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Opinión
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Liseth Muriel Russo

Plátano convencional o crónica de una muerte anunciada

  • Hay que cambiar la forma de producir

Cultivo de plataneras en la comarca del Valle de Aridane. Archivo.

El plátano en las Islas Canarias ha formado parte de su paisaje desde 1516, cuando entonces Fray Tomás de Berlanga hizo parada en Canarias, para luego introducir esta "especial especie" al Nuevo Mundo; pero no ha sido sino desde 1890 cuando los ingleses incentivaron su producción al ver que sus contenedores regresaban vacíos. ¡Eso no era posible!  Había que aprovechar y estimular algún tipo de producto agrícola, para vender en su país, y si bien entonces los plátanos ya existían, el monocultivo de plátano fue instaurado desde entonces. Esta es una pequeña parte de la historia del plátano en Canarias y ha pasado diferentes etapas hasta convertirse en lo que es en la actualidad.

Ahora y en los últimos cincuenta años el plátano en Canarias es  la principal fuente de ingresos  después del turismo. Esto ha sido así también en la "Isla Bonita" – La Palma-, en donde se ha generado una economía importante, gracias a esta fruta de exportación, que ha podido encontrar un buen mercado en Península y en otros países de Europa.

Para ser un sector tan importante económicamente se ha optado por un modelo de producción intensiva y extensiva, éste se observa en particular en la isla de Tenerife y La Palma, donde se ha generado una economía platanera. Cualquiera que visite las islas, se dará cuenta del gran esfuerzo energético a todos los niveles, que ha supuesto ganar tierra fértil en sitios tan inertes como los malpaíses, mediante la construcción de terrazas ganadas a lugares escarpados y con difíciles accesos y muchas veces sin existencia alguna de suelo.

Hasta aquí, la historia. Ahora seamos francos:
¿Qué puede pasar cuando se depende de las reglas del mercado (OCM)? Pasa que perdemos la autosuficiencia y la posibilidad de manejar las situaciones a nuestro libre albedrío y pasamos a "entrar por el aro" de las decisiones de los dueños de grandes "lobbies" o grupos de interés que poco entienden y aprecian la situación del agricultor local en cualquier rincón del mundo. El Gran Señor Don "Mercado" ahora abre fronteras y permite que otros géneros accedan a nuestro cerrado círculo mercantil, como han estado haciendo nuestros productos en los mercados ajenos. En fin, ya no estamos solos en la provisión de plátano a Europa  y los costes de producción del plátano en Canarias no son comparables con los costes de producción de Ecuador o el Congo…. pongamos un solo ejemplo: Ecuador su superficie de producción 200.000 Has. y canarias con 9.111,7 Has. Ya ni hablemos de toneladas; un país más cercano: Uganda 9.533.000 Tn./año y Canarias 396.500 Tn./año; entonces los precios kilo plátano, no son ni serán comparables bajo ningún punto de vista. No podemos competir cuando somos un David contra Goliat! La realidad es que cada vez más productores consiguen cubrir gastos gracias a las subvenciones que además han ido decreciendo igualmente en los últimos años y tienen tendencia a desaparecer. ¿Y qué pasaría si cortaran la subvención? Qué pasa si tan solo la CEE decide apoyar firmemente otro tipo de prácticas agrícolas, me refiero a ejecutar a rajatabla la: "Condicionalidad" real decreto 486/2009 Anexo II como un primer paso a fomentar las buenas prácticas agrícolas y de bienestar animal.

Por otro lado, tan típico es el plátano en Canarias, como la figura del hombre vestido de blanco, con mascarilla y máquina de sulfatar (A Dios gracias), porque hasta hace poco era lo mismo pero sin traje protector, intoxicándose a sí mismo y su familia, envenenando las tierras, el agua y el aire que es de todos, y la fruta que luego nos vende como un "nutritivo plátano canario".

Si bien es verdad que los monocultivos en general y el que nos toca ahora mismo, el  plátano extendido por las costas y medianías bajas, tienden al desequilibrio agroecológico, colmándose de parásitos oportunistas, que ven un caldo de cultivo en unas pobres plataneras solas antes la adversidad (plagas), casi casi estériles y desprovistas de predadores de cualquier tipo. El resultado es que aproximadamente una vez al mes o más, se deben aplicar diferentes productos que deberán, fertilizar, corregir, exterminar los insectos , quemar a las  mala hierbas, mantener a raya las diferentes hongos, etc, etc.

Ahora hagamos cálculos  solo en la isla de La Palma el cultivo del plátano tiene una superficie de 2.750 hectáreas de las cuales tan solo 50 en ecológico y conversión (1), y que la producción de plátanos año 2010  en toda canarias asciende a los 396.508 TN/año (Asprocan).

