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Opinión
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José M. López Mederos

Curiosidades de nuestra historia

  • La Palma y la Constitución de 1812

Ya pronto a finiquitar este año de 2012 en el que se ha conmemorado el Bicentenario de la Primera Constitución española, popularmente conocida como "La Pepa" por haberse proclamado el 19 de Marzo de 1812 en Cádiz, convendría recordar qué repercusiones tuvo en La Palma aquel importantísimo evento de la historia de España, acaecido entre 1808 y 1814 , acontecimientos que, aún sucediendo muy lejos del Archipiélago, tuvieron sus reflejos en Canarias, unos generales, como la preocupación por el abastecimiento y el comercio de las islas, el reclutamiento de jóvenes para los contingentes militares, o la posible ocupación de Canarias por la Francia napoleónica que prácticamente había ocupado casi toda la España peninsular y que iba ganando la conocida como Guerra de La Independencia hasta 1812, y otros sucesos específicos que afectaron directamente a La Palma.

Los francés en La Palma

Hay acontecimientos acaecidos en los inicios de la Guerra que tendrán influencias directas en Canarias como es el caso de los prisioneros franceses.

-Entre el 2 y 3 de mayo de 1808, cuando se produce el alzamiento contra la ocupación francesa en muchas partes del territorio nacional, es capturada una flota francesa que se encontraba surta en la bahía de Cádiz. Problemas que se plantean: alimentarlos y vigilarlos; se envían a varias zonas libres. Unos 1.484 son enviados a Canarias, a Tenerife y a Las Palmas.

-Al producirse la gran victoria española en Bailén( 19 de julio de 1808, del General Castaños sobre el Mariscal francés Dupont) se plantea aún más el grave problema de los prisioneros de guerra ( más de 15.000) que en su mayoría (unos 9.000) son recluidos en la desolada Isla de Cabrera donde fueron prácticamente abandonados a su suerte y en condiciones verdaderamente pavorosas ( de cada cuatro prisioneros tres murieron de enfermedades o de hambre); un cupo de unos 800 se envío a Canarias, 200 de ellos a La Palma (junio de 1810)), que en principio iban a ser ubicados en Argual y definitivamente en unas casas de Doña Mencía Vandale, en el nº 15 de la calle de San José ya que reunía las condiciones necesarias. Los gravísimos problemas de su mantenimiento (las cantidades prometidas jamás vinieron a La Palma) aconsejaron a las autoridades insulares dejarles en total libertad por toda la Isla a condición de que se procuraran su sostenimiento con el trabajo, como así fue.

Al respecto dice Juan B. Lorenzo ("Noticias para la Hª de La Palma") que "entre los varios trabajos que hacían tuvieron gran aceptación unas bonitas "gorras" de paja para señoras y "cestillas" de lo mismo, que lograron hacerse de moda. Nuestros paisanos aprendieron a hacer esta clase de labores…"

Terminada la guerra en 1814 muchos de estos prisioneros franceses se quedaron en Canarias y en La Palma, donde fundaron sus familias y dejaron su descendencia; de ellos provienen apellidos tan canarios como Dugour, Berthelot, Baudet, Beautell, Croissier, Dionis, Duchemin, Garnier, Pombrol (Pomerol), Reverón, Serís o Mafiotte (Michel Mafiotte, que había sido oficial de la Armada francesa, fue el fundador y primer director de la Escuela Náutica de Tenerife).

Diálogo del Castillo y la Nave de la Bajada de la Virgen de 1810

En La Palma la Guerra de la Independencia no se vivió como algo lejano y no solo por la presencia aquí de un contingente de prisioneros de guerra sino por el hecho en sí de la invasión patria y por la preocupación de qué pudiera suceder en el futuro inmediato; el variopinto ejército español de aquel entonces solo pudo ganar a los franceses en una ocasión: Bailén; y pese a la gran ayuda de Inglaterra (Duque de Wellington) y de Portugal la guerra se perdía; Napoleón viene personalmente a España al frente de un poderoso ejército y afianza el dominio francés; será la desastrosa campaña de Rusia en 1812 la que obliga a retirar buena parte del ejército francés de España y en definitiva la causante de la derrota de Napoleón.

Pero eso en La Palma de 1810 no se sabía, evidentemente, y había preocupación por lo que pudiera pasar: si ganaba Napoleón la ocupación de las Islas Canarias estaba más que "cantada". Y tanto es así que hasta en los actos de nuestra tan entrañable Bajada de La Virgen, la del año 1810, hay un buen reflejo de esa preocupación.

En una parte del Dialogo del Castillo y la Nave, se expresa lo que sigue:

"Nave:

Si; vengo a traer la paz a la nación

De mi amado Fernando; la religión. (Referencia al Rey Fernando VII)

Castillo:

¿Quedará castigada la traición

Del infame, del vil Napoleón?

Nave:

Si, confiad en mi auxilio y protección.

Castillo:

¿Y cuando abatirá las Españas
Este tirano?

Nave:

Luego

El será confundido este año.

