Leiva: "Lo ocurrido en Cataluña es el desenlace de un camino sin salida"

Cataluña y España han vivido este viernes un día histórico, pero triste, con la Declaración Unilateral de Independencia, DUI, de Cataluña por 70 votos, y la aprobación en el Senado del artículo 155, que ha permitido al Gobierno central cesar a todo el Govern, disolver el Parlament y convocar elecciones catalanas para el 21 de diciembre. El desafío soberanista ha sido seguido con interés también desde La Palma, donde viven algunos ciudadanos catalanes como el empresario David Leiva, propietario del conocido restaurante La Placeta situado en la capital, que ha mostrado su preocupación por todo lo que está ocurriendo en su tierra natal.

“Me parece que es un error garrafal por parte de un gobierno autonómico, que va a dejar a un 53% de catalanes sin independencia de sus instituciones centenarias, por las que lucharon muchos”.

Leiva considera que esta situación “es el desenlace de un camino sin salida al que ambas partes han colaborado, ya que durante años desde el Gobierno central no se ha escuchado ni se ha tendido la mano a una parte de la población catalana que solicitaba un cambio”.

En su opinión, “en vez de utilizar el diálogo político para encontrar una solución, cada día ambas partes han ido enquistando más el problema”. “Algo típico del PP – añade-, dejar que los problemas se agudicen para después solucionarlo con rodillo, arrasando todo lo que haya por delante”.

Para este empresario catalán, la declaración de independencia supone “un problema para todos, para los independentistas, que están siendo engañados con una realidad ficticia, y para el resto de los catalanes, que vamos a estar gobernados y dirigidos, ahora, por un PP que no ha sido nunca querido en Cataluña y que siempre ha estado en la oposición”.

Leiva ha sido muy reivindicativo con este asunto en las redes sociales, donde siempre ha pedido diálogo para alcanzar consensos que, por desgracia, no se han producido fracturando a la sociedad catalana y que han desembocado, este 27 de octubre, en el cese de todo el Govern y la suspensión del autogobierno catalán hasta la celebración de las elecciones catalanas en diciembre.