Bien ahora: se utiliza aproximadamente unos 3264 kilos/año de productos fitosanitarios para tratar  una hectárea (en otra entrada detallare los productos que se incorporan y para qué). Haciendo números esas 2.700 Ha que hay en La Palma en convencional necesitan  8.812.800 kilos de productos año. Por cada 1.000 gr de plátano se han comprado 55 gr de productos fitosanitarios. Es una cantidad de dinero nada despreciable como para perderla si se cambiara a producción ecológica_son muchos kilos al año, casi 9 toneladas al año. Si se cambiara a ecológico, el circuito monetario cambia, y se lo puedes dar al ganadero que vende estiércol, aunque algunos lo regalen o  usar infusiones de plantas para repeler plagas; usar jabón que lo puedes hacer tu mismo; usar compost de los rastrojos y desperdicios. NO y  NO, bajo esos parámetros la agricultura ecológica no es rentable, para mantener el dinero en un determinado movimiento, lamentablemente la mayor parte de ese dinero se va para afuera de nuestras fronteras.

Y aunque ahora hay una tendencia comercial hacia lo ecológico, se le ofrece al cosechero (agricultor en plátano) un kit completo de productos en ecológico;  vamos que la idea es vender en convencional o en ecológico  y como somos Homo antisuficientis………!! Aquí estamos!!!

Rogando por las subvenciones. Ahí un ejemplo de cómo se apuesta por el producto maravilloso que te resuelve el problema en detrimento del conocimiento o técnicas de cómo resolverlos de por vida.

Ya para terminar me cuestiono lo que muchos se cuestionan. Si las casi 9 toneladas al año (solo en La Palma) de fitosanitarios son inocuos, ¿alguien puede asegurar esa cuestión? Si el abuso de agro-tóxicos tiene que ver con la altísima incidencia de cáncer, enfermedades mentales y otros tipos de enfermedades neurodegenerativas, en una isla de vida apacible y rural como la Palma. Esto ya lo podemos conocer hoy por hoy, por medio de las estadísticas y los resultados de los estudios de investigación de SERTOX, Departamento de Toxicología de Gran Canaria (2) ver enlace si te interesa el tema en profundidad y hay mucho que descubrir a nivel mundial. Todos notamos en el aire cuando se ha aplicado "venenos", quedan impregnado en los agricultores que lo aplican, en los vecinos de las fincas de las personas que lo aplican, en nuestros hijos, en nuestros animales, en las hortalizas que nos comemos, en las capas freáticas por las que circula la mayor parte del agua que nos da de beber (Es historia cuando cualquiera podía bañarse en charcas y estanques de la costa), etc. Porque estamos todos forzados a perjudicarnos con esta contaminación mucho más nociva que un cigarrillo. Pero este asunto se mantiene en la ignorancia conveniente.

Tenemos por tanto un cultivo que ya no da casi ni ganancias, que vive de alguna forma gracias a subvenciones, un mercado que ya no nos favorece como antaño, creado para favorecer a los intermediarios y no al infravalorado cosechero. Un cultivo que contamina suelo y capas freáticas por las que circula el agua y todo lo que toca y con ello un montón de agricultores desesperados por encontrar una forma de llegar a fin de mes. El resultado es obvio: Hay que cambiar la forma de producir.

De hecho, en Canarias son cada vez más los agricultores que se están decantando por un cultivo sostenible, con sello ecológico, que vincula en su manejo a la restos de ganadería como (te de purines) y fuente de materia orgánica, si bien es un cultivo regulado, más sano y con mejor mercado que casi no necesita insumos externos y claro es la mayor razón para no ser  apetecible ni estimulada; Pero cuidado, no empecemos otra vez a ver lo "ECO" como la gallina de los huevos de oro y venga todos a plátano ecológico y a depender de los "mercados de exportación", porque tarde o temprano volveremos a la misma situación en cuanto se colme el mercado de plátano ecológico, y si bien llegaremos a la ruina con tierra sana, de todas formas, llegaremos a la ruina, a la cual llamaremos "La Sana Ruina".

La sana ruina está muy bien, porque al menos tenderemos mejor calidad de vida. No obstante, lo mejor es intentar no llegar a la ruina, y para eso todos tenemos que empezar también a crear un modelo de comercialización en espiral, donde la producción del sector primario comience desde el centro de la espiral a abastecer el auto consumo, en un nivel más externo a los mercados locales, en el siguiente nivel a los mercados regionales, los nacionales, y si sobra, se exporta. Esto quiere decir que habría que poner cotas máximas a la producción del plátano y comenzar a diversificar productos en esta tierra donde por fortuna se puede hacerlo.

Deseo que se fortalezca la agricultura ecológica, como un camino de cambio y espero sea: Canarias, paraíso de agricultura sostenible.
Citas

(1) (Fuente: Gobierno de Canarias) Año 2010, datos publicados: a 8 de Abril de 2013.

(2) http://www.sertox.es/investigaci%C3%B3n-y-desarrollo/curriculum-investigador-del-grupo/.

Liseth Muriel Russo, consultora agroecológica.

 

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