocionado por las circunstancias de una vida familiar, que no le ha sido fácil, se traslada a Canarias en busca de otro futuro, ansioso por arañar algo de felicidad. Y allí al lado de su compañero Suso Machín, un gomero generoso y sin malicia, con una mirada nostálgica y tierna lucha igual que el Quijote por unos ideales justos. Ambos intentan desentrañar la muerte sospechosa de un empresario y la desaparición de su secretaria.
Los buenos negocios es una novela contemporánea que reflexiona sobre nuestra sociedad, es una historia bien construida con los temas eternos del amor y la muerte. Con un estilo espontáneo y perfectamente hilados por la lógica literaria. Prima ante todo la acción con unos personajes trazados con gran realismo y un perfil psicológico fascinante, y unos diálogos absorbentes y vivos.
"Los buenos negocios" es una obra rica en observaciones, una novela amena y entretenida, ubicada en esta isla pero que su argumento podría situarse en cualquier otro espacio actual.
Una lectura que recomiendo porque es capaz de despertar y remover dentro de nosotros nuestras zonas adormecidas.
