Por qué nos seguimos definiendo como comunistas?
¿Es acaso por hábito, por rutina, por pereza mental a los cambios?
¿Es por tozudez, por no dar el brazo a torcer?
¿Es por un primario sentimiento de fidelidad a las viejas banderas?
No.
– Somos comunistas porque creemos y luchamos por una sociedad comunista, una sociedad libre, de hombres libres, una sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores, sin discriminaciones en razón de raza, ideologías, edad o género, en la que el trabajo deja de ser un factor alienante para recuperar su condición como rasgo vital de la especie, en la que la humanidad, como lo definiera Federico Engels, pasa finalmente del reino de la necesidad al reino de la libertad y el hombre sustituye la depredación de la naturaleza propia del capitalismo por su uso racional, armónico y preservador de la vida.
Formamos parte del movimiento real de la humanidad hacia la superación positiva del régimen económico-social capitalista, intentamos en todo momento impulsar los intereses de dicho movimiento en su conjunto y hacemos el esfuerzo por tener y desarrollar hasta sus últimas consecuencias la conciencia científica, práctico-crítica, del mismo.
– Esta meta no es una ilusión o una meta inalcanzable, ya que hace ya 140 años, Carlos Marx supo prever, genialmente, como se irían gestando en el seno mismo del capitalismo las condiciones de su propia superación. El desarrollo impetuoso de las fuerzas productivas, con transformaciones radicales en su estructura, generado por los avances de la ciencia y su incorporación creciente y directa a la producción, ha puesto de relieve una insalvable contradicción del sistema, que se muestra incapaz de resolver: un enorme crecimiento de la productividad del trabajo, que engendra ya las condiciones materiales para el desarrollo libre y pleno de los productores (condiciones materiales del comunismo), en tanto la regla de oro del capitalismo, esto es, la obtención de la tasa máxima de ganancia, conduce a la miseria de los más, a la concentración de la riqueza generada por esa productividad creciente en los menos, a la desocupación y a la marginación de sectores cada vez más amplios de la población humana, y en definitiva al freno, a la utilización caótica y al despilfarro de esas enormes fuerzas productivas que la inteligencia del hombre ha desatado.
Profundos cambios se producen al mismo tiempo en las clases sociales. Cada vez más, científicos, tecnólogos, investigadores, se incorporan a los procesos productivos y modifican la estructura del mundo de los asalariados. Más allá incluso de las contradicciones de clase, se generan en torno a problemas como la ecología, los derechos de sectores discriminados en razón de género o raza, los problemas éticos de la ciencia y la cultura, fuertes movimientos cuestionadores del sistema, que adquieren cada vez más clara conciencia que en la esencia del mismo existen “umbrales de viabilidad” que lo hacen incapaz de resolverlos.
Por otra parte, se agudiza el abismo entre el mundo altamente desarrollado y las extensas zonas del mundo subdesarrollado y explotado por aquél, generando en unos y otros situaciones sociales explosivas y potencialmente revolucionarias.
La humanidad tiene ante sí, por tanto, la superación histórica del capitalismo. Y repetimos la afirmación de Marx, de que “la humanidad no se propone nunca, más que tareas que ella misma puede resolver” para reafirmar que se trata, no de una simple expresión de ideales, sino de una conclusión acorde con el desarrollo de la historia.
También reafirmamos con Marx que los “supuestos objetivos” de la superación del capitalismo no bastan por sí solos para que tal superación se produzca. Hace falta la acción consciente de los hombres, verdaderos hacedores de la Historia.
Y volvemos a Marx: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, se trata de transformarlo”.
Se trata pues, de resolver esa tarea, puesta en el orden del día del desarrollo histórico. Para ello se requiere la organización política, en todos los planos de la actividad social de los hombres, y, por supuesto, la expresión política de los comunistas.
– La tarea de superación del capitalismo, de “cambiar al mundo de base”, es una tarea revolucionaria.
La revolución es en sí misma un largo proceso histórico que incluye, necesariamente, el cambio de clases en el poder, la sustitución de las clases que expresan el dominio capitalista por las “clases alternativas”, con la clase obrera como eje, destinadas a construir la nueva sociedad.
Somos, pues, revolucionarios. Y concebimos la revolución, en todo su proceso, a lo largo de todas sus etapas, como una obra de los pueblos. Nada sustituye el protagonismo de las masas. Son ellas las constructoras de los cambios. Es el mejor antídoto contra los errores, las frustraciones y los fracasos.
Por tanto una auténtica organización política de los comunistas debe descansar en estos preceptos. Debe ser capaz de orientar políticamente las luchas populares en sus más diversos ámbitos, y al mismo tiempo aprender de ellas, enriquecer con ellas su acervo ideológico y político. Sólo así podrá cumplir su papel.
Objetivamente, la lucha democrática, coincide con el cuestionamiento del capitalismo como sistema, por cuanto la concentración de las decisiones económicas y del gobierno del mundo en manos de una oligarquía financiera transnacionalizada, el creciente vaciamiento del rol de los estados y de los sistemas políticos de los países en cuanto a la conducción de sus economías y de sus principales decisiones, el alejamiento del hombre común de dichas decisiones, la monopolización y el manipuleo de los medios masivos de información, todo este conjunto de fenómenos propios de la globalización capitalista, entra en franca contradicción con la democracia.
La democracia avanzada es la piedra angular de nuestras concepciones y de nuestras tareas.
Se trata de generar, con la práctica política de las masas, ” la construcción de espacios alternativos que escapan, por su propio protagonismo democrático, a la hegemonía de la clases dominantes”.
Espacios alternativos que atraviesan todas las esferas de la sociedad, y en cuya construcción se va gestando la hegemonía de las clases alternativas y la apropiación democrática de los roles de dirección en todos los planos de la vida social: la producción material, la vida cultural, los medios de comunicación, la administración de la sociedad, etc., siendo esto válido tanto en la etapa de lucha por la superación del capitalismo como en la etapa de construcción de la nueva sociedad.
Juanf
MERCEDES MONTERO DESDE CARACAS
http://www.gentiuno.com/22/12/2016/mercedes-montero-venezuela-te-regalo-la-vision-de-un-mejor-futuro/#more
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Juanf
Para todos aquellos que creen y para los que no,
FELIZ NAVIDAD!!
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nm
errata: donde dice Lugar que no debieron ocupar nunca va ; lugar del que no debieron salir nunca, en el sentido de que nunca debieron ocupar poder. LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA SACA EL SÍMBOLO DEL LA IMPOSICIÓN FASCISTA DE TODO LO REFERENTE A LA ADMINISTRACIÓN Y LO PÚBLICO CON MUCHO ACIERTO, Y NO ES PARA NADA UNA ACCIÓN DE REVANCHA , SINO UN ACTO LÓGICO DE BORRAR DE LO PÚBLICO LO QUE NUNCA DEBIÓ EXISTIR: “EL FASCISMO FRANQUISTA”.
