Renunciar cuando no se gana

Renunciar al acta cuando no se gana parece que está de “moda” en algunas dirigentes políticas. Nardy Ramos, la candidata de la Plataforma Unidos por Gran Canaria, renunció a su acta de concejal a pocos días de ser elegida porque aspiraba a gobernar el Ayuntamiento de Las Palmas y solo ella salió elegida de su lista.

También Manuela Carmena anunció que dejaba la política porque ganó las elecciones en el Ayuntamiento de Madrid pero la suma de las izquierdas no le permitiría conformar una mayoría suficiente para gobernar y una cosa es gestionar como alcaldesa y otra estar en la oposición a su edad. En este caso avisó que se iría si no gobernaba, incluso antes de las elecciones, con lo cual al menos en este caso no engañó a nadie.

En esta misma línea, Jovita Monterrey, que se presentó como candidata del PSOE al Ayuntamiento de El Paso, ha anunciado hoy mismo, a cinco días de la constitución de las nuevas corporaciones locales, que renuncia a su acta aunque no dice los motivos. Quizás el haber perdido las elecciones en el municipio pasense y no haber evitado la mayoría absoluta de CC haya influido en su decisión.

La pregunta que cabe hacerse ahora es si hará lo mismo en el Cabildo Insular de La Palma, es decir, si también va a presentar su renuncia como consejera, ya que el PSOE también perdió en la corporación insular; es verdad que en este caso siguen abiertas las negociaciones entre CC, PP y PSOE para cerrar un pacto que dé estabilidad a la institución insular los próximos cuatro años, pero el 24 de junio la nacionalista Lady Barreto tomará posesión como nueva presidenta del Cabildo. La oposición siempre es fría, pero a veces se gana y otras se pierde y quienes se presentan a unos comicios deberían tenerlo presente y apechugar con los resultados, sobre todo para no defraudar a quienes les han votado.