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Opinión
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Ismael Rodríguez Hernández

Procedimientos en los incendios forestales

  • No tengo la menor duda de que se está actuando según el protocolo

Como no puede ser de otra forma, respeto y respetaré todas las opiniones que se puedan exponer sobre este asunto y que discrepen con lo aquí escrito.

Después de leer opiniones sobre lo que está sucediendo en La Palma me gustaría hacer algunas puntualizaciones y sólo serán opiniones mías que tampoco debe compartir nadie si no lo desea.

Desde el año 1997 el Gobierno de Canarias tiene aprobado el Plan Canario de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales (INFOCA – Descargar en PDF (626 Kb)), que ha sido modificado en más de una ocasión.

Dada la magnitud que tomaba el incendio y a petición de la Presidenta del Cabildo Insular de La Palma, Guadalupe González, el sábado 1 de agosto de 2009 el Consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano,  declaró la situación de emergencia en nivel de gravedad 2 del incendio forestal de la isla de La Palma, asumiendo las competencias y la dirección de todo el operativo, según establece el artículo 5.5 del INFOCA.

Para que se entienda mejor, el INFOCA clasifica los incendios forestales, según su gravedad, en cinco niveles:

1º.- El Nivel de Gravedad tipo 0A es aquél que puede ser controlado con los medios de extinción contemplados en el Operativo Insular de Extinción con los medios, en su caso, de apoyo locales de rápida intervención solicitados por el Director de Extinción de acuerdo a los procedimientos que se establezcan (especialmente en los Planes Insulares y Municipales de Emergencia), y con los medios aéreos. Estos incendios no suponen peligros para personas ajenas a las labores de extinción, ni para bienes distintos a la naturaleza forestal.

2º.- El Nivel de Gravedad tipo 0B es aquél que no puede ser controlado con los medios de extinción que existen en la isla y precisa la movilización de medios de otros operativos insulares. Estos incendios no suponen peligros para personas ajenas a las labores de extinción, ni para bienes distintos a la naturaleza forestal.

3º.- El Nivel de Gravedad tipo 1 es aquél en el que se prevé, por su posible evolución, la necesidad de puesta en práctica de medidas para la protección de las personas y bienes que puedan verse amenazados por el fuego.

4º.- El Nivel de Gravedad tipo 2 es aquél en el que se prevé la necesidad de incorporar medios dependientes de la Administración General del Estado diferentes a los previstos en el INFOCA, o que puedan comportar situaciones de emergencia que deriven al interés nacional.

5º.- El Nivel de Gravedad tipo 3 es aquél en el que habiéndose considerado comprometido el interés nacional, así sea declarado por el representante de la Administración del Estado, por iniciativa propia o a instancia del Presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias de se prevé la necesidad de incorporar medios dependientes de la Administración General del Estado diferentes a los previstos en el INFOCA, o que puedan comportar situaciones de emergencia que deriven al interés nacional.

Centrándonos en el Nivel de Gravedad tipo 2, que es el que se ha declarado en La Palma, la Dirección del Plan de Emergencia la asume el Consejero don José Miguel Ruano. A su lado y bajo sus órdenes tiene a un Gabinete Asesor, un Comité de Dirección y un Gabinete de Información.

El Centro de Coordinación Operativo Integrado es el CECOES 1-1-2, que es el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias, está apoyado por el CECOPIN, que es el Centro de Coordinación de Extinción de Incendios del Cabildo de La Palma.

Sin conocer los detalles, estoy plenamente convencido de que todo el operativo ha estado coordinado y han tirado de todos los recursos humanos y materiales disponibles y no me cabe la menor duda de que han aplicado todos los protocolos de actuaciones para el Nivel de Gravedad tipo 2.

Dicho todo esto, sé que hay gente que opina que por qué no se permitió o se permite que los vecinos que lo deseen puedan permanecer en el lugar de la catástrofe tratando de proteger sus bienes y pertenencias. Entiendo que la respuesta debe ser que no, porque el primer objetivo de cualquier plan de emergencia es proteger la integridad física de las personas y no cabe la menor duda de que, en este tipo de catástrofes ya arriesgan mucho los profesionales que cuentan con formación y experiencia para tratar de sofocar los incendios. Aquí hay que aplicar el refrán que dice: "zapatero, a tus zapatos".

Me reafirmo más en esta posición después de vivir directamente hace justamente dos años un incendio similar al que están viviendo en La Palma durante estos dos días y, sobre todo, a los incendios de Portugal, de Grecia y a los que se han producido en distintas partes de la Península en estos dos meses en los que además de bomberos han muerto residentes de las zonas afectadas por los incendios. En mi opinión, las prioridades a proteger son las personas, después los animales y a continuación las cosas materiales, por ese orden. Sé que en un caso así me llevaría conmigo a mi perrita o a cualquier animal que dependiera de mi. Si se tratara de aves, las dejaría volar. Si se tratara de ganados, les abriría todas las puertas si el fuego fuera inminente. Bueno, sé que se me escapan cosas, pero siempre optaría por proteger la vida.

Una última duda que también ha planteado algún lector es que si no se debería echar mano por parte de los servicios profesionales de emergencia de aquellas personas vecinos y residentes de las zonas afectadas conocedoras del terreno, de donde están los estanques, por donde pasan las tuberías de agua, etc.

Hace dos años, con la carretera de acceso desde Maspalomas a Tunte cortada por la Policía, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana dispuso de una guagua para subir a Fataga a  bomberos del aeropuerto de Gando que se ofrecieron voluntarios para relevar o reforzar los servicios contra-incendios que llevaban todo el día trabajando en esa zona. En esa guagua el Ayuntamiento permitió, a instancias y la insistencia de los mismos, subir a diez vecinos de Fataga, conocedores de la zona. Para que ayudaran a los servicios profesionales allí desplazados a localizar bocas de agua, estanques, pasadizos, etc. Fueron rechazados y devueltos a Maspalomas por las autoridades que estaban próximas a las zonas afectadas ya directamente por el fuego porque no podían garantizar su seguridad, además de que no eran ni profesionales ni contaban con vestimentas y equipamientos para soportar el humo asfixiante y el calor del fuego. Entendimos acertada esa decisión y no la cuestionamos.

Con eso quiero decir que en los protocolos de actuación del INFOCA está previsto la participación de representantes del Ayuntamiento en distintos ámbitos, entre ellos en el denominado Puesto de Mando Avanzado, que es donde opera el Director de Extinción y es el lugar donde se dirigen las actuaciones directas de todos los grupos que participan en la extinción del incendio. También en ese Puesto de Mando Avanzado los Ayuntamientos afectados por el incendio tienen a un representante por municipio.

No tengo la menor duda de que en el incendio que asola a La Palma se está actuando así y, por tanto, no sólo no hay que dudar del trabajo que realizan todos los profesionales y voluntarios para minimizar en lo posible los efectos de las llamas, sino que, por el contrario, hay que apoyarles ahora y felicitarles después por el esfuerzo y sacrificio impagable que realizan en beneficio de la colectividad.

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