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nm
Para decir que no es de ningún partido, no condena el franquismo , no se ha posicionado en su postura a favor o en contra de la retirada de simbología franquista, en otro hilo dijo que nunca le gustó que franco usara fuego contra fuego, en una postura donde claramente acepta el fascismo franquista como adecuado, odia a la izquierda y cree que yo me chupo el dedo…
Sobre el oro, visto que hay mil puntos de vista voy a dar mi valoración final: Bien farrapado estuvo y me alegra que franco no viera ni una moneda de lo que era de España. Sencillamente porque España no le pertenecía. Doblemente me alegra hechos actuales como la existencia de la ley de memoria histórica que poco a poco va poniendo a los fascistas en su lugar. Lugar que no debieron ocupar nunca..
saludos.
P.D.
http://www.elmundo.es/cronica/2015/11/09/563cefd622601d073e8b465c.html
Paul Preston: ‘Franco es comparable con Hitler’
(…)
Creo que, como dictador, Franco queda muy por arriba de Mussolini, quien no llegó al poder a base de matar a tantos miles de sus conciudadanos. La comparación con Hitler es más complicada porque éste operaba sobre un terreno colosal, después de haber conquistado la inmensa mayoría de la Europa continental. También fue responsable de millones de muertos a base de operaciones bélicas irresponsables (tampoco fue este el caso con Franco). De todas formas, creo que si comparamos lo comparable, es decir, Hitler de 1933 a 1940 y Franco de 1936 a 1943, o sea, dejando de lado lo que pasó durante la Segunda Guerra Mundial fuera de Alemania, yo diría que en el tratamiento de sus conciudadanos Francisco Franco es comparable con Adolf Hitler.
(…)
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Juanf
Bueno que se sepa, nada se pierde en conocer que paso hace ochenta años….
Cuando nm comenta;
“que el oro llevado para Moscu por el PSOE para darselo al comunista asesino de millones de sovieticos el temible Josep Stalin, por pago de armamento??
http://www.biography.com/people/joseph-stalin-9491723
y si representó el pago por armamento soviético, demuestra que en la guerra fueron muy malos y como comerciantes peor aun, pagaron hasta con el ultimo céntimo de lo que “teníamos” los españoles ahorrado a través de los siglos…sin haber dado el primer tiro.
En el año 1936 el PSOE saqueó el banco de España. Visita a la cámara acorazada del Banco de España.
> Camara acorazada del Banco de España.
> El banco de España S.A. era un ente privado en tiempos de la republica.
> El propio Indalecio Prieto escribió al respecto que no podían vanagloriarse de esta aventura conocida como el oro de Moscú: “Un ministro socialista pidió autorización para proceder libremente; el Gobierno, del que formábamos parte otros cinco socialistas, incluso quien lo presidía, se la concedió, y socialistas eran también los bancarios que dispusieron cuanto se les ordenó, tanto en España como en Rusia, así como los paisanos que convoyaron el cargamento entre Madrid y Cartagena”.
> La guerra empezó en 1936, pero ya desde los meses siguientes los mismos políticos que exigían a los españoles resistir hasta la última bala se preparaban un exilio dorado con el inmenso patrimonio robado tanto al Estado como a los ciudadanos. Por el contrario, ninguno de los generales franquistas requisaba dinero o joyas para el caso de necesitar exhiliarse en caso de que perdieran la guerra.
> La madrugada del 14 de septiembre de 1936 entraron en el Banco fuerzas de carabineros y milicias, enviadas por el ministerio de Hacienda de acuerdo con los comités de la UGT (socialistas) y de la CNT (anarquistas) en el mismo Banco, a las que acompañaban 50 ó 60 metalúrgicos y cerrajeros y un grupo de empleados de banca pertenecientes al Sindicato de Madrid. El cajero principal, al ver que la reserva de oro iba a ser evacuada, se suicidó en su despacho. Su ética no le permitió ser cómplice.
> Hay que añadir que los socialistas se dieron prisa porque la guerra había empezado solamente dos meses antes, el 18 de julio de 1936. La reserva española de oro había sido registrada por las estadísticas internacionales en mayo de 1936 como la cuarta más grande del mundo
> A la vista hay 112 estanterías con un total de 34 tons. El oro de Moscú necesitaría 1.700 estanterías como esas.
> Los principales responsables de este derroche fueron los miembros del PSOE Juan Negrín, que antes de ser presidente del Gobierno fue ministro de Hacienda, e Indalecio Prieto, aquel diputado del PSOE que se paseaba por el congreso de los diputados mostrando su pistola. También se atribuyen los mismos modos a la Generalidad catalana, dirigida por Esquerra Republicana.
> La orden de traslado y sus motivaciones
> El 13 de septiembre de 1936 el nuevo ministro de Hacienda, el socialista Juan Negrín, por iniciativa propia emitió un decreto “reservado”. El decreto reservado decía lo siguiente:
> “Ministro de Hacienda
> Excmo. Sr:
> Por su excelencia el presidente de la República, y con fecha 13 del actual, ha sido firmado el siguiente decreto reservado: La anormalidad que en el país ha producido la sublevación militar aconseja al Gobierno adoptar aquellas medidas precautorias que considere necesarias para mejor salvaguardar las reservas metálicas del Banco de España, base del crédito público. La índole misma de la medida y la razón de su adopción exigen que este acuerdo permanezca reservado. Fundado en tales consideraciones, de acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del de Hacienda, vengo en disponer, con carácter reservado, lo siguiente:
>
> Art. 1º: Se autoriza al Ministro de Hacienda para que en el momento que lo considere oportuno ordene el transporte, con las mayores garantías, al lugar que estime de más seguridad, de las existencias que en oro, plata y billetes hubiera en aquel momento en el establecimiento central del Banco de España.
> Art. 2º: El Gobierno dará cuenta en su día a las Cortes de este decreto.
>
> Madrid, 13-9-36.”
> Es de observar que en aquella epoca el banco de España era un ente privado, Sociedad Anonima, y no un organismo publico como lo es hoy.
> Junta de accionistas del Banco de España en el interior de la caja fuerte, junto a lingotes de oro
> Junta de accionistas del Banco de España en el interior de la caja fuerte, junto a lingotes de oro Manuel Azaña y Juan Negrin
> El decreto fue firmado por el Presidente del gobierno del Frente Popular, Manuel Azaña, a quien no se le informó cuando se aplicaría el decreto, ni tampoco el destino del tesoro. La excusa para dejar fuera de conocimiento en la materia al Presidente fue su “estado espiritual”. Valido de esta medida presidencial, el 25 de octubre Negrín ordenó el traslado de la totalidad del oro depositado en las bóvedas del Banco de España, de Madrid al puerto de Cartagena. Eran “siete mil ochocientas cajas llenas de oro, amonedado y en barras, oro que constituía la mayor parte de las reservas del Banco de España”, según el ministro de Marina y el Aire, Indalecio Prieto, quien tiempo después dijo haberse enterado por casualidad de ese traslado.
