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Opinión
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Guadalupe González Taño

Gracias

  • En estos días hemos demostrado que sabemos trabajar juntos
  • Abogo por un pacto en Canarias para buscar medidas para luchar contra el fuego

Guadalupe González Taño, presidenta del Cabildo.

La tragedia ha vuelto a sacudir en los últimos días a la isla de La Palma. Todavía hoy, más de una semana después de que se iniciara el fuego, tratamos de recuperar la tranquilidad que tan brutalmente rompió el incendio. Pero, desgraciadamente, hay una serie de familias de Fuencaliente y Villa de Mazo que tardarán años en superar la pérdida de sus viviendas, sus enseres, sus negocios y los recuerdos de toda una vida.

Con ellos está toda nuestra preocupación y, estoy segura, la de todos los palmeros y canarios que, incluso desde lejos, han vivido este drama como si fuera el suyo. Que tengan la seguridad de que no nos vamos a olvidar de su situación y que vamos a hacer todo lo que humana e institucionalmente esté en nuestra mano para lograr que esta pérdida sea lo menos dolorosa. Desde todas las administraciones hemos hecho lo posible para que las ayudas se aprueben y, sobre todo, lleguen cuanto antes  a sus destinatarios. Y no vamos a descansar hasta que todos los que han resultado perjudicados por el incendio estén atendidos y en situación de volver a una cierta normalidad.

A la hora de hacer balance de todo lo ocurrido, inmediatamente también pensamos en las cientos de personas que han velado durante estos duros días por salvaguardar nuestras vidas y nuestras viviendas. Su labor ha sido titánica y nunca les agradeceremos lo suficiente su dedicación y desvelos para frenar las llamas y que provocaran los menores destrozos posibles.

Además de los profesionales que pasaron días sin dormir hasta conseguir dominar el incendio, quiero también recordar a los vecinos que ayudaron en estas tareas y a los que altruistamente respondieron inmediatamente para ayudar a aquellas personas que lo necesitaban.

Una vez más ha quedado demostrada la solidaridad de los palmeros, pero también las de los ciudadanos de toda Canarias e incluso de la Península y de otros países que se han puesto en contacto con nosotros para mostrarnos su apoyo y cariño tras conocer la situación de manos de los medios de comunicación, que también estos días se han volcado para dar a conocer de forma rigurosa lo que estaba ocurriendo.

En estos días hemos demostrado que sabemos trabajar juntos, los ciudadanos, profesionales y administraciones. Lo que tenemos que conseguir ahora es que esa colaboración y solidaridad no se paren aquí y que sirvan para que entre todos busquemos soluciones para que tragedias así no se vuelvan a repetir.

Desde estas líneas me gustaría abogar por un pacto en Canarias que nos sirva para buscar medidas que nos ayuden a todos a luchar contra el fuego antes de que se produzca, es decir, con la prevención.

En las últimas décadas, el progresivo abandono de las labores agrícolas y ganaderas y el cambio de uso de los recursos forestales han provocado que nuestros montes se conviertan en muchos casos en auténticos polvorines que arden sin remedio cuando el fuego se desata. Si a eso se suma que cada vez son más frecuentes las olas de calor, nos encontramos con que cada verano el peligro de incendio es más y más evidente.

Debemos entre todos, y por eso así lo propondré a mis compañeros de la Federación Canaria de Islas, buscar los medios para frenar esta amenaza, y debemos hacerlo cuando, según los expertos, se apagan los fuegos, que es en invierno.

Convendría estudiar la posibilidad de crear una comisión técnica de estudie que valore la situación, porque no se trata sólo de tener más medios técnicos y humanos para la extinción de incendios en cada isla, que también, sino de poner en marcha medidas que nos ayuden a preservar nuestra propia integridad, la de nuestras posesiones y la riqueza natural de las Islas.

Es fundamental un cambio de concienciación de administraciones y ciudadanía para que prevenir y evitar que el fuego se inicie. Acciones como limpiar alrededor de las casas para crear una franja de protección, apostar por plantar especies vegetales menos inflamables e incrementar las acciones de limpieza de los montes, lo que incluso puede derivar en que aprovechemos la biomasa para otras actividades, nos pueden conducir en poco tiempo a reducir el riesgo de incendios en todas las Islas.

Estos días hemos demostrado que somos un pueblo fuerte, capaz de luchar unido contra las adversidades. Ahora debemos volcarnos con nuestros vecinos que más han sufrido y no perder de vista que el riesgo sigue ahí y que tenemos el deber de poner freno a esta amenaza casi permanente. Es una labor de todos.

 

*presidenta del Cabildo de La Palma

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