Todos somos conscientes de que en los tiempos difíciles es necesario agudizar el ingenio, y cualquier oportunidad no explorada con anterioridad puede resultar interesante, incluso, a veces, suelen forjarse nuevos proyectos de futuro con grandes rendimientos, no sólo en el plano económico, sino también en lo personal y/o social.
Viene esta reflexión a resultas de varias coincidencias ocurridas en los pasados días, que me han recordado una vieja idea que incluso en algún momento propuse (sin demasiado éxito por cierto) realizar alguna acción tendente a fomentar el cultivo de la manzana de sidra en la isla de La Palma, que es la materia prima para la elaboración de la sidra natural, producto típico, como casi todos sabemos, del norte de la Península, y en especial de Asturias.
Existen varios factores que, desde el punto de vista técnico, harían bastante viable el conseguir elaborar auténtica "sidra natural" en la isla de La Palma, que a continuación expongo, sin perjuicio de que quede alguno en el tintero, que cada persona pueda aportar por su cuenta:
– El factor clima: el manzano, como árbol frutal, necesita de unas condiciones climáticas determinadas (humedad, temperatura, horas de frío, etc) las cuales se dan perfectamente en La Palma, concretamente en las zonas altas de medianías (Garafía, Puntagorda, Barlovento, las Breñas…), donde las temperaturas, si bien no son las mismas que en el norte peninsular, si reúnen condiciones idóneas para una correcta producción ( no hay más que darse una vuelta por esas comarcas y ver la buena calidad de la manzana local), lo que de facto nos confirma que las condiciones climáticas son ideales para este cultivo.
– El factor suelo: íntimamente ligado al apartado anterior, se puede constatar que los suelos de la Isla son ideales para conseguir buenas producciones de manzanas.
– El factor humano: no se puede poner en duda la capacidad y conocimiento del agricultor local, con un gran arraigo al terruño, y la posibilidad de diversificar su trabajo, aprovechando así numerosas fincas que se han venido abandonando con el tiempo y que se pueden cultivar perfectamente, sólo con aflorar la posibilidad de buscar una salida provechosa a los frutos cosechados, ya que uno de los graves problemas del agricultor palmero es darle salida a sus productos, sea cual sea este, y a los hechos me remito.
– El factor tradición: este sería donde más habría que esforzarse, de cara a que el productor lo viese como una manera más de diversificar la economía local; pero hecha esta salvedad, en la que sería importante la participación activa de las distintas administraciones publicas, no le veo mayor dificultad porque el proceso de elaboración de la sidra natural es muy similar al del vino (obviamente con distinta materia prima), pero el resto del proceso, incluido el equipamiento necesario, hasta conseguir el resultado final, es bastante parecido (la uva se pisa/la manzana se machaca o "maya"; procesos de fermentación parecidos; filtrado, embotellado, etc.) Con las lógicas especificidades de cada producto, que después como sabemos cada bodega tiene sus propios métodos de elaboración, buscando su toque personal.
Para conseguir una buena sidra, se pueden utilizar distintas variedades de manzana, unas con sabor más acido, más dulce, amarga, etc, (lo mismo que se utilizan distintas variedades de uva para los vinos), siendo ya cada bodega la que buscará la adecuada combinación, según su producción, pero que todas ellas entiendo se pueden adaptar a las condiciones de la isla de La Palma.
Sobre la sidra natural se ha escrito mucho sobre sus propiedades medicinales y terapéuticas de la misma, que sin pretender ser exhaustivo, ya que no ese el motivo de este escrito, se le reconocen numerosos beneficios para la salud (eso si, como toda bebida, con moderación), entre otros los siguientes: diurético, antiinflamatorio, anticolesterol, laxante, sedante, etc; de igual manera, se le atribuyen numerosas propiedades medicinales al vinagre de manzana, sin olvidarnos del tradicional uso como fruta.
Para terminar, decir que he constatado personalmente que el producto final obtenido "sidra natural" es muy apreciado por la gente de La Palma, ya que en distintos eventos en los que ha participado el Centro Asturiano de La Palma, brindando con sidra a toda aquella persona que se acercaba por nuestros kioskos, hemos visto que a casi todo el que la probaba, hablaba maravillas de ella (muchas personas jamás la habían probado, confundiéndola con otras sidras espumosas típicas de la navidad, lo cual de por si para nosotros como colectivo, nos reconforta bastante, por aportar algo nuevo a la Isla).
Pedro J. Tames Romano
(Ing. Tco. Agrícola y presidente del Centro Asturiano de La Palma)
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