> Según justificó más tarde Largo Caballero, el Presidente no fue informado hasta mucho después debido a su «estado emocional» y el «carácter reservado de la operación»:
> “¿De esta decisión convenía dar cuenta a muchas personas? No. Una indiscreción sería la piedra de escándalo internacional […] Se decidió que no lo supiera ni el Presidente de la República, el cual se hallaba entonces en un estado espiritual verdaderamente lamentable, por consiguiente sólo lo sabía el Presidente del Consejo de Ministros [el propio Largo], el Ministro de Hacienda [Negrín] y el de Marina y Aire [Indalecio Prieto]. Pero los dos primeros serían los únicos que se habían de entender con el Gobierno de Rusia.”
> Obtenidas las llaves, se abrieron las cajas y cámaras donde se custodiaban las reservas, y durante varios días los agentes del Gobierno estuvieron extrayendo todo el oro allí depositado. El metal precioso se colocó en cajas de madera de las utilizadas habitualmente para el transporte de municiones, que no estaban numeradas ni acompañadas de facturas que indicasen cantidad, peso o contraste del oro.
> Las cajas fueron transportadas en camiones a la Estación del Mediodía, y desde allí a Cartagena, donde de depositaron en los polvorines de La Algameca, en una base naval bien custodiada. El traslado por vía férrea hasta Cartagena fue protegido por la «Brigada Motorizada» del PSOE.
> Menos de 24 horas después de la firma del decreto, la madrugada del 14 de septiembre de 1936 entraron en el Banco fuerzas de carabineros y milicias, enviadas por el ministerio de Hacienda de acuerdo con los comités de la UGT y de la CNT en el mismo Banco. Dirigió la operación de apropiación el entonces Director General del Tesoro y futuro ministro de Hacienda en el gobierno de Negrín, Francisco Méndez Aspe. Le acompañaban el capitán Julio López Masegosa, 50 ó 60 metalúrgicos y cerrajeros y un grupo de empleados de banca pertenecientes al Sindicato de Madrid, cuyo presidente era Amaro del Rosal, futuro director de la Caja General de Reparaciones.
> El cajero principal del Banco de España se suicida y los consejeros Martínez Fresneda y Álvarez Guerra denunciaron la extracción del oro por constituir una ilegalidad y presentaron su dimisión.
> “… el día 14 de septiembre de 1936 irrumpen en el Banco fuerzas de Carabineros y Milicias, enviadas por el Ministerio de Hacienda, de acuerdo con los Comités, y especialmente con el que funcionaba en el mismo Banco de España. Dirigió la operación de incautación el entonces Director General del Tesoro, Francisco Méndez Aspe, en unión de empleados del Banco [ ]… Colocado el oro en cajas de madera, fue transportado en camiones a la Estación del Mediodía, y desde allí a Cartagena [ ]..
> “Saqueadas las reservas metálicas del Banco de España, se procedió de modo sistemático a la confiscación del dinero, divisas, valores y efectos de propiedad de particulares que existían en depósito y en paquetes lacrados en la Banca privada. Para ello se dictan disposiciones conminatorias, como los Decretos de 3, 10 y 16 de octubre de 1936 [ ]… en la noche del 6 de noviembre se presenta en el Banco de España, con el entonces Director General del Tesoro, Francisco Méndez Aspe, un individuo titulado Capitán de Carabineros, Julio López Masegosa , que era persona de la confianza de Negrín y agregado, como Ayudante del mismo, a la Secretaría del Ministerio de Hacienda [ ] … avisado el Jefe de las cajas de seguridad de alquiler y depósitos en dicho Banco, le manifestaron que el Ministro de Hacienda había ordenado la apertura de las cajas, que debía llevarse a cabo con toda urgencia”.
> “Igual suerte corrieron las cajas de alquiler y depósitos de la Banca privada. También en noviembre de 1936, Méndez Aspe, de acuerdo con el Gobierno rojo, autorizó al titulado Comandante de Carabineros Federico Angulo para trasladar el contenido de las cajas de seguridad y depósitos a Valencia. A las objeciones tímidas de algunos elementos técnicos de la Banca, que alegaban que era preciso contar con los clientes, respondió el agente marxista, en forma amenazadora, que no estaba dispuesto a aceptar dilaciones. Fuerzas de Carabineros penetran en los locales de la Banca privada, violentando cajas y depósitos e incautándose del contenido”.
> “… El día 25 de octubre de 1936 se personó Francisco Méndez Aspe en Cartagena, y, de acuerdo con Negrín, ordena que por la noche se extraigan sigilosamente de los polvorines siete mil ochocientas cajas de oro, de un peso aproximado de setenta y cinco kilos cada una, que custodiadas por claveros de confianza como José Velasco y Arturo Candela (quienes quedaron presos en Rusia) son transportadas en camiones y cargadas en los buques Kine, Neve y Volgoles, que zarparon en dirección a Odessa,”
> A los pocos días de la extracción del oro del Banco de España, los mismos funcionarios, utilizando idénticos procedimientos a los empleados con el oro, recogieron la plata, por una cuantía total de 656.708.702,59 pesetas, que fue vendida a los EE.UU. y a Francia entre junio de 1938 y julio de 1939 por una cifra algo superior a 20 millones de dólares (una parte fue embargada por las autoridades francesas).
> El 20 de octubre de 1936, el director del NKVD –Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, aunque realizaba operaciones especiales en otros países– en España, Alexander Orlov, recibió un telegrama cifrado de Stalin ordenándole organizar el envío del oro a la URSS y concertar los preparativos con el socialistaNegrín, ministro de Hacienda –el mismo que después robó las cajas de los bancos para huir a Méjico– añadiendo que “Esta operación debe llevarse a cabo en el más absoluto secreto. Si los españoles le exigen un recibo por el cargamento, niéguese. Repito, niéguese a firmar nada y diga que el Banco del Estado preparará un recibo formal en Moscú.”
> Alexander Orlov contestó que llevaría a cabo la operación con los tanquistas soviéticos que acababan de llegar a España. Aquellos tanquistas fueron dirigidos por el comunista Valentin Lasarte, “el miliciano”. Más tarde declararía lo siguiente:«Deseo subrayar que, en aquel tiempo, el gobierno español no controlaba completamente la situación. Le dije francamente al ministro de Hacienda Negrín que si alguien se enteraba de ello, si los anarquistas interceptaban a mis hombres, rusos, con los camiones cargados de oro español, los matarían y sería un tremendo escándalo político en todo el mundo, que incluso podría provocar una revolución interna. Por ello le pregunté si el gobierno español podría extenderme credenciales bajo algún nombre ficticio como representante del Banco de Inglaterra o del Banco de América, porque entonces podría decir que el oro se estaba transportando a América por razones de seguridad Negrín no puso ninguna objeción. Pensó que era una buena idea. Yo hablaba un inglés relativamente bueno y podía pasar por extranjero. Por lo tanto, me extendió las credenciales de un hombre llamado Blackstone y me convertí en el representante del Banco de América.»
> Con la reserva de oro en lugar seguro, a cientos de kilómetros del frente, parecía que se había cumplido el mandato del Decreto Reservado del 13 de septiembre. Los nacionales, enterados del traslado del oro, calificaron el hecho de «expolio» y protestaron internacionalmente. Viñas cree que su destino final no estaba decidido todavía. «De hecho, inmediatamente después de su llegada a Cartagena lo que se decidió fue, precisamente, aumentar el volumen de los envíos que se remesaban a Francia». Sin embargo, el 15 de octubre los socialistas Negrín y Largo Caballerodecidieron trasladar el oro de Cartagena a Rusia.
