NC ve "un mezquino interés electoral" del Gobierno de Canarias en la crisis del Fdcan de La Palma

Palmerito81, es Ud. muy joven, afortunadamente, y para que conste no he perdido dos horas de mi jornada laboral. ¿Panfleto? No, ¿Mentiras escondidas detrás de un nick?, no; y no creo pille el contenido, por joven. Como sabe existen trabajos a turnos, con sus respectivos días de descanso, también a media jornada, e igualmente hasta algún que otro jubilado que conoce a los pájaros por sus ca…as. En este caso, solo es perro que sigue al amo, con tal de no estar vagabundeando. Siempre es mejor estar en nómina, en ese empleo que se llama política siempre bien remunerada.

Cordiales saludos.

Mi querido Miguel Ángel, compañero y amigo, quisiera comentarle, y con el mayor respeto que: no voy a decir no lleve Ud. razón, ya desde siempre, como político, ha tenido un verbo fácil, tan fácil que siempre llega a quien desee escucharle. Pero cuando su siembra no fructifica a la sombra de ese nuevo grupo político de turno, ya hace las oportunas gestiones para solicitar su “traslado” a otro que le de cobijo. A fin de cuentas solo somos unos asalariados políticos, que no sabemos ni hacer, ni vivir de otra cosa, que nos de esa excelente fuente de ingresos.

Lejos quedan ya aquellas arengas, esas filípicas que, militando en su querido y amado Partido Comunista, del que se sentía tan orgulloso, ofrecía su ayuda y asesoría a todos los trabajadores, a ese proletariado, en especial los del sector platanero, para que reivindicaran sus derechos, su trabajo, y no fuesen explotados bajo la tiranía y el yugo opresor de los caciques de turno. Craso error aquel, ya sabe como terminó todo aquello. A alguno de sus viejos camaradas y amigos, cada vez menos, se ofrecía ufano en mostrar esos regalos provenientes de gente agradecida, de sus favores, en aras de considerar que era Ud. muy influyente y valioso. Si, esos que penden en su bodega. No lo ponemos en duda, pero esos favores prestados solo indica una cosa, la que todos pensamos, eso es fruto de más de lo que sí sabemos, intuimos e imaginamos. Mala cosa para la higiene política, que no hace sino, restarle credibilidad, sembrar la desconfianza, pérdida de honor y todo lo que esté estrechamente relacionado con ella, que deberían ser valores en alza.

Todos estamos metidos en el mismo muladar, con ese subproducto, no muy perfumado llegándonos hasta las pantorrillas, y aún así no abandonamos, no, no señor, continuamos dando esos discursos” ad hoc” para acariciar los oídos de quienes nos escuchan y justificar nuestro salario, ganado sin el sudor de nuestra frente, pero el pueblo aplaude, creen que hacemos cosas magníficas, al menos quedan hechas las propuestas; pero con un resultado casi siempre nulo o dudoso. Aquí ya parece el escepticismo, la apatía, desgana, desmotivación y el blanco fácil de los que, en su momento, con la ilusión puesta en que se solucionaran sus problemas sociales más básicos, se derrumban, capitulan y tiran la toalla ante próximas elecciones; siendo estos quienes mediante sus tributos, sus IRPF y otros gavamenes nos pagan religiosamente cada fecha señalada, sin falta. Esto lo tenemos olvidado.

Vamos hacerle un favor muy grande al pueblo, ¿Por qué no abandonamos la Política? Ya nos conocen, nos tienen pillados. Algunos llevan enquistados en ciertas agrupaciones más de cuarenta años, (p.e. aquella con la que Ud. discrepó tanto) y como las pilas Duracell, ¡Y duran, y duran…! y no se bajan del coche oficial desde ese tiempo.

Dejemos que entre savia nueva, gente joven, con ilusión, con deseos fervientes de trabajar, de entregarse al pueblo, a sus necesidades, de hacerlo bien. ¿Qué hacemos a nuestros años aquí? ¿Experiencia? No, no hay nada que justifique nuestra permanencia si no le dispensamos aquello que hemos prometido, y nunca lo hemos hecho y Ud. lo sabe. Cuando estamos en la oposición, criticamos duramente al “oponente”, y cuando ocupamos el lugar del “oponente”, criticamos duramente a la oposición. No se puede seguir utilizando al pueblo como meros objetos de intercambio electoral en tiempos de urnas. No se merecen eso, por favor, y solo ya por respeto a sí mismo, jubilémonos a la voz de ya. Seguir de esta guisa, ya no es posible mantenerlo por más tiempo, o al menos empleelo en algo más útil y provechoso que en denunciar placas, vidrieras y signos franquistas que nada aportan a quién necesita otros intereses que no sean los de la publicidad anodina, que justifique el salario.

Cordiales saludos y…piénselo.