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Política
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Zapata pide "amor apasionado por la isla" a los políticos para trabajar juntos por el futuro en su primera ofrenda a San Miguel

En su discurso también habló de la situación de inestabilidad de España, de Venezuela, de la sequía, de los parados, de los mayores y de los jóvenes, para todos pidió la ayuda y protección del Patrón

Mariano Hernández Zapata realizó este domingo su primera ofrenda como presidente del Cabildo Insular de La Palma a San Miguel Arcángel, Patrón de la Isla. Ofrenda que llevó a cabo en el transcurso de la solemne eucaristía celebrada en una iglesia de Tazacorte llena de autoridades y feligreses que acudieron a la cita anual del 29 de septiembre para acompañar a San Miguel en su festividad.

Hernández Zapata recordó que el día de San Miguel siempre ha sido ineludible porque “mi madre es bagañeta, así que es una cita a la que nunca he faltado”.

El presidente insular en su ofrenda-discurso pidió al Patrón por los mayores, por los más de 8.000 parados y pidió también su ayuda para mitigar la sequía que afecta a la isla y sobre todo a nuestros agricultores. “Esperamos encontrar hoy el emparo y la ayuda de San Miguel para que nos dé esas tan ansiadas lluvias”, dijo.

En su intervención también pidió por España, que vive un momento incierto de su historia debido a la parálisis institucional, por Venezuela, por los estudiantes, por las entidades sociales que realizan su labor en la isla, y a los políticos les pidió un “amor apasionado por la isla” para trabajar juntos por el futuro de La Palma.

“La Palma necesita, y se merece, la unidad de sus representantes públicos en la lucha por lograr la mejora en nuestras infraestructuras, en nuestros servicios o en nuestra conectividad, sin olvidar aquellos proyectos que por su importancia necesitan de la unidad de todas las administraciones del Estado”, indicó. En este sentido dijo que “el TMT es el mejor ejemplo de la necesaria unidad que necesitamos para lograr objetivos que hagan avanzar a nuestra isla”.

Ofrenda-discurso íntegra del presidente del Cabildo de La Palma con motivo del Día de San Miguel, Patrón de la Isla

Como cada 29 de septiembre los palmeros volvemos la mirada a Tazacorte para buscar el amparo de nuestro Santo Patrón. A ti, San Miguel de La Palma, venimos a implorar la protección y la ayuda que desde hace tantos siglos los palmeros hemos puesto bajo tu intercesión.

Hoy vengo por primera vez como Presidente del Cabildo, pero frente a este altar es frente al que tantas veces, primero mi madre y luego yo, hemos puesto nuestras necesidades, nuestros anhelos y proyectos con la esperanza de que San Miguel y los Mártires de Tazacorte tuvieran en cuenta nuestra oración. En esta Iglesia, en esta plaza y en este pueblo, con sus gentes y sus tradiciones, se fue conformando la persona que soy hoy, con mis defectos y virtudes, pero siempre con parte de mi corazón bagañete.

A ti San Miguel vengo a pedirte en primer lugar por España, nuestra patria, para que en este momento incierto de nuestra historia común, en la que la concordia y el entendimiento de otras épocas parecen haber dejado paso a la parálisis institucional, inspires en el corazón de nuestros gobernantes el necesario deseo de construir entre todos el Bien Común para el que han sido elegidos. Para que juntos podamos encarar los desafíos que como nación tenemos que afrontar y para lo que es más necesario que nunca, permanecer unidos. España no es ni puede ser el objeto de la lucha partidista, sino que tiene que ser el fin al que encaminar todos los esfuerzos, para que seamos el país modelo en el que se mire Europa.

Desgraciadamente, y como hicieron mis antecesores durante tantos años, hoy también yo tengo que poner ante ti al pueblo venezolano que sigue sufriendo las injusticias y la sinrazón de unos gobernantes que asfixian día a día una tierra a  la que tanto debemos los palmeros. Te pido por todos ellos, pero especialmente por aquellos hijos de esta tierra que siguen allí, luchando por un país que quiere levantarse y dejar atrás estos años de miseria, hambre y división. Cuando el pueblo venezolano sufre, los palmeros sufrimos con ellos.

Los años de bonanza económica parecen hacernos querer olvidar que todavía hoy, más de 8 mil personas en esta isla siguen buscando trabajo y no lo encuentran. Para ellos pido tu intercesión con la esperanza de lograr un empleo que les permita seguir adelante con su proyecto de vida. Pero también te pido por aquellos que han decidido, muchas veces pese a las dificultades de la burocracia y la administración, emprender en nuestra isla, para que siempre encuentren en quienes gestionamos la polis aliados con los que contar para seguir haciendo posible el crecimiento de nuestra isla.