> Según Orlov, «Una brigada de tanques soviéticos había desembarcado en Cartagena dos semanas antes y ahora estaba estacionada en Archena, a 40 millas. La mandaba el coronel S. Krovoshein, que los españoles conocían como Melé. Krovoshein me asignó veinte camiones militares y otros tantos de sus mejores tanquistas (…) Los sesenta marinos españoles habían sido enviados al polvorín con una hora o dos de anticipación (…) Y así, el 22 de octubre, al anochecer, me dirigí, seguido de una caravana de camiones, al depósito de municiones (…) La salud de Méndez Aspe era algo muy serio. Era un hombre muy nervioso. Nos dijo que debíamos interrumpir la carga o pereceríamos [a causa de un bombardeo alemán]. Le respondí que no podíamos hacerlo, porque los alemanes continuarían bombardeando el puerto y el barco se hundiría, así que debíamos seguir. Entonces huyó y dejó solo a un ayudante, un español muy agradable que se encargó de contar las cajas del oro»
> El oro tardó tres noches en ser embarcado, y el 25 de octubre los cuatro barcos se hicieron a la mar rumbo a Odessa, puerto soviético del Mar Negro. Acompañaban a esta expedición, como personas de confianza, cuatro claveros del Banco de España (clavero era un custodio de las llaves de las cajas fuertes del Banco): Arturo Candela, Abelardo Padín, José González y José María Velasco. Cabe indicar, asimismo, que Orlov había reseñado 7.900 y Méndez Aspe 7.800 cajas; el recibo final fue por 7.800, y no se sabe si fue un error o desaparecieron 100 cajas de oro.
> Críticas de Largo Caballero a la gestión de Negrín:
> «¿Cuánto oro se entregó a Rusia? Nunca pudo saberse, porque el Sr. Negrín, sistemáticamente, se ha negado siempre a dar cuentas de su gestión. Después se ha sabido, por unas cuentas publicadas por el Banco de España en 30 de abril de 1938, que dicho Banco había entregado en custodia 1.592.851.906 millones [sic] en oro y 307.630.000 en plata. Aparte de esto, Hacienda se incautó de todo lo existente en cajas de seguridad de los Bancos oficiales y privados, cuyo valor se eleva, seguramente a muchos millones. ¿Todo esto más las alhajas que existían en el Palacio Nacional, en habitaciones reservadas, y las de muchos particulares, se han gastado en armas? ¿Al terminar la guerra qué oro quedaba en poder de Rusia? ¿Ha liquidado con el Gobierno llamado del Sr. Negrín? Esto no lo puede saber nadie más que él, pues (…) siempre se negó a dar cuenta de la situación económica. (…) El señor Negrín, sistemáticamente, se ha negado siempre a dar cuenta de su gestión, (…) de hecho, el Estado se ha convertido en monedero falso. ¿Será por esto y por otras cosas por lo que Negrín se niega a enterar a nadie de la situación económica? Desgraciado país, que se ve gobernado por quienes carecen de toda clase de escrúpulos (…) con una política insensata y criminal han llevado al pueblo español al desastre más grande que conoce la Historia de España. Todo el odio y el deseo de imponer castigo ejemplar para los responsables de tan gran derrota serán poco».
> — Francisco Largo Caballero, marzo de 1939
> El Destino del Oro del Banco de España
> fuente: fundacion Andres Nin Indalecio Prieto México, D. F., Marzo de 1953.
> Documentos de Indalecio Prieto
> Nota de presentación de Luis Alonso. Ahora que se habla y escribe bastante sobre la guerra civil y al fin se publican muchas cosas sobre la intervención rusa y estalinista en nuestro país nos parece interesante reproducir un documento importante de Indalecio Prieto, ministro de Marina y del Aire en el gobierno de Negrín, que fue publicado hace años en México por el PSOE.
> Como se verá, Prieto resume en pocas páginas cómo operaron los dirigentes del Partido Comunista francés y que pasó con el oro del Banco de España. El relato revela una verdad que los dirigentes estalinistas han tratado de ocultar durante muchos años.
> “Afirmo – he dicho refiriéndome a apoyos que recibimos en el curso de la guerra- que pueden anular o amortiguar nuestra gratitud los aspectos lucrativos del auxilio de la URSS y de los partidos comunistas que la secundaban”. Véanse estos ocho puntos que dejé sentados en 1939 y que nadie ha desmentido:
> 1.—El Partido Comunista francés había administrado, para compras de material de guerra, dos mil quinientos. millones de francos entregados por Negrín, sin que la administración de tan enorme suma la hubiese controlado, poco ni mucho, ningún funcionario del Estado español.
> 2. El Partido Comunista francés había retirado para sí, quizá como beneficios de intermediario, cantidades considerables del dinero entregado por Negrín.
> 3. La propaganda, pública primero y clandestina después, del Partido Comunista francés se costeaba con dinero así extraído del Estado español, pues los auxilios de la III Internacional eran nulos y el producto de las cotizaciones distaba muchísimo del gasto enorme de esa propaganda.
> 4. Avido de dinero, el Partido Comunista francés, rectificando constantemente sus liquidaciones por nadie examinadas, reclamaba con frecuencia mayores sumas a los señores Negrín y Méndez Aspe, (este último, ministro de Hacienda).
> 5. El espléndido diario comunistoide “Ce Soir”, remedo del triunfante “París Soir “, se sostenía con fondos de los suministrados por Negrín
> 6.- La flota, compuesta de doce buques, perteneciente a la France Navigation, era propiedad de España, pues con dinero español se compraron todos los barcos, no obstante lo cual los comunistas franceses, administradores de dicha Compañía, se negaron a devolverlos, considerándolos suyos.
> 7.- Uno de los barcos de la France Navigation, el “Winnipeg”, se fletó por el S.E.R.E. (entidad de auxilio a los expatriados establecida por Negrín) para transportar exiliados a Chile, aumentando de esa manera sus ingresos los comunistas franceses, mediante el novísimo sistema de arrendar a alto precio a los españoles un buque que pertenecía a los españoles.
> 8. Parte del tesoro español sacado de nuestro territorio al evacuarse Cataluña estaba custodiado por comunistas franceses.
> En cuanto al lucro de Rusia, el relato que ahora reitero aquí es ciertamente asombroso.El 25 de Octubre de 1936 se embarcaron en Cartagena con destino a Rusia siete mil ochocientas cajas llenas de oro, amonedado y en barras, oro que constituía la mayor parte de las reservas del Banco de España.Previamente, el señor Negrín, como ministro de Hacienda (todavía no era presidente del Consejo), obtuvo el acuerdo del Gobierno y la firma del Presidente de la República para un decreto autorizándole las medidas de seguridad que estimara indispensables en cuanto al oro del Banco de España.
