Cachorros.
Muchas personas obsequian mascotas para esta época, pero ¿es una buena idea?
Evitemos los futuros abandonos siendo responsables.
Seguramente, a más de algún papá ya se le ablandó el corazón y para esta Navidad tiene pensado llevar a casa un lindo cachorro envuelto en una cinta de regalo. Si está decidido debería de tomar en consideración algunos aspectos, en nuestro país hay una gran población de perros abandonados, maltratados y que en algunos casos fueron un "regalo de Navidad". Esto es así porque, después de las fiestas de fin de año, vienen las vacaciones y ese precioso cachorro que fue un obsequio de Navidad y la alegría de la casa cuando llegó, crece, tiene necesidades, ocasiona gastos, tiempo para dedicarle y al final termina cruelmente abandonado a su suerte o amarrado en un rincón, las protectoras están abarrotadas de estos regalos, piense en adoptar en vez de comprar, un perrito algo mayor quizás le de mas satisfacciones de las que piensa, porque él ya sabe diferenciar entre el cariño y el no ser querido o los malos tratos, que no siempre son físicos. Siempre le pueden aconsejar qué perro le viene mejor según su situación.
Lo primero que debemos de recordar es que un animal no es un juguete, sino una gran responsabilidad de por vida, hay que tratarlo como a un ser vivo que es, dándole el cariño necesario y respetando su bienestar.
La llegada es un momento delicado en el que lo más importante es crear un ambiente de confianza y cariño. El perro se sentirá confuso y un poco angustiado ante el cambio en su vida e inevitablemente añorará a su madre y hermanos, así como el entorno conocido y lleno de seguridad que ha dejado atrás.
Es importante que le permitas explorar a sus anchas el espacio en el que va a vivir, le muestres su cama y le proporciones un trozo de sábana, tela o algún objeto que conserve el olor de su madre. Durante las primeras noches el cachorro puede estar intranquilo, e incluso gemirá cuando se quede solo. Para reconfortarle, colocaremos una botella de agua tibia en su cama, incluso sería bueno proporcionarle un reloj de cuerda cuyo sonido le recordará a los latidos del corazón de su madre. Así como elegir lo antes posible un nombre adecuado para el cachorro y repetirlo con frecuencia al dirigirnos a él. Debes evitar confundirle con nombres diferentes, ya que en esta etapa aprenderá a responder.
Si tienes otras mascotas no debes de prestarles menos atención, ya que los otros animales pueden sentir celos del recién llegado. Las presentaciones deben hacerse gradualmente, en terreno neutral y bajo tu atenta mirada, evitando dejar solo al cachorro con un gato o perros mayores. Asimismo debes alimentarlos por separado hasta que se hayan hecho amigos.
Lo más importante es mostrarse amable, cariñoso y comprensivo, incluso si el cachorro hace alguna travesura al principio porque puede ser que comience a temerte. Esta primera etapa debe de ser un periodo agradable, en la que os conoceréis y aprenderéis a confiar el uno en el otro creando las bases para una feliz vida en común.
Sin darse cuenta, las personas son las que a veces echamos a perder las enseñanzas que la perra entregó a sus crías.
La médico veterinaria especialista en comportamiento animal (etología) Mari carmen Barba, elaboró una guía de recomendaciones básicas para la familia.
Lo primero pasa por no permitirles jugar a que nos muerdan las manos, ya que así se motiva la típica dinámica canina de que "quien muerde más fuerte, gana". Cuando lo intente lo mejor es darle un juguete que pueda morder, para que entienda que nuestras manos no se deben de morder, solo se permite el que sean lamidas de forma amistosa.
También hay que tener presente que la perra no le permite mamar al cachorro cada vez que él quiere, a veces lo deja llorar para que aprenda que no todo lo que desea se le da cuando él quiere. A menudo sin saberlo, incumplimos esta norma teniéndole el plato de comida siempre lleno, acurrucándolo todo el día y dándole de comer sólo lo que a él le gusta o cuando a él le apetece, haciendo de él, probablemente, un perro caprichoso que se acostumbrará a hacer todo lo que él desea e incluso puede llegar a morder si se le reprenden.
Otro punto es fomentar la integración con otros animales, además, debe de aprender a reconocer los diferentes tipos de personas; niños, embarazadas, ancianos, hombres altos, con barba, mujeres, etc. También deben de familiarizarse con el ruido, con los coches, las bicicletas, los electrodomésticos, lugares nuevos y situaciones hasta ahora desconocidas
Lo que no ven de cachorro, al ser adultos les puede resultar amenazador.
Si la idea es que el perro duerma en su espacio, entonces olvídese de dejarlo pasar las primeras noches en las camas. Si se desea compartir la habitación con la mascota, tampoco ceda a sus ruegos: cuando llore para subirse, acarícielo y juegue con él antes de hacerlo para que sienta que la decisión fue del amo y no de él.
Sus necesidades biológicas es otro gran tema. Cada vez que el cachorro despierte o se alimente, hay que acercarlo al sector destinado para ello, es probable que defeque u orine a los pocos minutos. Al igual que si se le ve olfateando con mucho interés un lugar y dando algunas vueltas. No hay que castigarlo ni frotar su nariz en sus desechos. Cuando se consiga que evacue en la zona seleccionada es apropiado jugar con él.
Además, debe disponer de sus juguetes propios y cambiarlos cada cierto tiempo para que se vuelva a estimular. Jamás pasarle zapatos o ropa vieja, pues después no sabrá diferenciar entre sus pertenencias y las del dueño.
Cuidado también con artículos como bolitas, joyas, globos y todo lo que sea factible de ser tragado, pues al mínimo descuido lo hará. Una opción es comprar juguetes que se rellenan con alimentos.
Otro aspecto a tener e cuenta es que si el niño quiere un cachorro debe de saber que debe compartir también cuidados y que es una gran responsabilidad en la que debe de colaborar, también se le debe enseñar desde el principio que los cachorros no son juguetes y que hay que tratarlos con respeto.
Las experiencias traumáticas en los perros pueden llegar a originar a que de adulto tenga un comportamiento antisocial y convertirse en un perro agresivo o temeroso.
El resto, es cuestión de paciencia y mucho amor, con el tiempo, nuestro nuevo compañero será el más fiel y leal de nuestros amigos y nos devolverá con creces todo lo que hemos hecho por él desde su llegada.
Os deseo una feliz y larga vida en común.
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