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Opinión
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José López Mederos

El degüello de Butterfly en San Francisco

  • Un ejemplo y una maestría de cómo se puede representar una ópera al aire libre
  • Muy buena en casi todo menos en el trágico final de la Madama

Anoche tuve el placer de asistir a una magnífica representación de la famosa ópera de Giacomo Puccini "Madama Butterfly" en el patio del ex-convento de San Francisco en Santa Cruz de La Palma; un verdadero regalo para la vista, los oídos y el alma que nos ha hecho un palmero de muchos quilates llamado Jorge Perdigón, soberbio tenor y alma mater de ACAPO, organismo cívico que, contra viento y marea, incluida la crisis que nos  machaca,  ya va por la realización de V Festival de Ópera de La Palma ¡Casi nada! Gracias a todos sus componentes que, desinteresadamente (es verdad), se han comprometido con esta gran empresa cultural en beneficio de toda La Palma, magnífico ejemplo de cómo la sociedad civil palmera es capaz de organizar eventos de muy alta calidad cultural que ya se conocen, respetan y valoran  en toda Canarias y fuera del Archipiélago también, empresa titánica realizada con muchos esfuerzos, compromisos, desvelos y pocos "maravedíes", con alguna ayuda oficial del Cabildo, Ayuntamiento (¡Faltaría menos! ¿No?) y varias empresas privadas y entidades financieras establecidas en La Palma.

Me se que los nudillos de muchos de los componentes de ACAPO ya tienen cayos sangrantes en las manos de tocar infinidad de puertas pidiendo ayudas y auxilios. No cabe duda de que el trabajo de todas estas buenas gentes está, desde hace años, dejando en ridículo a las instituciones oficiales que con mucha mas "pasta" hacen muchísimo menos y de inferior calidad. Que les sirva de ejemplo y aprendan.

Muy buena en "casi" todo la representación de anoche, un ejemplo y una clase maestra de cómo se puede representar una ópera al aire libre, sin el clásico escenario de teatro con telones ni decoración "ad hoc", sino a base de imaginación; magnífico el escenario levantado ex profeso para la ocasión, sin alharacas, con cientos de farolillos nipones (creo que traídos desde El Mikado) que, con sus muy bien controladas tonalidades lumínicas, dieron perfecta cobertura a la acción.

Por cierto, me asombró la compostura del público durante la acción: silencio absoluto, tan denso que se podía cortar, ni siquiera oí esa molesta tos que suele importunar e incomodar en eventos tales.

En cuanto a los intérpretes una gozada; en "Madama Butterfly" el peso de la obra está cimentado fundamentalmente en dos personajes femeninos: "Cio-Cio-San" (Madama Butterfly), inerpretado en este caso por la soprano armenia Karine Babajanyan, y su camarera "Suzuki", a cargo de la mezzosoprano bielorrusa Oksana Volkova , muy bien ambas en todo: tono, modulación  e interpretación, elegantes, graciosas y trágicas según convenía al momento.

Sharpless, el "alcohólico" cónsul de los EE.UU. muy bien interpretado y mejor cantado por el barítono ruso Yuri Batukov.

Del "Teniente Pinkerton" (Jorge Perdigón) poco voy a decir porque como es amigo mío todos van a pensar lo mismo: "Claro, es un amiguete". Sólo esto: cada vez me gusta más. ¡Que bueno, niño! 

Me gratificó "un montón", y no a mí solo (lo pude comprobar),  la intervención del muy joven barítono palmero Anelio Concepción Candelaria (que actualmente se educa en Alemania), como "Comisario Imperial," en la que debe ser, creo, su primera intervención pública en una ópera y en La Palma. Otra "culpa" de Jorge Perdigón y de su padre Anelio Senior. Algo en mis entretelas me dice que este joven palmero nos va a dar muy buenas satisfacciones en los próximos años. Al tiempo.

El Coro y Orquesta del Bolschoi de Bielorrusia soberbios.

Pero… dije antes que "casi" todo estuvo muy bien y ese "casi" contempla "algo" que ni entendimos ni compartimos muchos: el trágico final de la "Madama".

Veamos: Puccini y el libreto que le inspiró entienden y conciben la tremebunda muerte por suicidio de "Butterfly" a la manera tradicional del Viejo Imperio del Sol Naciente: el honor de morir gloriosamente,  mediante el "seppuku" o "hara-kiri: la muerte por auto-desentrañamiento producida con la afiladísima daga "tanto", según la tradición del "bushido", el código de honor de los guerreros samurai; "Butterfly" ha de utilizar la misma daga y el mismo ritual con el que su padre se hizo el "seppuku".

Entiendo que, aunque existió la modalidad femenina del "hara kiri" llamada "kaiken" consistente en el corte de la carótida, la utilizada anoche en San Francisco, no es, en mi corto saber de esta lides, la tradicional utilizada en este ópera de Puccini que tiende, supongo, a elevar el sentido y dignidad del suicidio de una "samurai por amor" como es el de la geisha "Cio-Cio-San", sustituyéndola por el brutal auto-degüello de anoche que de haber sido así en la realidad hubiera inundado de sangre buena parte del lugar, algo que horrorizaba entonces a la sociedad japonesa; suicidio honroso sí, pero "limpio", como era el "hara kiri", reglamentado minuciosamente en todos sus extremos.

No sé si en otras interpretaciones de "Madama Butterfly" se ha cambiado el "hara kiri" por el "kaiken" ni si Puccini lo contempló alguna vez. Confieso mi más absoluta ignorancia pero el degüello de anoche muchos ni lo entendimos ni lo compartimos.

En mi opinión y en la de muchos, muy discutible por supuesto, se debe ser fiel a los libretos originales y respetarlos en su totalidad tal y como fueron concebidos en su época. No entiendo ni comparto unos "Nibelungos" (por poner un ejemplo) disfrazados de "hipis" y en motos.

De todas maneras, para gusto se pintan colores.

De nuevo, ¡muchas gracias a todos y todas los componentes de ACAPO!

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