25 años en defensa del Patrimonio Cultural de La Palma

En 2018 se cumplieron nada menos que 25 años de la creación de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma. Aunque, en realidad, el primer organismo insular relacionado con estas cuestiones se creó el 7 de mayo de 1993 y se denominaba Ponencia Técnica de Patrimonio Histórico. Estaba formada por el Consejero/a de la Consejería de Educación, Cultura y Patrimonio Histórico, un secretario/a (Jefe/a de Servicio de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico), varios Técnicos en Administración (René García Quesada y Anselmo Pestana Padrón) y un aparejador (Agustín Benítez Calero) de la Institución  Insular. Los miembros externos al Cabildo Insular eran un especialista en Historia del Arte (Facundo Daranas Ventura) y un arqueólogo (Jorge Pais Pais). Esta Ponencia Técnica era la que se reunía regularmente para tratar y estudiar los temas ordinarios y urgentes que iban surgiendo.

Paralelamente, se creó una Comisión Insular de Patrimonio Histórico a cuyo frente se encontraba el Presidente del Excmo. Cabildo Insular de La Palma, los alcaldes y/o Concejales/as de Cultura de los 14 municipios de La Palma, personas de reconocido prestigio en el ámbito del Patrimonio Cultural de las universidades canarias (Ernesto Martín Rodríguez, Jesús Pérez Morera, etc), un representante del Obispado de Tenerife, así como los miembros de la Ponencia Técnica de Patrimonio Histórico. No obstante, esta primera Comisión Insular solo se reunió tres veces: una inicial de constitución y las otras dos para tratar cuestiones d especial relevancia y problemática como, por ejemplo, la ampliación de la Iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves (Santa Cruz de La Palma) o la accesibilidad a la Iglesia del Salvador (Santa Cruz de La Palma).

Finalmente, a finales de 2001, ambas se fusionaron para constituir la Comisión Insular de Patrimonio Histórico que ha desempeñado, y sigue haciéndolo, su cometido hasta nuestros días con un formato que se ha mantenido inalterable a lo largo de todo este tiempo. Está presidida por el/la Presidente/a del Cabildo Insular de La Palma, un/a secretario/a y sus vocales son: el/la Consejero/a Insular de Cultura y Patrimonio Histórico quien, generalmente, preside las Comisiones; un/a arquitecto/a técnico de la Corporación Insular; un representante de la Demarcación de La Palma del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias; un representante de las asociaciones de propietarios de edificios históricos; un representante con especial conocimiento en etnografía; un licenciado en Historia con especiales conocimientos en Arte; un licenciado en Historia con especialidad en Arqueología; un/a técnico de la Administración General del Cabildo quien, usualmente, actúa como secretario/a de las Comisiones; un/a representante de la Federación Canarias de Municipios y un representante del Obispado de la Diócesis de Tenerife, que solo asiste en los casos que afectan a la iglesia. A lo largo de estos 25 años han pasado por esta Comisión Insular una treintena de personas, de los que únicamente dos (Facundo Daranas Ventura y Jorge Pais Pais) han estado desde los inicios hasta la actualidad.

Ha sido un orgullo y un privilegio formar parte de este organismo insular encargado de velar por la protección y conservación del rico y variado Patrimonio Cultural (arqueológico, etnográfico e histórico) que atesora La Palma. Hemos aprendido muchísimo de todas aquellas personas con las que, a lo largo de todos estos años, hemos compartido experiencias, debates y discusiones, siempre intentando, lo cual no es nada fácil, compaginar los intereses particulares con los conservacionistas. Al llegar a este punto, debemos recalcar que, en la gran mayoría de los casos, nuestros paisanos, a pesar de las reticencias iniciales, suelen mostrarse respetuosos con las decisiones adoptadas, siempre recalcando que la intención última es preservar y restaurar un patrimonio que, en muchos casos, es único y así es valorado por quienes nos visitan.