Todavía hoy las palmeras son quienes encabezan los datos de desempleo. Por ello permíteme que en esta plegaria haga especial alusión a las mujeres palmeras. Mujeres que con su esfuerzo, su tesón y su creatividad se han convertido en referentes para todos. Ana Viña, Elsa López, Rossana Simón o Paloma Suarez son palmeras de diferentes generaciones y ámbitos que se han convertido en referentes para todos, y que han sabido romper a su paso las barreras que muchas veces han encontrado.

Pero también quiero poner ante nuestro Santo Patrón “los gozos y las esperanzas” , como nos recuerda la Constitución Gaudium et Spes. Poner bajo tu protección a los cientos de universitarios palmeros que estos días han iniciado sus estudios fuera de la isla, pero además pedir por el futuro de la universidad en La Palma. Por ese anhelo de que nuestra isla pueda ser también un Campus Universitario de esa “alma mater” de tantos palmeros que es la Universidad de La Laguna. Nosotros pondremos todos nuestros esfuerzos por lograrlo, convencidos que no solo va a redundar en la formación de nuestros jóvenes sino en el crecimiento de nuestra isla.

No quiero dejar de pedir tu protección para los cientos de palmeros que día tras día dedican su tiempo y sus ganas en las cientos de asociaciones y ONG´s, que muchas veces llegan donde las administraciones públicas no somos capaces de llegar y que prestan un servicio impagable a todos los palmeros. Quiero hacer especial mención a aquellas que por su marcado carácter social están atendiendo diariamente a personas en riesgo de exclusión o que con su compañía mitigan el dolor de enfermedades tan crueles como Alzheimer y otras enfermedades degenerativas. San Miguel, conserva para ellos el empuje y las ganas de construir un isla mejor y más solidaria y a nosotros, servidores públicos, danos la inteligencia para entender que su ayuda es insustituible.

Nuestros mayores son depositarios del legado de una generación que supo entender que La Palma era lo primero, ellos son los que han sustentado muchas veces las unidades familiares, los que han contribuido al pago de los estudios de los nietos y en muchas ocasiones han sido los sustitutivos de una conciliación familiar y laboral que sigue sin llegar del todo. Pero también nuestros mayores son ahora uno de los principales pilares sobre los que se asienta la atención social de los servicios del Cabildo Insular. Las construcción de los nuevas infraestructuras sociosanitarias en La  Palma van a posibilitar el atendimiento a mayores y dependientes, otorgándoles una mejor calidad de vida cuando ya no puedan valerse por si mismos.

Pero también cada 29 de septiembre los palmeros nos ponemos ante ti para pedirte la tan ansiada lluvia, que riegue nuestros campos y llene nuestras galerías, para que así sea más llevadero el duro trabajo de nuestros agricultores. Más lluvia para que los productos de la tierra sigan dando el sustento a tantas familias palmeras, y para que el oficio agrícola despierte el interés de nuestros jóvenes.

Recojo el guante que hace justo un año, y aquí mismo, nos lanzó a los políticos palmeros Don Fernando Matías. Su homilía de entonces supuso un aguijón para que los que tenemos la tarea de servir en las administraciones públicas entendiéramos que La Palma necesitaba con urgencia que pusiéramos lo mejor de nosotros mismos en la tarea común.

Hoy ante nuestro protector, y parafraseando al Cardenal Tarancón, figura clave de nuestra transición democrática, pido para nosotros, los políticos palmeros un “amor apasionado por La Palma” que nos haga huir de los males del conformismo, la pasividad y la apatía a la que somos tentados. Un amor apasionado por La Palma que nos haga poner todos nuestros esfuerzos para trabajar juntos, dejando a un lado la batalla partidista en aquellos temas que son trascendentales para el futuro de La Palma y a los que no podemos renunciar. La Palma necesita, y se merece, la unidad de sus representantes públicos en la lucha por lograr la mejora en nuestras infraestructuras, en nuestros servicios o en nuestra conectividad, sin olvidar aquellos proyectos que por su importancia necesitan de la unidad de todas las administraciones del Estado.

El TMT, cuya consecución para La Palma también ponemos ante los ojos de San Miguel, es el mejor ejemplo de la necesaria unidad que necesitamos para lograr objetivos que hagan avanzar a nuestra isla.

2019 se encuentra ya en su ocaso y con el 2020 vendrá de nuevo un año que estoy convencido será un año de encuentros y de volver a tomar conciencia de nuestra identidad y tradiciones, es decir un año de bienes para los palmeros que ya hemos puesto el contador a funcionar. Termino esta ofrenda haciendo palmera la oración de León XIII “San Miguel Arcángel, patrón de La Palma, defiéndenos en la lucha, y se nuestro amparo” Amén.

 

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