> Como miembro de aquel Gobierno, acepto la responsabilidad que me corresponde por el acuerdo, aunque ni los demás ministros ni yo conocimos el propósito perseguido. Ignoro si llegó a conocerlo el entonces Presidente del Consejo, Francisco Largo Caballero.El embarque se verificó con gran misterio. Si yo me enteré fue por pura casualidad, a causa de haber llegado a Cartagena para asuntos del servicio –era yo ministro de Marina y Aire- cuando el embarque se efectuaba bajo la dirección personal de los señores Negrín y Méndez Aspe.
> Cuatro empleados del Banco embarcaron en el buque que conducía el precioso cargamento. No se les dijo a dónde iban. Creyeron que desembarcarían en Port Vendres, Sete o Marsella y aparecieron… en Odesa. El 6 de noviembre llegaron con nuestro oro a Moscú. Y allí, ocurrió algo que también merece ser narrado. Los funcionarios del Grosbank miraban y remiraban minutos enteros cada pieza y la pesaban y repesaban. Los empleados del Banco de España, acostumbrados a gran celeridad en operaciones semejantes, no se explicaban tamaña lentitud, por la cual se invirtieron varios meses en el recuento. Pero esta lentitud obedecía al deseo de justificar la permanencia en Rusia de quienes habían ido custodiando la mercancía. A toda costa se quería impedir su regreso a España para que no se divulgara el enorme envío de oro. Las familias de los viajeros se inquietaban por desconocer el paradero de éstos, y para calmar su intranquilidad se las embarcó también, sin decirles adónde iban, _y se las llevó a Rusia.
> La entrega del oro, tan meticulosamente pesado y medido, había de concluir algún día, y concluyó. Los bancarios creyeron entonces que, terminada ya su misión, tornarían a España. Mas sus reclamaciones en ese sentido ante nuestro Embajador, don Marcelino Pascua, eran inútiles. No se les consentía salir; estaban confinados con sus familias en Rusia. Al cabo de dos años, cuando la guerra se extinguía, el Encargado de Negocios, don Manuel Martínez Pedroso, logró romper aquel confinamiento. Pero a los cuatro bancarios no se les repatrió. En España podían hablar más de la cuenta. Y con objeto de evitarlo se les desparramó por el mundo: uno fue a dar con sus huesos a Buenos Aires, otro a Estocolmo, otro a Washington y otro a México. Al mismo tiempo desaparecían de la escena los altos funcionarios soviéticos que intervinieron en el asunto: el ministro de Hacienda, Grinko; el director del Grosbank, Marguliz; el subdirector, Cagan; el representante del ministerio de Hacienda en dicho establecimiento de crédito, Ivanoski; el nuevo director del Grosbank, Martinson… Todos cesaron en sus puestos, varios pasaron a prisión y Grinko fue fusilado.
> Entre tanto, una revista gráfica, “La URSS en Construcción”, dedicaba un número especial al aumento de las existencias de oro en Rusia, atribuyéndolo al desarrollo de la explotación de los yacimientos auríferos de Rusia. Era el oro de España. Rusia no ha devuelto ni una sola onza.México, D. F., Marzo de 1953
> Con la reserva de oro en lugar seguro, a cientos de kilómetros del frente, parecía que se había cumplido el mandato del Decreto Reservado del 13 de septiembre. Los nacionales, enterados del traslado del oro, calificaron el hecho de «expolio» y protestaron internacionalmente. Viñas cree que su destino final no estaba decidido todavía. «De hecho, inmediatamente después de su llegada a Cartagena lo que se decidió fue, precisamente, aumentar el volumen de los envíos que se remesaban a Francia». Sin embargo, el 15 de octubre Negrín y Largo Caballero decidieron trasladar el oro de Cartagena a Rusia.
> El día 22 de octubre de 1936 se personó en Cartagena Francisco Méndez Aspe, jefe del Tesoro y hombre de confianza de Negrín, que ordenó la extracción nocturna de la mayoría de las cajas de oro, con un peso aproximado de setenta y cinco kilos cada una, las cuales fueron transportadas en camiones y cargadas en los buques Kine, Kursk, Neva y Volgoles.
> El oro tardó tres noches en ser embarcado, y el 25 de octubre los cuatro barcos se hicieron a la mar rumbo a Odesa, puerto soviético del Mar Negro. Acompañaban a esta expedición, como personas de confianza, cuatro claveros del Banco de España (un clavero era un custodio de las llaves de las cajas fuertes del Banco): Arturo Candela, Abelardo Padín, José González y José María Velasco. Cabe indicar, asimismo, que Orlov había reseñado 7.900 y Méndez Aspe 7.800 cajas; el recibo final fue por 7.800,59 y no se sabe si fue un error o desaparecieron 100 cajas de oro.
> los cuatro claveros españoles habían previsto un plazo de un año para cntar el tesoro del banco de España, trabajando ellos solos en dos turnos diarios de siete horas; sin embargo, el recuento, que comenzó el 5 de diciembre, terminó el 24 de enero de 1937, pese a haberlo efectuado con el máximo esmero. Se abrieron 15.571 sacos, encontrando en su interior 16 clases distintas de monedas de oro: libras esterlinas (el 70%),pesetas españolas, luises y francos franceses, marcos alemanes, francos belgas, liras italianas, escudos portugueses, rublos rusos, coronas austriacas, florines holandeses, francos suizos, pesos mexicanos,pesos argentinos, pesos chilenos y, por supuesto, una extraordinaria cantidad de dólares estadounidenses.64 El depósito completo ascendía a 509,287.183 kilogramos de monedas y 792.346 kilogramos de oro en lingotes y recortes: un total, pues, de exactamente 510’079,529.30 gramos de oro bruto, que a una ley media de 900 milésimas equivalía a 460.568.245,59 gramos de oro fino (unas 14.807.363,8 onzas troy). El valor de este oro era de 1.592.851.910 pesetas-oro (518 millones de dólares).65 Aparte de ello, el valor numismático de las monedas era muy superior al del oro que contenían, aunque los soviéticos no lo calcularon ni tuvieron en cuenta.66 Sin embargo, sí pusieron extraordinario cuidado en enumerar las monedas que eran falsas, defectuosas o que contenían menos oro del debido. Los soviéticos jamás explicaron qué hicieron con las monedas raras y antiguas, aunque es dudoso que las fundieran. Burnett Bolloten plantea que es posible que se apartaran todas las monedas de valor numismático con la idea de venderlas gradualmente en el mercado internacional.67
> Martín Almagro Gorbea estima el valor del oro de Moscú en un mínimo metálico de 12.200 millones de euros (según la cotización del oro en marzo de2010, 824 euros la onza) y considera posible que su valor numismático excedera de los 20.000 millones.
