Primavera

Señora magallanera, la verdad que no acostumbro a opinar en este tipo de publicaciones y menos en las relacionadas a la expresión poética, pero no deja de impresionarme el modo en que usted trata de tergiversar la dramática y patética situación que vive el pueblo de Venezuela.
Sin pretender ofrecer una visión formal de la real situación en que vivimos los venezolanos, me voy a permitir responder exclusivamente a sus afirmaciones, obviamente retorcidas, producto de las gríngolas que inserta el régimen de facto instaurado en MI PAÍS (que pareciera no ser al que usted se refiere) en la mente de algunos.
En mi país, el gobierno "entrega" viviendas, (algunas pocas, si, especialmente en período de campaña electoral), pero recuerde que lo hace sin otorgar título de propiedad ni nada que se le parezca, ni siquiera un "comodato" de ocupación, dejando pendiente, como una espada de Damocles sobre sus ocupantes, la posibilidad de desalojarlos si no votan por el régimen de facto ilegalmente instaurado en contra de todo lo establecido constitucionalmente.
Regala dinero, en forma de miserables dádivas, a la gente más desposeída de formación académica o profesional (en vez de educación), a los más incapaces para ejercer un trabajo, en vez de formarlos para el trabajo honesto, haciendo más y más dependiente a una población creciente que está cada día más atrapada entre las fauces del régimen, convirtiendo al pueblo en una masa irracional dependiente de las limosnas que le lance "el de turno" sin capacidad para el trabajo o simplemente para ganarse la vida por sus propios medios.
Cada vez, la estructura socioeconómica de la nación se aproxima al ideal comunista: empleados públicos y vendedores ambulantes tristemente dependientes de sus limosnas que han seguido votando (en ese defectuoso sistema llamado democracia que se vuelve perverso cuando el pueblo no tiene educación).
Por otra parte habla usted de un numerito "mágico" llamado desempleo y ciertamente da risa lo que dice porque no refleja más que su profunda ignorancia de cómo debe calcularse esa tasa: ¿sabía usted que en Venezuela, para calcular la tasa de desempleo, el gobierno incluye en los "ocupados" a aquellos ciudadanos que son comerciantes ambulantes y todo aquel beneficiario de un subsidio "misión"?, ¿sabía usted que si incorporamos al porcentaje de desocupados a los buhoneros y a los que reciben algún beneficio de una misión (realmente desempleados y sin ningún beneficio de salud o prestación social) la tasa de desempleo del país superaría el 40%? ¿De qué habla usted magallanera?, ¿desde la cómoda silla de un empleado público residente en el exterior que recibe su pago en divisas y vive en una sociedad que respeta los derechos de los ciudadanos? ¿Sabía que la "cesta básica" en su país (el mío) está en el orden de los 9.000 Bs y el sueldo básico en 2.000 Bs? Haga los numeritos usted y dígame si le parece justo que en una familia tengan que trabajar 4 integrantes para adquirir la cesta básica…
Pero continuo sobre su mismo texto, hilarantemente divertido. Llama a un español "súbdito", súbdito de un Rey legítimo que contribuyó a la formalización del actual sistema democrático de su país, pero resulta que hasta sus tristes opiniones la convierten en "subdito" (y no subdita, ojo, que ahora a los gobierneros les ha dado por ponerle sexo al lenguaje) de un montón de incapaces iletrados que logran convencer a muchos de hacer y además de opinar lo que a ellos les conviene… Eso si te hace súbdito, súbdito de ideas, esclava directa de un régimen esclavista y explotador no solo de tu trabajo sino de tu mente que permanecerá encerrada entre las 4 paredes que te imponen.
Pero no sigamos, ocúpese usted por aprenderse el Himno de Cuba, que ya se canta hasta en los actos de graduación de profesionales encabezados por los máximos líderes de este "proceso" (televisados incluso, puede buscarlos en youtube si no lo cree) y siga afinando lindo las "notas del régimen", que yo podré agradecer siempre a la democracia previa, que jamás tuve que cantar el himno de ninguna nación extranjera.
No pida que alguien se quite la paja del ojo, quítese usted la viga de su cerebro, mientras todavía sus neuronas hacen sinapsis. Decir que el "Maduro otoño lleno de nubarrones llega a Venezuela" es una visión que podría, a lo sumo, calificarse de bucólica y romántica de lo que se nos espera a los venezolanos.