España y sus nacionalismos

Hace unos días participé en un curso de la Universidad Complutense de Madrid, en El Escorial, que se denominó: "España y sus Nacionalismos", sobre todo porque soy de la creencia de que cuando uno se dedica a esto de la política debe de hacer un esfuerzo para estar documentado, y no cabe duda de que en unos tiempos donde la opinión pública piensa que la ideología está desacreditada (o al menos puesta en duda), habrá que esforzarse en aprender sobre cuestiones con las que trabajamos día a día.

El curso estaba dirigido por mi compañero, y ahora Eurodiputado Ramón Jáuregui, y habrá que reconocer que tanto por los contenidos como por los ponentes ha sido un gran curso.

Se abarcó durante los cinco días temas como son: El concepto de Nacionalismo como tal, e incluso el concepto de Nación Española en particular.

¿Qué es lo que entendemos por Nación, en estos tiempos, en los que la globalización tiende a tender sus tentáculos hacia más allá de lo imaginable? Un territorio geográfico, con la misma lengua (en España existen hasta cuatro lenguas cooficiales), sin contar otras muchas que se hablan en distintas comunidades, religioso (creo que hoy en día hablar de esto sería absurdo), cultural, esta definición podría ser acertada,  en cuanto a que las distintas CCAA que integran hoy nuestro país, comparten de todo un poco.

Después está el tema de la simbología, el himno, la bandera, y el repelús que a todos los que nacimos en la posguerra nos produce (por el hecho de haber sido siempre santo y seña de los vencedores), de manera y forma que en contra de lo que ocurre en otras partes del mundo el ver nuestra bandera a muchos de nosotros nos produce indiferencia, y el himno nacional debe de ser uno de los únicos que carecen de letra ( lo más habitual es que tarareemos, chunda, chunda……), esto no lo digo yo, lo decía un Catedrático de Historia de la Universidad de Barcelona; hasta tal punto que habló de que el deporte se ha convertido en una característica del sentimiento de nación (y a las pruebas nos podemos remitir).

Y a todas estas, ¿qué es ser nacionalista?, se define como: "un sentimiento de pertenencia a……..", a un territorio, a una cultura, a………….., un lo que sea, algo que nos diferencia, que nos hace peculiares, que nos une frente a otros que no consideramos iguales. Por definición es incluyente (todos lo que son o piensan como yo), y a la vez excluyentes (lo que no piensan como yo, estarán fuera).

Frente a esto tenemos un mundo que económicamente cada vez está más globalizado, y que a nivel político cada vez es más local o nacional. Pero además tenemos la realidad de un mundo que tras la irrupción de las nuevas tecnología (internet, fundamentalmente), la cual produce una ruptura de las barreras, creando en los ciudadanos una cierta sensación de vacío en este mundo globalizado; y quién acude de nuevo a su salvación: pues como no podía ser de otra manera, la religión y los nacionalismos.

Se dedicaron dos jornadas a lo que se denomina: "nacionalismos periféricos", periféricos geográficamente claro, que son el catalán y el vasco, que tienen a la vez la peculiaridad de ser similares y distintos, uno porque hace ya tiempo que se echó al monte con la violencia, y el otro porque tiene una visión más amplia, ya que es un nacionalismo con visión europeísta.

La conferencia de clausura la dio Alfonso Guerra, que sigue en estos momentos despertando admiración y respeto en unos y controversia y crispación en otros. El caso es que no deja indiferente a nadie.

 A mí me pareció una conferencia magnífica, en la que durante casi dos horas fue capaz de sintetizar aquello que llevábamos debatiendo durante cinco días, con la maestría que da el conocimiento y la lucidez que permite el haber participado en primera persona en determinados procesos de la historia de España.

No se tocó el nacionalismo canario, aunque por supuesto que pregunté a alguno de los ponentes que participaron la opinión que les merecía, en realidad su respuesta vino a confirmar mi creencia, ya que les parecía más una unión de intereses sociopolíticos que un nacionalismo serio que mereciera una análisis ponderado, con esto no quiero crear polémica sólo reflexionar sobre la idea que les produce los que nos gobiernan (lícitamente, por supuesto) a los estudiosos de estos temas.