> Terminada la contabilización, el 5 de febrero de 1937 el embajador español y los responsables soviéticos G. F. Grinko, comisario de Hacienda, y N. N. Krestinsky, su adjunto para asuntos exteriores, firmaron el acta de recepción definitiva del depósito de oro español, un documento en francés y en ruso.69El párrafo 2, sección 4 de este documento estipulaba que el Gobierno español quedaba libre de reexportar o disponer del oro, y el último punto incluía una cláusula conforme a la cual los soviéticos se desentendían de cualquier responsabilidad sobre el depósito según lo fuesen empleando las autoridades republicanas. Dicha cláusula establecía que «en el caso que el Gobierno de la República ordenase la exportación del oro recibido en depósito por laURSS, o bien en caso que dispusiera del mismo de otra manera, la responsabilidad asumida en el presente acta por el Comisariado del Pueblo para las Finanzas será reducida automáticamente, en todo o en parte en proporción a las disposiciones del Gobierno de la República española». Quedaba claro, pues, que se trataba de un depósito que la República Española podía emplear libremente, exportándolo o enajenándolo, con lo que las autoridades soviéticas no asumían ninguna responsabilidad por el destino de este oro. Cabe señalar que la URSS otorgaba la titularidad del depósito al Estado español republicano, y no al Banco de España, su verdadero propietario.70
> En los meses siguientes, varios de los soviéticos implicados en el asunto del oro español tuvieron un final dramático. Stashevsky murió ejecutado por la NKVD en 1937 y el embajador soviético Rosemberg siguió ese mismo destino en 1938; Orlov, temiendo ser el siguiente, huyó ese mismo año a los EE.UU. al recibir un telegrama de Stalin donde se le ordenaba volver a la URSS. Los Comisarios del Pueblo de la Hacienda Soviética, Grinko, Krestinsky, Margoulis y Kagan, fueron ejecutados el 15 de marzo de 1938 o fueron víctimas de desaparición forzada por distintos modos, tras ser acusados de pertenecer al «bloque trotskista-derechista» antisoviético. Grinko en particular fue acusado de hacer «esfuerzos por socavar el poder financiero de la URSS». Los cuatro funcionarios españoles enviados para supervisar la operación fueron retenidos por Stalin hasta octubre de 1938 y sólo entonces se les permitió salir para lugares dispersos del extranjero: Estocolmo, Buenos Aires, Washington y México, respectivamente. Con respecto al embajador español, Marcelino Pascua, fue trasladado a París.73
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http://www.biography.com/people/joseph-stalin-9491723
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Juanf
Comenta nm;
Por cierto, juanF, el psoe que tanto critica ahora es de los suyos. Disfrútelo…
Lo mejor que puede suceder conmigo es que no pertenezco a partido alguno, considero que los políticos son necesarios para que pueda existir una democracia en todas las áreas que representa el bienestar de una nación en paz y armonía al estar todos los ciudadanos representados, incluyendo a ustedes los fervientes comunistas así como los de derechas o centro y si alguno existiera en la altura también es valido…
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nm
Por cierto, juanF, el psoe que tanto critica ahora es de los suyos. Disfrútelo…
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nm
El oro de moscú fue usado como dinero contra el fascismo de franco dentro de un estado de guerra, y fue usado porque el gobierno legal era la república y tenía legitimidad para usarlo como moneda para la lucha antifascista.
En la siguiente página habla sobre los hechos y la relación de España- Rusia en aquella época:
http://www.fundanin.org/krivitsky.htm
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ORO CONVERTIDO EN HIERRO
Naturalmente, el Komintern emprendió una campaña virulenta contra Franco organizando en todos los países grandes mitinees de propaganda y recaudando fondos para Madrid. La Unión Soviética envió cientos de comunistas extranjeros quienes expulsados de sus respectivos países vivían en Rusia como refugiados.
Para algunos antiguos lideres del Komintern que permanecían fieles al postulado de una revolución mundial, la lucha en España significaba para ellos un rayo de esperanza, pero esos antiguos revolucionarios supervivientes de la primera depuración sangrienta del proceso Kamenev- Zinoviev eran unos cuantos timoratos. Toda su palabrería no produjo municiones ni tanques ni aviones, ni ninguno de los elementos de guerra que Madrid pedía a gritos y que las potencias fascistas suministraban a Franco.
Las confidencias obtenidas sobre la ayuda militar de Italia y Alemania a Franco y las angustiosas demandas de los jefes revolucionarios españoles en petición de ayuda al extranjero, no obtuvieron respuesta alguna por parte del Kremlin. La guerra civil española se había convertido en una enorme conflagración y aún así Stalin permanecía callado e inmóvil.
Por toda Europa y América los comunistas y sus simpatizantes se preguntaban el por qué la Unión Soviética no hacia nada para ayudar a la defensa de la revolución española, mientras que ellos por si solos levantaban la opinión pública y recababan donativos.
A pesar de que el gobierno de Madrid poseía reservas en oro en el Banco de España por valor de 700.000.000 de dólares, los esfuerzos de la República Española para comprar armamento de la casa Vickers de Inglaterra, de la fábrica Skoda de Checoeslovaquia, de la de Scheneider de Francia e inclusive de los productores más importantes de municiones de Alemania, fracasaron debido a la no-intervención.
Esta era la situación internacional a la que mis agentes secretos estaban ojo avizor y sobre la cual me enviaban informaciones en profusión constante a La Haya, las que retransmitía urgentemente a Moscú. A todo lo cual Stalin permanecía callado.
A fines de Agosto y con el permiso de Moscú tres altos empleados de la República Española llegaban en secreto a Odesa para adquirir material de guerra soviético ofreciendo a cambio sumas enormes de oro español. En vez de permitírseles llegar a Moscú fueron retenidos calladamente en un hotel de Odesa.
El jueves 28 de Agosto de 1936 Stalin firmó un decreto por el cual el Comisario de Relaciones Exteriores prohibía « la exportación, reexportación o tránsito a España de toda clase de armamentos, municiones, material de guerra, aeroplanos y barcos de guerra ».
Este decreto fue publicado y emitido por radio para conocimiento de todo el mundo, el próximo lunes. Este decreto oficial del soviet estaba en armonía con la política de no-intervención de León Blum. Ello levantó severas críticas por parte de todos los grupos del occidente europeo y de América, donde el Komintern procuraba a toda prisa crear un ambiente de simpatía en favor de la desesperada República Española.
Entre tanto, Stalin convocó al Politburó a sesión extraordinaria.
El Buró político es la suprema autoridad del partido y por lo tanto del gobierno soviético. Contra las decisiones del Politburó no hay apelación posible. Tienen la fuerza de una orden militar dada sobre el campo de batalla.
En esta sesión del Politburó Stalin se manifestó en favor de una acción inmediata en España. En aquellos momentos, los primeros días de Septiembre de 1936 había formado gobierno en Madrid el Frente Popular Español. Con la intensa ayuda del Komintern, Largo Caballero había formado un gobierno de coalición en el cual entraron dos miembros comunistas figurando él como Presidente del Consejo y Ministro de la Guerra. Largo Caballero era uno de los jefes socialistas. Al igual que León Blum era partidario de la cooperación con el Soviet.
Stalin argüía que la vieja España había desaparecido y que la nueva España no podía subsistir por si sola. O tendría que aliarse con Italia y Alemania o bien con los contrarios de esas dos potencias. Stalin dijo que ni Francia ni Inglaterra podrían permitir que España que domina la entrada al Mediterráneo, fuera controlada por Roma y Berlín.
