Francisco Pulido, profesor de Secundaria.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quien sueña puede divisarla, va en camino,
pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.
Eugenio Montejo
Llegado este momento de mi vida, pasado el umbral del medio siglo, es cuando realmente empiezan a tener sentido aquellas preguntas que me hacía en otros tiempos de juventud. Ahora estoy encontrando las respuestas. Y de inmediato me alumbra la principal evidencia: ha llegado el final de la política. El periodista y escritor Tiziano Terzani le contaba en los últimos meses de su vida a su hijo, publicada en el libro El fin es mi principio, que la política ya no responde a los problemas. Decía esto en 2004, año en el que falleció, cuando a lo largo de toda su vida se preguntaba "de dónde vendría la solución al problema al que nos enfrentamos". Tiziano incluso llegó a pensar que la solución vendría de una conspiración de poetas, hasta que un día le oyó decir a su hijo que la solución sería la "Organización", aunque realmente no se refería a ninguna organización.
Tiziano comprendió a lo que se refería su hijo. La "Organización, en realidad es la cosa más desorganizada que podía existir, porque no dejaba de ser más que una red de personas que empleaban las mismas palabras, utilizaban las misma ideas, las mismas intenciones, las mismas aspiraciones… Personas unidas porque habrían llegado a la comprensión más allá de la razón, a través del corazón.
Sin duda, la política y los políticos ya no nos sirven, ya no son útiles a la sociedad. Ni los mecanismos creados por este modelo de sociedad y de democracia que nos ha hipnotizado, los partidos o los sindicatos, montados sobre estructuras burocráticas y endogámicas, tampoco nos sirven. Ni el funcionamiento parcial y sectario de las estructuras judiciales, y mucho menos, el cada vez más denostado poder económico, el verdadero poder. Como dice José Ángel Bergua, profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza, "la crisis de la política no sólo afecta a los partidos políticos y a los sindicatos sino a un estilo de autoinstitución de lo social de carácter jerárquico que pivota o tiende a pivotar en torno a un punto fijo exógeno, el Estado". Y quizás, por ello, estén emergiendo nuevos actores políticos menores en la ciudadanía, en el pueblo, que vislumbran que caminamos hacia un nuevo estilo de autoorganización de lo social.
Mis vivencias personales con la política surgen desde mis tiempos de universitario, en los que descubrí la necesidad de luchar por alcanzar objetivos, enmarcados en el constructo ideológico de la ecología política, que permitiera cambiar el mundo. Sentía la necesidad de pertenecer a algo que valiera la pena, que dotara de credibilidad mis ideas y mis convicciones de cambio en un mundo más justo, más sostenible y más solidario. A medida que leía y descubría el sentido y la trascendencia de crear un mundo nuevo bajo los parámetros de la ecología, fui llenando mi tiempo, mi espacio y mi proyecto de vida de todo aquello que hablara de ecologismo. Después de tantos años, hoy y ahora he encontrado otras respuestas.
Las respuestas que siempre han existido en mí, pero con Tiziano se iluminaron. No voy a negar que haya pasado gran parte de mi vida creyendo y luchando por otro mundo posible siguiendo el camino equivocado. El pasado es memoria, y esa memoria es parte de mi presente y de mi ser hoy. No trato de reivindicar que uno sólo pueda cambiar las cosas, porque sé de forma convencida que el cambio vendrá, no por hablarlo o por tener mas reuniones, sino porque el corazón, los corazones de mucha gente se impondrán sobre la razón. Cada vez es más la gente que siente lo que es justo y lo que vale la pena, conscientes de que se ha llegado al límite. Es ahí donde he encontrado la respuesta.
He querido darle a mi vida motivos y razones para luchar por aquellos ideales que siempre y ahora he creído. Pero cuando escudriñas en las vivencias de tantos encuentros, desencuentros y reuniones para crear una alternativa sociopolítica, te das cuenta de que la razón o las razones no han servido para nada. Cuando has tenido en tu propio círculo organizativo personas, supuestamente con tus mismos ideales, pero que se movían con ansias de destruirte o de anularte, de humillarte o de ningunearte, hoy más que nunca te das cuenta que ese no era el camino ni aquellas eran las personas con las que podías unir voluntades. Porque yo más que nunca sé que hoy no puedo fiarme de la razón, sino del corazón.
Este es mi testimonio, mi declaración y mi testamento vital. Es el fin, el final de la política, para la naturaleza, para nuestro planeta y para mí. Porque soy, somos efímeros, moviéndonos sobre una linea circular del tiempo. Como dice Tiziano, "todo es estiércol y ceniza y luego vuelve a ser prado". Y como Tiziano, miro hacia atrás y pienso que tampoco he cambiado nada, porque entonces y ahora he intentado convertirme en algo que cambie el mundo. Pero la diferencia es que ahora y hoy ha llegado el principio de Ser.
