Adfilpa denuncia problemas de accesibilidad en las playas urbanas de Tazacorte y Los Cancajos

Disfrutar de un baño en el mar debería ser algo normal para todos, como tantas otras cosas de la vida cotidiana. Sin embargo, no lo es para las personas con movilidad reducida, siempre atentos a las limitaciones impuestas ya sea por las administraciones o el simple desconocimiento generalizado de lo que supone la accesibilidad. Un lugar accesible se traduce en un espacio apto para todas las personas, no sólo para uso y disfrute con seguridad de las personas usuarias de sillas de ruedas.

Desde la Asociación de Personas Discapacitadas Fisicas en La Palma (Adfilpa) señalan que las cincoplayas que cuentan con el distintivo de la bandera azul en la Isla, tres de ellas son urbanas (Puerto de Tazacorte, Puerto de Naos y Los Cancajos). En el caso de Tazacorte, señalan que “podrán presumir de tener una de las playas más concurridas de la isla y con gran atractivo turístico, que publicitan como una playa para personas con movilidad reducida y lamentablemente dista mucho de la realidad”.

“La playa del Puerto de Tazacorte cuenta con buenas características para cumplir con la accesibilidad, hecho que se ha demostrado en diferentes ocasiones con informes técnicos y recomendaciones realizadas por esta Asociación”, indican desde Adfilpa, que añaden que “como playa urbana que es, y contando con la respectiva bandera azul, debe cumplir una serie de condiciones legales en las instalaciones, que atendiendo a la seguridad y servicios, la accesibilidad será obligada para que los accesos a las playas sean fáciles y seguros; así como que debe poseer rampas de acceso y sanitarios para personas con discapacidad”.

Recuerdan que para toda playa dentro de una urbanización es de obligado cumplimiento las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación establecidas por la Orden VIV/561/2010: itinerario peatonal, zona de aparcamientos, puntos accesibles, silla anfibia, WC PMR, vestidores y duchas, rampas, pasarenas (pasarelas/esterillas), zócalos y pasamanos, papeleras y contenedores.

En este sentido, indican que recientemente se han incorporado nuevos elementos a esta playa del Puerto y estos son algunos de los puntos negros de accesibilidad:

– Los aseos:hay uno en la avenida al que difícilmente se podrá acceder porque la rampa supera la inclinación legalmente establecida. Tiene un 20,5% frente al 10% que debiera tener de pendiente para que las personas usuarias de sillas de ruedas puedan hacer uso de la misma de forma autónoma y segura. El segundo aseo, se ubica entre la entrada al muelle y la avenida marítima; este no cuenta con un itinerario accesible para llegar hasta el mismo, ni para ir desde el aseo hasta el mar en esterilla. Ambos aseos cuentan con elementos que faltan a las medidas pertinentes a la hora del cumplimiento en accesibilidad como escalones para acceder al interior entre otros”. Las rampas de acceso a la playa no son transitables por incumplimiento en las pendientes, además de la abundante arena que suele haber en las mismas.

– Las esterillas o pasarenas: no crean un itinerario completo desde la entrada, duchas, aseos, vestuarios, zona de sombra, o un recorrido hasta la misma orilla para que una persona con dificultad de movilidad pueda desplazarse siempre atendiendo a su seguridad.

Indican que en todo el país se está procediendo a la adaptación de las playas, especialmente las urbanas lo serán al 100%. En la Palma hay tres con bandera azul y dentro de suelo urbano,Puerto de Tazacorte, Los Cancajos y Puerto Naos. “Esta última es la que presenta mejores condiciones de accesibilidad, y es la elegida para realizar actividades con los socios de Adfilpa o en general por usuarios PMR en actividades organizadas por El Cabildo Insular. Sin embargo, la playa de Los Cancajos presenta deficiencias para usuarios con movilidad reducida”.

Fuera de suelo urbanizable y con la mencionada bandera, son las playas de Bajamar y Charco Verde, las cuales sí cumplen algunas de las condiciones de accesibilidad.

Dentro de las playas en espacios urbanos recuerdan que la nueva de Santa Cruz de La Palma, después de más de un año desde su inauguración, “presenta novedades en cuanto al empeoramiento de la situación del mobiliario no accesible y el servicio PMR discriminatorio. Continuamos sin respuesta ni actuación por parte del Ayuntamiento capitalino ante el compromiso del alcalde con la accesibilidad en esa playa”.

Adfilpa indica que concluye un período estival 2018 “muy mejorable en lo que reivindicamos aunque, teniendo en cuenta el buen clima de la isla y la afluencia del turismo durante el invierno, no hay que esperar al próximo verano puesto que nuestras playas siempre están en continuo uso. Seguiremos luchando para que las personas con movilidad reducida en La Palma puedan disfrutar de un baño inclusivo y sin limitaciones”.