Para Paris y Londres, la amistad de España era asunto de primordial importancia. Stalin era de opinión que él podría crear en España un régimen controlado por Moscú. Con España en el bolsillo podría realizar una alianza permanente con Francia e Inglaterra. Al mismo tiempo su intervención haría avivar la fe de los partidarios del Soviet en el extranjero que habían sufrido un rudo golpe con la depuración de la vieja guardia Bolchevique.
Con referencia a los 700.000.000 de dólares de oro acumulados en España, el gobierno de Largo Caballero estaba dispuesto a invertirlo en material de guerra. La cantidad de oro que podía transportarse a Rusia en pago de las municiones entregadas a España constituía un problema a estudiar sin demora por cuanto el gobierno soviético se había adherido oficialmente a la política de estricta no-intervención.
El Politburó se pronunció a favor de una acción inmediata. Stalin hizo hincapié a sus comisarios de que la ayuda a España por parte del Soviet, debía llevarse con todo secreto con el fin de eliminar toda posibilidad de que su gobierno se viera envuelto en un conflicto armado. Su última frase que debían tener presente los reunidos por el Politburó y que se retransmitió como una orden a todos los empleados fue : « Podalshe el artilleiskavo ognia » Mantenerse fuera del alcance del…
Dos días después un enviado especial que vino a Holanda en avión me trajo instrucciones de Moscú. Mis órdenes fueron: « Amplíe inmediatamente sus actividades a la guerra civil española. Movilice todos los agentes disponibles y dé todas las facilidades para la pronta creación de un sistema de compra y transporte de armamento a España. Sale un agente especial para Paris para ayudarle en este trabajo. Se presentará a Vd y trabajará bajo su dirección. »
Al mismo tiempo, Stalin en Moscú daba instrucciones a Yagoda, entonces jefe de la GPU, de establecer una ramificación de la policía secreta soviética en España.
El 14 de Septiembre, Yagoda convoca una conferencia urgente de la Lubianka en su oficina central de Moscú en la que estaban presentes : el General Uritaky del Estado Mayor del Ejército Rojo; Frinovsky, actual Comisario de Marina, en aquel entonces Jefe de las Fuerzas Militares de la- GPU, pero considerado ya en el seno de los círculos soviéticos como uno de los hombres de Stalin que más prometía; y mi camarada Sloulsky, jefe del departamento extranjero de la GPU.
Supe por Sloulsky, con quien me encontraba con frecuencia en Paris y otros puntos, que en dicha conferencia había sido nombrado un antiguo oficial de su departamento para establecer la GPU en la España republicana. Este era Nikilsky, alias Schewed, alias Lyova, alias Orlov.
La conferencia de la Lubienka puso también bajo el control de la policía secreta soviética las actividades del Komintern en España. Decidió coordinar o armonizar las actividades del Partido Comunista Español con la política de la GPU.
Otras de las decisiones de esta conferencia fue que la policía de la GPU se hiciese cargo del movimiento de voluntarios de cada país hacia España. En el comité central de cada partido comunista del mundo hay un miembro que desempeña una misión secreta de la GPU.
En muchos países, incluyendo los Estados Unidos, la cruzada para salvar la revolución española se apreció como una noble expedición internacional para rescatar la democracia y mantener la justicia en nombre de la humanidad. Jóvenes de todo el mundo se alistaban voluntarios para luchar en España por estos ideales. Pero la España Republicana que luchaba contra Franco, no estaba de ningún modo unida en ideologías ni tácticas politices. Estaba constituida por muchas fracciones demócratas, anarquistas, socialistas y sindicalistas. Los comunistas lo eran en gran minoría. El éxito de Stalin en asegurarse el control y hacer uso de él como arma para conseguir una alianza Franco-Inglesa con el gobierno Soviético; dependía de que antes diera al traste con la poderosa oposición anticomunista en el campo gubernamental. Era primordial, por lo tanto, controlar el movimiento de estos voluntarios idealistas extranjeros hacia España, para evitar que ellas se uniesen con los elementos opuestos a la política y ambiciones de Stalin.
El principal problema de organizar los embarques de armamento a España fue resuelto por la conferencia de la Lubianka con la decisión de llevarla a efecto simultáneamente desde Rusia y desde el exterior. La labor en el extranjero se me encargó a mi. La relativa al interior fue atendida por Yagoda personalmente. La de éste presentaba mayores dificultades que la mía porque era absolutamente necesario no dejar el menor rastro en territorio soviético de la participación oficial del gobierno en el asunto.
(…)
(…)
LA BRIGADA INTERNACIONAL
El 28 de octubre de 1936, Largo Caballero lanzó – como ministro de la guerra – una proclamación a la República Española. Era una llamada a la victoria: « Por fin en este momento tenemos en nuestras manos un armamento formidable; tenemos tanques y una poderosa aviación.
Largo Caballero, que había abierto las puertas de par en par a los mensajes de Stalin, ignoraba de que suerte y calibre era la mano que llegaba en socorro de España Republicana. No se daba cuenta de que esta ayuda seria la causa de su propia caída.
El movimiento de suministros de guerra hacia España iba al unísono con el movimiento mundial de hombres hacia Madrid. Voluntarios de las Islas Británicas, de los Estados Unidos, del Canadá, de América Latina, de Escandinavia y de los Balcanes; de toda Europa, hasta de la Alemania Nazi y Italia fascista; de Australia y de las Filipinas, estaban ansiosos por luchar por la causa gubernamental. La famosa Brigada Internacional estaba en vías de formación.
En estos momentos, si Stalin quería controlar España la que empezaba ya a sostener con armamento, era necesidad imperiosa organizar y dirigir estas cruzadas venidas de lejos en grandes oleadas y amalgamarlas en una fuerza común. El gobierno de Frente Popular de Largo Caballero era una coalición de partidos políticos antagonistas entre si. El reducido duro y disciplinado grupo de comunistas mandado por la GPU sostenían el gobierno de Largo Caballero pero no lo controlaban. Para Moscú era importante coger las riendas de la Brigada Internacional.
El núcleo central de la Brigada Internacional la formaban de quinientos a seiscientos comunistas extranjeros. Entre ellos no había un solo ruso. Más tarde, cuando la Brigada se elevó a quince mil combatientes no se permitió enrolar a ningún ruso. Intencionalmente se levantó un muro impenetrable entre dichas fuerzas y las unidades del Ejército Rojo que habían sido desplazadas a España para otros servicios. En cada país, incluyendo los Estados Unidos, las agencias de reclutamiento para la Brigada internacional estaban formadas por el Partido Comunista de cada localidad. Algunos grupos independientes de socialistas y otros grupos avanzados intentaron organizar columnas, pero la mayoría abrumadora de reclutas los alistaban los comunistas, que los atraían por medio de una amplia red y frecuentemente ignoraban en absoluto el control que ejercían los « fellow travelers » (compañeros viajeros) sobre ellos.
En cada centro comunista importante del mundo la GPU había desplazado un agregado militar. Este agente y nadie más que él, es enlace de unión entre el partido comunista y el Military Intelligence del gobierno soviético.
