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María Victoria Hernández

Festividad de las Angustias

  • En 1562 en rogativa de lluvia visitó Santa Cruz de La Palma

Nuestra Señora de las Angustias, 15 de agosto. María Victoria Hernández.

Cada 15 de agosto cientos de peregrinos, como hace siglos, celebran la festividad de Nuestra Señora de las Angustias en Los Llanos de Aridane. El Santuario mariano, en el margen derecho del barranco del mismo nombre, acoge desde primeras horas de la mañana a caminantes llegados de toda la geografía insular que vienen a "visitar a la Virgen" y a "gozar misa".  Por tradición el programa recoge actos estrictamente litúrgicos, salvo el concierto de la Banda Municipal de Música (fundada en 1858).

Al mediodía tiene lugar la celebración solemne de la eucarística. Para mayor asistencia de fieles desde hace unos años  tiene lugar en la plaza que circunda el antiguo Santuario Marino. La venerada imagen de Nuestra Señora de las Angustias, Alcaldesa Honoraria de la ciudad, recorrerá en procesión los lugares de costumbre, acompañada por  la arqueta que contiene las santas reliquias dejadas en depósito en 1570 por los Beatos Mártires de Tazacorte. La celebración contará con la asistencia de la Corporación Municipal en Pleno y otras autoridades.

Desde muy antiguo se ha profesado culto especial a esta imagen mariana, de factura flamenca del siglo XVI. En épocas de pertinaz sequía en la isla, la Virgen de las Angustias peregrinó en rogativa lluvia. En 1562 figura el más antiguo dato conocido de estas antiguas plegarias, recogido por el portugués Gaspar Frutuoso. En el próximo años de 2012 se cumplirá el 450 aniversario del traslado de la Virgen de las Angustias, por Camino Real de la Cumbre, hasta el templo de El Salvador en Santa Cruz de La Palma. 

La interesante noticia de Frutuoso recoge textualmente:   "…ya que en este momento no quedaba ni se hallaban hierbas que comer y las gentes andaban como absortas, haciendo procesiones: La primera fue a la ermita de Las Angustias, a tres leguas de la ciudad, en la que reunieron más de 2.000 almas sin tener nada que comer, pues no lo tenían; sin embargo a todos mantuvo durante los dos días que allí estuvieron un tal Luis de Vendaval, flamenco, persona honrada y rica, casado con Dª María Bellido, natural de la Isla, hija de uno de los principales de la misma.

Y es de notar que, aunque hizo viento y llovió en la cumbre, no se apagó la cera durante la rogativa en todas aquellas tres leguas de camino, aquel día primero de marzo de 1562. Sobre esto se pronunció un sermón en la iglesia de El Salvador de dicha ciudad, aquella noche a la vuelta, al tiempo que se mostraron las reliquias de los santos, antes de la despedida.

Y en la víspera de N. S. de la Asunción, 14 de agosto de dicho año, llovió súbitamente, tanto que hartó la tierra de agua, y al año siguiente de 1563 dio Dios tanto trigo, que de una fanega que se sembró, se cogieron ciento diez e incluso ciento doce; también fue abundante la cosecha de vino ese año".

María Victoria Hernández, Cronista Oficial de Los Llanos de Aridane

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