Es el principio de encontrar otro yo, de verme a mí mismo. De deshacerme de los deseos, de las tenencias, de lo superfluo, lo innecesario, lo inútil, lo banal… El principio de una nueva consciencia que me lleve a identificarme plenamente con la naturaleza como parte de un todo, la vida, una vida que sólo merece y es merecida si es vivida para los demás. Y entonces, como dice Eduardo Galeano, me daré cuenta de que la utopía está en el horizonte, y ese horizonte se alcanza siempre caminando, y en ese andar es cuando me encontraré con las personas capaces de cambiar el mundo con el corazón. Y como dice el poeta venezolano Eugenio Montejo, en su poema Manoa, siempre andaré absorto detrás de ese arco iris, que se curva y nunca se alcanza, porque siempre estaré buscando a mi Manoa, porque no es un lugar, sino un sentimiento.
Francisco Rodríguez Pulido, profesor de Secundaria.
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PedroLuis
Disculpen, no causa buena sensación esa "ese".
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PedroLuis
A usted, don Francisco. Reflexionar y exponer sentimientos, sensasiones, ilusiones, decepciones, opiniones…, y compartirlas de una forma correcta y bien escrita, me parece que siempre debe ser motivo de gratitud.
Además cumple con uno de los objetivos que valoro de este medio, que nos comunica y nos permite conocernos en la distancia.
Saludos.
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FranciscoRPulido
Aunque no me gusta intervenir, y menos cuando se trata de mis textos, sólo lo hago para agradecer las palabras de Pedro Luis. Añadir, además, que esta reflexión o testimonio vital lo escribí hace unos meses (anterior a la reflexión sobre mi experiencia en el CEO), como resultado de una detenida y meditada reflexión.
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gada
Agustin perdona lo de dogto, es broma.
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gada
Otro aspirante más a presentarse como candidato en alguna lista de una de esas plataformas ciudadanas que van a surgir como setan, no se si alucinogenas o no, a las que hace referencia el muy dogto Agustin.
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GALVA
Pues si…
Pero no se hicieron las piramides en un dia…
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ElNega
Yo soy más partidario de la evolución lenta y reflexiva del pensamiento, que de las visiones momentáneas tipo Pablo de Tarso, que cayó del caballo y pasó de ser judaico y perseguidor de cristianos, a ser el más intransigente de los cristianos. Ni la política era tan importante como algunas creían en el pasado: "una ideología pura, unos militantes puros y un partido puro, y tendremos la sociedad perfecta cuando tomemos el poder….Ni tampoco están los tiempos para decir que la política y los políticos no sirven absolutamente para nada". Ni blanco ni negro..gris, o blanquesino, u oscurito…mezcla.
Los tiempos actuales lo que demandan es MENOS POLÍTICOS PROFESIONALES (pocos y bien vigilados), más políticos a media jornada y amateurs, más política de calle, menos política institucional, más importancia al movimiento, menos a los líderes, más organización horizontal, menos organización piramidal, más pluralismo, menos bipartidismo, más ecologismo y menos liberalismo, más listas abiertas y proporcionalidad, menos listas cerradas y menos ley D, Hondt, etc.
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eltiticoca
La política es un simple reflejo de la sociedad, pues todos se educaron en una misma época o escuela, instituto o universidad parecidos. Tus palabras, Francisco Rodríguez Pulido, evidencian un cambio de mentalidad más humanizado el cual denota que vas en busca de sensaciones o sentimientos en detrimento de ideologías. No obstante, el Final de la política suena demasiado utópico
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agustin
Tras la pausada lectura y posterior relectura de tan meditado y sopesado escrito me reafirmo en la teoría de que el ácido lisérgico causo estragos en una generación. Le recomendaría al profesor de secundaria que si no es un avezado micologo no degustara el fruto de su recolección, que luego se pone uno a escribir y excreta incunables de este calibre. Pero vamos, no se lo tome usted a mal , que es sólo una sugerencia ….
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PedroLuis
Magnífica y preciosa reflexión personal, fruto de su experiencia vital y de su sentimiento individual, Sr. Rodríguez Pulido.
No obstante, la política que gobierna (o embarga, si lo prefiere) a los pueblos, es mejor que brote de los sentimientos colectivos, me parece a mí.
De lo contrario se corre el riesgo de que unas veces por "amor" y otras por "perversión", la luz indivual deja a oscuras al colectivo y lo que puede ser peor: ¡le revienta los ojos!
Como los individuos, también los pueblos persiguen su horizonte, la utopía del arco iris, "su Manoa".
Si difícil resulta encontrar la "Manoa individual" imagínese la "Manoa colectiva"… ¿A travez del amor y no de la razón? Tal vez. Eso también nos lo han dicho otros … y la pugna sigue… y a algunos hasta los han cruxificado por decirlo. Suerte y que usted viva muchos años… y que yo lo vea.
Cordiales saludos y enhorabuena por su reflexión. Sinceramente, me gustó.
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