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Opinión
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Antonio González Vieitez

Crisis platanera. Esta vez, por nuestra incapacidad

  • Asprocan no cumple su finalidad de defender el negocio platanero
  • "Quieren echar a la calle a Noguerón para poder seguir con su viejas historias&#3

Un cultivo tan antiguo como el del plátano en Canarias, con unos 130 años de vida, es lógico que haya atravesado por momentos complicados. ¡Ya en 1910! aparecieron las primeras dificultades, fíjense, por la competencia de las bananas americanas, como ahora.

Y desde entonces, las situaciones de crisis (de mercados, de precios, de sobreproducción, de baja calidad…) se han venido reiterando en el tiempo. Al punto que el plátano de Canarias tuvo que ser asistido por políticas proteccionistas desde nada menos que en 1972 cuando, en el primer REF, se declaró el mercado peninsular destino exclusivo para nuestros envíos. A partir de 1993, la protección ya pasó a competencia europea. Se consiguió la OCM del plátano, que se transformó hace tres años en un nuevo sistema. Eso sí, con un nivel de subvención impresionante, sin parangón dentro de la muy generosa Política Agrícola Común.

Pero las crisis coyunturales seguían apareciendo y, como es lógico, surgían entonces propuestas de modificación de la estructura del negocio que, una vez las aguas vueltas a su cauce normal, se olvidaban para volver a reaparecer, de forma tediosa, y ser recuperadas en la siguiente situación conflictiva.

Por ello siempre se ha tendido a valorar cualquier crisis que sobreviniera, con cierto fatalismo cíclico y con la convicción, hasta ahora nunca desmentida, de la próxima recuperación. Y en la crisis actual, sigue funcionando el viejo esquema mental: se trata una vez más de otra de nuestras crisis recurrentes.

Pero ahora eso no es cierto. Porque, nunca hasta ahora habían coincidido simultáneamente los siguientes elementos:

1).- Unas condiciones inimaginables de subvención de la U.E. que, en la práctica, eliminan cualquier posibilidad razonable de quiebra por el lado de la renta de los labradores.

2).- Un continuo incremento de la presencia de la banana americana a lo largo del último lustro (no es cierto que se haya originado a partir del inicio del 2010 cuando comenzó el descreste arancelario) que, en la actualidad, se puede calcular en el entorno del 30%. Se trata de una pérdida de difícil recuperación.

3).- Esto ha llevado a que, a lo largo de 2010, se haya tenido que acudir como auténtica medicina de caballo a la "pica" (inutilizar aquí la fruta) con unas características y un volumen jamás conocido. Cerca de 38.000 Tms. (algo así como un 9% de media anual, media que en noviembre alcanzó el 22%) y sobre todo a lo largo de todos los meses del año (a excepción de enero, febrero y agosto). De forma que la "pica" se ha convertido en "estructural". Lo nunca visto.

 4).- De forma absolutamente inexplicable y diría que casi imposible, desde septiembre a diciembre y actuando tremenda "pica", la calidad de la fruta enviada era lamentable. Pero ocurrió, y tanto que ocurrió.

 ¿Y cómo es posible que todas estas sinrazones se hayan venido produciendo, cuando existe una carísima organización, Asprocan, cuyo objetivo es justamente evitarlas?

La respuesta constatada una vez más, es que Asprocan, siendo absolutamente imprescindible para llevar adelante una verdadera gestión conjunta de la oferta (imprescindible para poder competir con la banana americana), no cumple su finalidad de defender el negocio platanero. En su actual estructura y organización no nos sirve.

¿Por qué?

Por una sencilla razón, aunque para las personas ajenas al sector les resulte del todo incomprensible. Hoy, los plataneros están "representados" en Asprocan, de acuerdo con su pertenencia a una determinada Organización de Productores y, hay seis OP (es cierto que muy heterogéneas). Y su estrategia histórica de actuación y comportamiento, como mínimo desde que el mercado peninsular se transformó en un mercado "cautivo" para el plátano de Canarias, ha sido competir entre sí. La imagen tópica del platanero era la de quien, repanchingado en su butaca de enea en su Casino, se jactaba de las patadas en las espinillas que le había dado al otro platanero "listillo" y que, ¡como él, nadie!

Hasta tal punto esto es así que, en sus actuales Estatutos, se regula que las O.P. tendrán que cumplir los acuerdos que se tomen "siempre que no vayan en contra de los respectivos Estatutos y Programas de Actuación o Normas de Producción y Comercialización de cada Organización" (artículo 8). Es decir, prevalecen las decisiones individuales sobre las colectivas. Están concebidas y diseñadas para competir entre sí y no saben, ni quieren, hacer otra cosa, de tal forma que se organizan sólo para competir con las otras OP canarias. Y así se perpetúan, incluso cuando la situación ha cambiado por completo y, ahora, sea la banana americana la que vaya absorbiendo el mercado peninsular. Eso sí, sin gastarse una perra en publicidad. Los plataneros canarios se la hacen gratis.

