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Opinión
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El "no lo veo" de mi amigo

Y sin más; unos días después, cogiste la maleta de tu vida, la llenaste de tu haber: serio, fime, activo y comprometido y, estando yo en Madrid, me enteré que te fuiste mucho más lejos

 

Hace unos días se ha marchado un amigo muy estimado con el que compartía, desde el

inicio de esta democracia, largas charlas sobre los aconteceres políticos. Junto a mí

tristeza, mi amigo me ha dejado el recuerdo de un tranquillo suyo muy peculiar. “No lo veo”.

Estimado Antonio: Por mucho que lo pienso es que… “No lo veo”. No lo veo o no quiero

verlo, porque hay veces en las que la realidad se nos hace tan dura que nos negamos a

admitirla.

Remedando a los Billos en su canto a Isidoro, te diré que: “Yo sigo pensando que ese viaje tuyo no era necesario”. ¡Hombre! ¡Ahora que teníamos tiempo y tantas cosas de que hablar!…

Perdona pero la última vez que me llamaste no estuve a la altura.

-Gracias por tu dedicación y sigue escribiendo. -Me dijiste- y me sonó a despedida.

-Siempre se agradece.

En el fondo de tu voz rota percibí tus dotes de teatro para decirme adiós sin pronunciarlo, y

yo, desatando el nudo de mi garganta, con una risa que pudo parecerte falsa

-Claro que sí, ya lo verás para mi es un entretenimiento. Además ahora que nos dan

tantos motivos…

Y sin más; unos días después, cogiste la maleta de tu vida, la llenaste de tu haber: serio,

firme, activo, y comprometido y, estando yo en Madrid, me enteré que te fuiste mucho más

lejos.

-No lo veo. -decías cuando poníamos en duda la capacidad de los políticos, porque frente al

rumbo que tomaban las cosas, no hacían nada para remediar el cabreo general-

-No lo veo”, porque está claro que esto no acaba bien.

-Están ciegos y endiosados.-te respondía yo y escribía sobre la ceguera.

-No lo veo. Todo tiene un límite.

-No se lo plantean, confían en el “sistema”

-No, no lo veo. No pueden pensar que la solución sea sólo atacar a los antisistemas o

llamar antisistemas a todo el que critique.

-¿No piensas que en su endiosamiento se han creído parte importante del “sistema”?

.-Pero…¿cómo el “sistema” no reaccionó a tiempo?

-¿Tu no crees que la nueva derecha y la actitud de la vieja guardia del PSOE es cosa del

“Sistema”?

– No lo veo. ¿Cómo dejaron que esto llegara tan lejos?

-Puede ser que al “sistema” se les fuera de las manos o que ocurriera lo de la torre de

Babel. Como servidores del sistema cruzaron el umbral de la ambición y se quisieron

comparar con el Sistema.

– ¿Un sistema dentro del “Sistema” a base de mordidas? No lo veo, el “ sistema es más

sutil.

Pues no lo sé, querido amigo, y te fuiste sin verlo, pero te prometo que, en estas noches

estrelladas de nuestra isla, miraré el camino de Santiago y te contaré lo que vaya viendo por

si alguien te pregunta por ahí arriba cómo va esto.

Por lo pronto puedo decirte que lo de Babel tiene su lógica. Ya tienen las lenguas totalmente

confundidas dentro y fuera de los partidos y no se entienden para nada. Algunos pagan en diferido, negocian en diferido, aceptan en diferido y hasta leen la Constitución en diferido.

Como comprenderás la torre está paralizada, así que no te preocupes, no llegará a tu cielo y

podrás descansar tranquilo sin estas algarabías.

Lo que sí puedo contarte es que el cabreo va en aumento, que estamos comprobando que

esa clase, aparentemente inteligente y capaz, está demostrando que no es nada

desprovista de sus mayorías y que, además, están dejando a simple vista su punto flaco. Los pacientes ciudadanos están constatando que la dispersión de los tiros, digamos votos, es un arma más mortífera para acabar con la falsedad, la corrupción y el parasitismo que la concentración alternativa sobre A o B.

¿Estaremos descubriendo otras formas de participar en política?

Un abrazo y te tendré informado siempre que pueda….

Vivir para contarlo.

Continuamos.

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