Cabrera teme que el complejo de basuras se convierta en un "complejo cúmulo de despropósitos"

El consejero del PP en el Cabildo, Carlos Cabrera, crítica una vez más la gestión del equipo de gobierno insular, de CC, ya que "a pesar de saber que en materia de planificación territorial o urbanística es conveniente contar con una auténtica participación ciudadana, impone un plazo para el trámite de participación pública y consultas en el Avance del Plan Territorial Especial de Residuos de La Palma, intermediado por el periodo vacacional del mes de agosto. Establece dos meses para este trámite comenzando su cómputo el 1 de agosto y finalizando el 1 de octubre. Conviene recordar que el Decreto 55/2006, de 9 de mayo permite para este supuesto, el plazo mínimo de 45 días y máximo de tres meses". 

Para Carlos Cabrera "esto es una muestra más del nulo talante conciliador con los ciudadanos y con los grupos de la oposición porque, además, este  documento aún no ha sido presentado ni debatido en comisión alguna".

Pero pese a ello, el grupo popular ha examinado y estudiado este voluminoso documento, largamente demandado, con la intención de realizar las pertinentes aportaciones.

"Nos parece que los objetivos generales del mismo son correctos. A estas alturas creemos que nadie los discute. Sin embargo, a la hora de estructurar los objetivos más específicos que desarrollan aquellos, el grupo popular precisa varios aspectos que serán aportados en los próximos días como indicaciones para su estudio o sugerencias".

Entre las suregerencias que van a realizar los populares indican que la reducción, reutilización y el reciclaje de los residuos será siempre bien recibida. Ahora bien, se preguntan, "¿realmente el grupo de gobierno cuando abra las puertas del complejo medioambiental habrá ya convencido a los ciudadanos de la necesidad de proceder a la seperación en origen de los residuos domiciliarios (en orgánicos y restos, en dos bolsas) e instalará contenedores específicos (1.500 contenedores pra la fracción orgánica) que permitan que la planta de compostaje tenga sentido?, ¿se conformará con llevar las bolsas "todo en uno", tal y como se recoge actualmente a la planta de clasificación de residuos perdiéndose la calidad posterior en el compostaje y una aumento de los residuos que van hacia el vertedero? ¿a qué espera el grupo de gobierno?".

Por otro lado, dicen que hay una clara contradicción entre el PIO aprobado inicialmente y este documento en cuanto a los puntos limpios y las plantas de transferencia. "El primero recoge que el Barranco Seco será clausurado, regenerado y consolidado como un espacio para los ciudadanos y no para la basura. El segundo, lo señala como un vertedero para inertes y, en la zona oeste, determina una planta para la transferencia de residuos para su traslado a la Villa de Mazo".

Asimismo indican que la directriz de ordenación territorial número 41.2 establece la necesidad de contar en las cinco islas mayores de plantas de valoración energética de residutos. También la Directiva 2008/98 de 19 de noviembre, prevé tal solución antes que el depósito de basuras en vertedero aunque fuera controlado. Sin embargo, dicen, "están expresamente prohibidas en este documento. "Esta cuestión así como el tratamiento de los residuos orgánicos marcará la viabilidad de este modelo", afirma Carlos Cabrera.

Según el PP, no se habla de la biomasa forestal y agrícola como posible fuente de riqueza energética, sólo como material para compostaje. "¿No es el momento, por lo menos, para estudiar la posibilidades de esta energía alternativa logrando, además, una verdadera limpieza de nuestros montes?", se preguntan.

Por otro lado, los populares rechazan la defensa de la utilización de bolsas de plástico por incongruente, salvo las biodegradables para los materiales orgánicos.

Dice Carlos Cabrera que se ha de preveer en el PIO, porque no se hace en el actual documento, la necesaria ampliación del centro ambiental.

En definitiva, afirma Cabrera, "estamos de acuerdo en muchos aspectos de ese documento, pero en otros (puntos limpios, autocompactadores, plantas de tranferencias, tratamientos de otros residuos…) esperamos puntualizar, aclarar o modificar aspectos,   aunque "sinceramente dudamos del empuje político para que esto sea una realidad en un corto espacio de tiempo. A los hechos nos remitimos. Puede que el complejo medioambiental se convierta, rápidamente, en un complejo cúmulo de despropósitos. El grupo popular -continúa Carlos Cabrera-  siempre  apoyará el modelo de "las tres erres" pero no comulgará con las negligencias que lo desvirtúen".