Todo esto está estallando ahora, entre otras cosas y aparte la creciente madurez de los cosecheros, porque Asprocan, (ya muy presionada en los últimos años para que cambiara de una vez) tuvo que contratar a un "Director de Desarrollo de Negocio de Plátano de Canarias", como primera exigencia (el famoso "chófer") planteada entre las conclusiones de un concienzudo trabajo sobre el futuro del plátano de Canarias, realizado hace cuatro años por la Consultora B-IDEAS.

Este cargo recayó en una personalidad de prestigio en el mundo de la comercialización de perecederos, el señor Rodríguez Noguerón quien, entre otras cosas, ha venido clamando en sus imprescindibles Informes Semanales, para que le dejaran llevar adelante las necesarias políticas comunes para la gestión del negocio platanero.

Y se dio un vuelco. Y lo que desde hacía mucho tiempo algunos cosecheros veníamos exigiendo desde el extrarradio del núcleo duro de Asprocan, ahora se escuchaba, adornado con trompetas y fanfarrias, desde el mismo corazón del sistema.

Por eso, los mismos dirigentes de Asprocan que se han venido cerrando en banda y han rechazado todas las propuestas del "Director de Negocio" en cuanto a normas comunes de clasificación, inspección y disciplina inmediata para  acabar con los comportamientos de los listillos de siempre, son los que en este momento han llegado a la conclusión que lo más importante que pueden hacer es echar a la calle al Sr. Rodríguez Noguerón que se ha convertido en un auténtico "caballo de Troya". Para  poder seguir con sus viejas historias, sin luz ni taquígrafos, engordando la caja negra que cada vez cuesta más a los labradores.

Y para poder justificar su expulsión, arremeten contra él con todas sus malas artes, acusándole de no tomar decisiones, culpándole hasta de la "pica" y aireando a los cuatro vientos que está cobrando un dineral (que ellos solitos aprobaron) que el susodicho no se está ganando con su infructuoso trabajo.

El próximo martes, 11 de enero, a solicitud del señor Noguerón, el Comité Ejecutivo de Asprocan tiene previsto aceptar con entusiasmo la dimisión que va a presentar y ya están tirando voladores festejando su nueva victoria.

Y justo eso es lo que no debemos permitir ni consentir los plataneros canarios. Porque de conseguirlo, y dejándolos continuar de nuevo solitos en su torre caciquil para enredar y deshacer lo que ellos han demostrado saber, esta vez, sí, serían capaces de acabar con el insustituible negocio platanero canario, después de 130 años. Por eso decimos que esta vez la crisis no es como todas las otras anteriores. Y que lo que principalmente la diferencia es que, ahora, la culpa no nos viene de fuera, todo lo contrario. La estamos protagonizando nosotros aquí en el Archipiélago. Mejor dicho, nosotros no, sino la vieja camarilla irresponsable que no quiere avenirse a razones y está dispuesta de manera incomprensible a aguantar como sea, aunque nos lleven a la hecatombe final.

Entonces, ¿qué se puede hacer?

Ante situaciones de emergencia, las soluciones tienen también que ser de emergencia. Así, se podría hacer lo siguiente, atendiendo sobre todo a la factibilidad y a la urgencia de las propuestas.

A).- Solicitar al Gobierno de Canarias que, como caso excepcional, de forma provisional y mientras no se redacten unos nuevos Estatutos de Asprocan, declare inhabilitada y en suspenso la actual arquitectura institucional de Asprocan.

B).- En el ínterin y mientras no se puedan hacer elecciones de acuerdo con los nuevos Estatutos, se encomiende al Sr. Rodríguez Noguerón que siga realizando su trabajo y llevando adelante sus propuestas, ahora ya sin la cadena de obstáculos existente hasta el momento.

C).- El trabajo del Sr. Rodríguez Noguerón se hará de acuerdo con la estrategia y con los objetivos del Programa propuesto en el estudio de B-IDEAS que obtuvo un importante consenso cuando se presentó y discutió en su día.

D).- El Gobierno de Canarias deberá liderar el proceso para finalizar con prontitud la etapa provisional. En especial la redacción de los nuevos Estatutos de Asprocan y el primer proceso electoral.

 

Antonio González Vieitez es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

 

 

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