Castillo:

Todos lo esperamos de ver Señora

Por que sois nuestra Madre y Protectora."

(Archivo Antonio Pestana. Museo Canario. Las Palmas .Autor desconocido.)

Otros aspectos

Primer ayuntamiento constitucional

Al entrar en vigor la Constitución de Cádiz y al aplicarse los artículos 313 y 314 de la misma comenzaron a constituirse los actuales municipios en casi todo el territorio nacional. En Canarias desaparecieron los Cabildos Insulares al menos como entidades territoriales y políticas, hasta 1912 cuando se establecen los actuales Cabildos Insulares canarios.

En Santa Cruz de La Palma se celebraron las primeras elecciones municipales entre el 15 y 16 de Noviembre de 1812, saliendo elegido como alcalde D. Felipe Massieu y Tello y como segundo D. José Alejandro Luján.
El día 1 de Enero de 1813 tomaron posesión todos los componentes de la Corporación Municipal, quedando así constituido el primer ayuntamiento constitucional que tuvo Santa Cruz de La Palma.

Poco después se fueron constituyendo el resto de los ayuntamientos de la Isla, once entonces, a saber: Breña Alta, Breña Baja, Mazo (incluía a Fuencaliente, que se segregó en 1837), Los Llanos (erigido en Agosto de 1812, ;comprendía también a El Paso, que se segregó en 1837, y a Tazacorte, que lo hizo en 1925), Tijarafe, Puntagorda,, Garafía, Barlovento, San Andrés y Sauces y Puntallana, "quedando la ciudad capital, antiguamente tan extensa, reducida desde entonces a muy estrechos límites" (J.B. Lorenzo)

Los Doceañistas canarios

No cabe aquí un comentario amplio sobre los Diputados Canarios en Cádiz y sus aportaciones a la Constitución del Año Doce, pero sí al menos una pequeña referencia. Fueron cuatro los elegidos por Canarias, mediante un sistema electoral muy alejado del que hoy tenemos, muy restringido y censitario, siendo las condiciones para ser elector y elegible las de ser varón, mayor de edad (entonces por encima de los 25 años), cabeza de familia, tener bienes propios o una cantidad de ingresos determinada, saber leer y escribir (lo que muy poca gente sabía); los trabadores del servicio doméstico estaban excluidos del derecho al voto; en resumen: buena parte de la población española, en particular las mujeres y la clase trabajadora, la inmensa mayoría, no tenía derecho al voto. No es de extrañar que la mayoría de los Diputados fueran eclesiásticos (97, incluidos varios Obispos), abogados (60), funcionarios (55) y militares (37).

De todas maneras, aún no siendo unas elecciones democráticas al uso, era la primera vez que se hacía la consulta "a la Nación" y no solo a los estamentos de los privilegiados, lo que ya de por sí era un avance y permitió que derminados miembros de la burguesía "liberal" española se estrenaran en la vida política española y aportaran importantísimos avances sociales, políticos y económicos a una España prácticamente anclada en la Edad Media.

Fueron los Diputados Canarios los que siguen:
Don Antonio José Ruiz de Padrón (San Sebastián de la Gomera, 1757 – Portela de Valdeorras, Galicia, 1823). Eclesiástico. Diputado por las Islas de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro. Durante su estancia en Filadelfia (USA), conoció, trató y discutió con personalidades de la talla de Benjamín Franklin y George Washington que le admitieron en sus tertulias. Ruíz de Padrón fue de los cuatro Diputados canarios el más preparado, erudito y formado, muy avanzado en su pensamiento político "liberal" y el más reconocido por sus "colegas"; sus principales actuaciones en Las Cortes de Cádiz fueron contra la Inquisición, siendo uno de los impulsores de su primera abolición.

Don Pedro José Gordillo y Ramos (Guía de Gran Canaria, 1773 – La Habana, 1844). Eclesiástico. Diputado por las Palmas. Posiblemente haya sido el "primer autonomista" al proponer en 1811 la necesidad de crear una Junta de Canarias, una especie de gobierno autonómico que intermediase entre el pueblo y el Gobierno, con un reparto equilibrado de miembros entre las islas.

Fernando de Llarena y Franchy (La Laguna, 1779 -1861).
Único seglar de los cuatro Diputados canarios: Hacendado y Alto Funcionario de Hacienda. Fue Diputado por La Palma. Liberal moderado.

Santiago Key y Muñoz (Icod, 1772, Sevilla, 1821), Eclesiástico. Diputado por Tenerife. De ideas absolutistas, opuesto a la libertad de pensamiento, fue defensor del Sto. Oficio de la Inquisición llegando a ser componente del mismo.

La Constitución de Cádiz de 1812, vista 200 años después, nos parecerá corta, incompleta, ineficaz y poco democrática pero para su época y para aquella España era, para algunos, "muy avanzada"; realmente tuvo muy poca vigencia (no llegó a tres años) y prácticamente fue inaplicable, pero fue la primera y punto de refencia inexcusable de las muchas que vinieron después en la historia del constitucionalismo español.

José M. López Mederos

 

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