Asistentes al acto de homenaje por el 25 Aniversario de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma (9-V-2019)

Evidentemente, a lo largo de este tiempo han existido temas de gran envergadura y que, en definitiva, han creado controversias y debates entre la ciudadanía como, por ejemplo, la remodelación de las calles O´Daly y Anselmo Pérez de Brito, que han requerido de innumerables reuniones de la Comisión, algunas de ellas maratonianas, de 5-6 horas de duración, hasta conseguir aunar posturas, incluyendo a los redactores del Proyecto, así como los intereses municipales. Siempre hemos intentado, y han sido muy pocos los casos en que no fue así, que las cuestiones a tratar se resolviesen por unanimidad o con el mayor consenso posible. En muy pocas ocasiones ha sido necesario recurrir a las votaciones. Así mismo, únicamente ha habido un expediente sancionador por unas obras ilegales, y desoyendo las resoluciones de la Comisión, en una edificación contigua a la Ermita de San Telmo (Santa Cruz de La Palma).

También queremos dejar muy claro que jamás hemos recibido ningún tipo de presión por parte del estamento político a la hora adoptar las decisiones que hemos estimado oportunas. Así mismo, es preciso dejar muy claro que la Comisión Insular de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma es un órgano consultivo de esta institución y que sus decisiones, en ningún caso, son vinculantes, si bien en la inmensa mayoría de los casos se han tenido en cuenta las decisiones tomadas por la misma.

Por otro lado, queremos recalcar que, aunque la experiencia ha sido estimulante y apasionante, hemos sufrido, en algunos casos muy concretos, descalificaciones, presiones, targiversaciones o medias verdades por parte de personas afectadas por nuestras resoluciones que, desde su punto de vista, consideraban injustas al afectar a sus intereses particulares. Pero casi siempre, acabaron por reconocer que las propuestas de la Comisión eran correctas y redundaron, positivamente, en la belleza y el realce de los inmuebles. Pero, a pesar de todo, estamos satisfechos de la labor realizada en la batalla, a veces dura e incomprendida, en defensa del Patrimonio Cultural de la Isla de La Palma.

Hasta hace unos pocos meses, tras la aprobación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Santa Cruz de La Palma, más del 80 % de los temas tratados en la Comisión Insular de Patrimonio Histórico, se referían a obras a ejecutar dentro de este espacio bien delimitado y de un extraordinario valor. Este trabajo ímprobo, meticuloso y profesional ha sido posible gracias al trabajo y el empeño de nuestra compañera Teresa Hernández Herrera, con la que hemos tenido el placer y la fortuna de trabajar, codo con codo, durante más de 15 años. Su labor ha sido imprescindible y vital, puesto que sus inspecciones e informes han sido esenciales para que el resto de la Comisión adoptásemos las decisiones. Y es que nuestra participación, desde el principio, ha sido en calidad de arqueólogo, que es para lo que nos hemos formado profesionalmente.

En los últimos años, la Comisión Insular de Patrimonio Histórico ha ampliado sus horizontes porque también se ha incluido en el orden del día aquellas edificaciones, situadas en suelo rústico y con valores patrimoniales, cuyos informes nos solicitaban a través de la Consejería de Política Territorial del Cabildo Insular. Tras la aprobación de la Ley de las Islas Verdes, son los ayuntamientos los que directamente nos solicitan los correspondientes informes. Y, aunque ya no informamos las obras del Conjunto Histórico de Santa cruz de La Palma, salvo  para los Bien de Interés Cultural, nos queda el precioso Conjunto Histórico de San Andrés y el resto de la Isla, que no es poco.

Por nuestra parte, en calidad de Inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma, hemos intentado llevar a cabo el trabajo con rigor y profesionalidad. Aunque en la inmensa mayoría de las inspecciones que hemos realizado no hemos tenido ningún problema, tampoco podemos obviar casos desagradables como ataques de perros, insultos y alguna que otra amenaza motivados, en general, por la desconfianza y el desconocimiento de nuestra labor que está amparada por la Ley. Estos ejemplos extremos han tenido lugar, fundamentalmente, cuando se han ejecutado o se ejecutan obras sin los correspondientes permisos. Incluso, hemos de reconocer que en, algunos casos, los ciudadanos tienen algo de justificación en su premura y desconfianza puesto que la administración, en ocasiones, es bastante lenta y hasta exasperante. Pero nunca la sangre ha llegado al río y, tras las oportunas identificaciones y explicaciones, hemos completado nuestra tarea sin mayores problemas.

En definitiva, tanto nuestra labor de vigilancia y control, como los esfuerzos particulares para restaurar y rehabilitar el Patrimonio Cultural, han permitido que esta riqueza se conserve para uso y disfrute de las generaciones futuras, así como de todos aquellos que nos visitan pudiendo valorar y reconocer la huella del humana en La Palma a lo largo de más de 2000 años.