La Palma volvió a ser Indiana

La Palma volvió a ser indiana y prueba de ello son las 80.000 personas que, según la Policía Local, participaron este lunes en la fiesta más multitudinaria del carnaval palmero que parodia la vuelta a la Isla del emigrante palmero retornado mostrando sus riquezas.

Desde bien temprano la gente, tanto los palmeros como los no palmeros (venidos en barco y en avión) se echaron a la calle vestidos de blanco y con los polvos de talco en la mano para cubrir la ciudad de un gran manto blanco y disfrutar de una celebración única en la que la diversión y la música no faltaron y en la que una edición más la Negra Tomasa, vestida para esta edición de rojo pasión, volvió a ser la protagonista indiscustible con su baile singular y pegadizo. Primero desembarcó en el puerto y más tarde hizo su entrada triunfal en la plaza de España, haciendo vibrar al público que aborrataba la plaza bailando al son de la música.

La música de todo tipo, según el  lugar, no paró en toda la jornada y grandes y también pequeños disfrutaron de una fiesta en la que los indianos se fueron repartiendo por todo el centro de la ciudad, si bien durante la mañana la gente se congregó principalmente en la calle Real y el entorno de la plaza de España, mientras que por la tarde, tras el parón del almuerzo y después del reparto de polvos, la multitud se desplazó más hacia la avenida, a la calle Trasera o a La Alameda, donde la fiesta continuó hasta bien entrada la noche.

La nota negativa de estos indianos fue el comportamiento incívico de algunos personas que utilizaron la vía como “meadero” público pese a los servicios móviles que había distribuidos por distintas zonas y a los aseos de bares y restaurantes que en su mayoría estaban abiertos al público. En el lado positivo de la balanza, cabe destacar que bares y restaurantes, tiendas de ropa, supermercados, taxistas y hoteles, tuvieron un día intenso de trabajo no solo este lunes sino también los días previos a esta celebración de la que los visitantes hablan muy bien por su tranquilidad y por su originalidad, que no es poco. Además también es de destacar la buena acogida que tuvo la fiesta entre los cruceristas, más de 7.000, que este lunes visitaron la ciudad y en la que disfrutaron de la gran polvareda levantada con los polvos de talco.