(…)
(…)
EL ECLIPSE RUSO
Simultáneamente, las potencias fascistas se volvieron más y más agresivas en el Oeste. Italia y Alemania intervinieron descaradamente en favor de Franco. La situación militar de la República Española se agravó progresivamente. Si Stalin fuera a capitalizar sus éxitos en España, tendría que rendir todo el esfuerzo necesario para poder derrotar a Franco y sus aliados. Ahora quería menos que nunca arriesgarse a una mayor contienda. Desde el comienzo de esa aventura el lema por el anotado había sido « Mantenerse fuera del alcance del fuego de la artillería ». Esta consigna se hizo más imperativa después de la invasión de China por el Japón y sus amenazas en la frontera siberiana.
El rol de Stalin iba eclipsándose. Stalin había intervenido con la esperanza de que podría con la ayuda de un régimen español de vasallaje, construir un puente desde Moscú a Londres y París. Fracasó su maniobra. Leon Blum y Anthony Eden dimitieron. Paris y Londres adoptaron una actitud más amistosa hacia Franco. En 1938 Stalin se retiró gradualmente del circulo de acción de España. Todo lo que obtuvo de su aventura fue el oro español. No había podido conseguir su objetivo primordial de sacar la nave del Estado Soviético de su aislamiento de entre las grandes potencias del mundo.
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Estoy intentando poner textos de consistente verdad y Ud., juanF, pone cualquier cosa y ni es capaz de poner de donde lo sacó para contrastar la veracidad o si está tergiversada la realidad.
EN EUROPA ERA UN ÉPOCA DE FUERTES DIVISIONES DE PENSAMIENTOS E IDEOLOGÍAS Y LA GUERRA ERA LA SOLUCIÓN A TODO. En tiempo de guerra se toman decisiones acordes a ella, y el oro fue una decisión acorde a la guerra. Lea toda la página y deje de leer de sitios claramente opuestos a la república y a la verdad, maquillando al interés franco-fascista. A franco los fascistas europeos le regalaban todo para la lucha…. Se quiera o no la república tenía signos de democracia, cosa que nunca aceptarán los fascistas…
P.D. En mi comentario anterior puse que Rusia envió armamento en octubre del 37 y fue en octubre del 36.
Saludos
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Juanf
Cuando nm me pide que me olvide del oro de Moscu, yo me pregunto y porque no seguir con el tema?.
Tuve la oportunidad de vivir en Canada durante cuatro años y supe apreciar lo que era el frio, frase esta que asocio con el abusivo envió a la muerte de mas de dieciocho mil españoles “y que voluntarios” enviados por Franco a combatir junto a los alemanes en la Rusia glacial, “como pago por los envíos de material, así como por la nefasta intervención de la aviación alemana bombardeando los pueblos vascos entre ellos Guernica ocasionando la muerte a muchos ciudadanos inocentes”.
De ese contingente de soldados, solamente regresaron unos mil combatientes, los demás pagaron la deuda franquista con la vida, mientras el dictador gallego se “sentía orgulloso” de no haber entrado en la contienda.
Ahora cuando nm me pide que me olvide del oro de Moscu el cual según el, fue en pago del material enviado por la Union Sovietica, pero resulta ser que este oro robado a los ciudadanos españoles no se materializó después de recibir ” la mercancía” se realizó a principios de la guerra civil para que no cayera en manos de los sublevados, era preferible según los comunistas del PSOE enviarlo a Stalin
( para que lo guardaran en Moscu?) antes que dejarlo en ese ente privado como era el Banco de España y donde estaba depositado los ” ahorros” de los españoles.
Segun se pudo saber y esta escrito;
El decreto fue firmado por el Presidente del gobierno del Frente Popular, Manuel Azaña, a quien no se le informó cuando se aplicaría el decreto, ni tampoco el destino del tesoro. La excusa para dejar fuera de conocimiento en la materia al Presidente fue su “estado espiritual”. Valido de esta medida presidencial, el 25 de octubre Negrín ordenó el traslado de la totalidad del oro depositado en las bóvedas del Banco de España, de Madrid al puerto de Cartagena. Eran “siete mil ochocientas cajas llenas de oro, amonedado y en barras, oro que constituía la mayor parte de las reservas del Banco de España”, según el ministro de Marina y el Aire, Indalecio Prieto, quien tiempo después dijo haberse enterado por casualidad de ese traslado.
Según justificó más tarde Largo Caballero, el Presidente no fue informado hasta mucho después debido a su «estado emocional» y el «carácter reservado de la operación»:
“¿De esta decisión convenía dar cuenta a muchas personas? No. Una indiscreción sería la piedra de escándalo internacional […] Se decidió que no lo supiera ni el Presidente de la República, el cual se hallaba entonces en un estado espiritual verdaderamente lamentable, por consiguiente sólo lo sabía el Presidente del Consejo de Ministros [el propio Largo], el Ministro de Hacienda [Negrín] y el de Marina y Aire [Indalecio Prieto]. Pero los dos primeros serían los únicos que se habían de entender con el Gobierno de Rusia.”
Obtenidas las llaves, se abrieron las cajas y cámaras donde se custodiaban las reservas, y durante varios días los agentes del Gobierno estuvieron extrayendo todo el oro allí depositado. El metal precioso se colocó en cajas de madera de las utilizadas habitualmente para el transporte de municiones, que no estaban numeradas ni acompañadas de facturas que indicasen cantidad, peso o contraste del oro.
Las cajas fueron transportadas en camiones a la Estación del Mediodía, y desde allí a Cartagena, donde de depositaron en los polvorines de La Algameca, en una base naval bien custodiada. El traslado por vía férrea hasta Cartagena fue protegido por la «Brigada Motorizada» del PSOE.
Sabemos que luego fue enviado por barco hasta que llegó ” el botín” (sacado del banco a punta de pistola)
a Moscu y colorin colorado nuestro oro se esfumó y el hambre con miseria a España llegó, así fue
nm, generosos y buenos con los demás, pero con nosotros los ciudadanos españoles no, tortas de lado y lado, así somos de inteligentes en nuestro país, razón por la cual no se puede creer en el comunismo que no aporta sino miseria como la demostrada en ese atraco a las bóvedas de un banco privado donde el responsable de ese banco se suicido en su despacho por no estar de acuerdo con el saqueo por la gente del PSOE.
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nm
Me ha costado encontrarlo, bueno, no tanto, sobre el oro de Moscú.
En la página 24 y 25 del libro de Julio Aróstegui dice que es un hecho probado que el oro fue cómo pago de armamento a la URSS, y el destinado a Francia no se consumió totalmente y se devolvió a franco en el pacto Jordana -Bérard.
Si vuelve a poner sobre el oro de moscu, JuanF, ya puedo contestarle con certeza que no fue un robo sino un pago… En el libro(pag-16) dice que en octubre(1937, si no me equivoco) aparece el primer armamento y asesores soviéticos…
En muy bueno el libro, y corto. Lo recomiendo.
https://dl.dropboxusercontent.com/u/40333691/HISTORIA/TEMA%206/Cuadernos%20Historia%2016%20-%20La%20Guerra%20Civil%20española.pdf
Por algún sitio del libro leí que no es verdad todo lo que se ha difundido de la guerra civil Española. El franquismo se encargó de maquillar y borrar muchas cosas(tiempo tuvieron para ello)
Saludos

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