El eurodiputado del Partido Popular Gabriel Mato ha asegurado esta mañana que la reforma de la Política Agraria Común que empieza a votarse esta tarde en el Parlamento Europeo no responde a las necesidades del sector primario de Canarias.
“Esta no es la PAC que necesitan los agricultores y los ganaderos de las Islas; no es la que esperan, ni siquiera la que les conviene y merecen”, ha afirmado Mato. Durante su intervención, el diputado palmero ha llamado a la Eurocámara a reflexionar sobre si esta nueva reforma de la Política Agraria Común “realmente protege el duro trabajo de quienes, pese a tantas dificultades, siguen cultivando la tierra; de quienes no saben cómo hacer frente a la escasez de agua, por ejemplo, y de quienes viven en las zonas más desfavorecidas”. Asimismo, ha animado al resto de eurodiputados a plantearse seriamente si esta PAC “promueve el empleo agrario y el relevo generacional, y anima a los jóvenes a dedicarse al sector”.
“Esta reforma de la PAC no está centrada en la protección del agricultor”, ha reconocido Gabriel Mato. “Esta es más bien una PAC ciertamente política y, en gran medida, desvirtuada”.
“No podemos reformar la PAC centrándonos en cuestiones sobre las que podríamos pasar meses debatiendo, pero olvidándonos de los agricultores, porque son ellos quienes se juegan su futuro y no podemos dejarles sin expectativas”, ha defendido. Esta iniciativa “no aporta soluciones claras a los factores que ponen en riesgo la supervivencia de un sector” que, en el caso concreto del archipiélago canario, por ejemplo, “vive con enorme preocupación cómo se les quiere reducir la ficha financiera del POSEI, avocándoles a la desaparición”.
Asimismo, el eurodiputado palmero ha puesto en duda también la idoneidad de esta nueva Política Agraria Común para asegurar la producción de alimentos de calidad a precios asequibles, uno de los principales objetivos de la PAC. “Si esta es el principal instrumento de la Unión para asegurar la suficiencia y la autonomía alimentarias del continente y evitar depender de lo que otros quieran vendernos, este no es el modelo”, ha puntualizado Gabriel Mato, para quien la PAC representa, ante todo, la asociación entre la agricultura y la sociedad, entre Europa y sus agricultores, “a los que no podemos dejar sin esperanza”, ha concluido.
Las Islas Canarias no pueden competir con los productos que vienen de fuera y La Palma menos todavía.
Para mí las cosas que vienen de fuera son de buena calidad y más baratas que las producidas en La Palma.
El mundo está globalizado y el sector primario en muchos países está modernizado, mecanizado, robotizado e informatizado. Aparte de eso los continentes disponen de amplias zonas idóneas para desarrollar ese sector, hay prados muy verdes, sobra el agua, mano de obra más barata, etc.
Yo compro leche de vaca sin lactosa de la marca Milbona con certificado Welfair que venden en el Lidl porque tratan muy bien a los animales, tienen buena alimentación, buena salud, buen alojamiento y comportamiento apropiado. Leche muy buena y muy barata, para mí mucho mejor y mucho más barata que una leche que vendían en Tacande. Ya cerró esa granja.
La carne la compro de fuera, casi siempre congelada o refrigerada envasada en tarrinas. Así no tengo que hacer cola en las carnicerías de los supermercados. Me gusta como la venden en el Lidl y el Mercadona.
Una vez compré carne de vaca y de cerdo, por cierto muy cara, en una carnicería palmera porque había un aparcamiento gratis justo delante de la puerta. Aparte de estar un rato esperando en la cola, la carne de cerdo estaba insípida y dura, pero la de vaca parecía la suela de un zapato. Ya cerró esa carnicería.
El pescado lo compro de fuera, congelado. Como ahora es peligroso consumir pescado sin que haya estado congelado durante unos días porque puede contener anisakis, en lugar de comprarlo fresco y luego congelarlo, lo que hago es comprarlo directamente congelado, pescado de buena calidad y a buen precio.
Una vez fui a una pescadería de un supermercado a comprar pescado fresco y el olor a maluco llegaba a la entrada de la tienda, de fresco solamente tenía el nombre. Una vez compré en una pescadería palmera y el pescado era muy caro, había algunas moscas revoloteando por los alrededores y el dependiente me miró con cara de mala leche, como si él me estuviera haciendo un favor a mí por venderme el pescado. Ya cerró esa pescadería.
La fruta y verdura siempre la compro de fuera. Antes compraba plátanos canarios, pero ahora en La Palma están muy caros, más caros que en Madrid, y casi todos tienen una hebra negra amarga dentro, están medio molidos, medio podridos, plátanos que antes la gente no los quería ni para echárselos a los animales, ahora a casi dos euros el kilo, plátanos a precio de turistas. Desde hace unos días están un poco más baratos porque hay menos turistas, pero yo me pasé a los kiwis de Nueva Zelanda. Las bananas americanas son baratas y de buena calidad, pero no las encuentro en las tiendas de La Palma.
Las papas de Israel, Reino Unido, Polonia, Rusia, vienen bien envasadas, limpias y seleccionadas, aparte de ser baratas y de buena calidad. Una vez compré papas de La Palma y venían con tierra y por dentro tenían manchas negras.
Europa lo que opino que tiene que hacer es fomentar la competencia de los productos de todo el planeta Tierra, no dar ayudas ni subvenciones. Un producto que vale se vende solo, no le hace falta ayudas ni publicidad. Lo que no sirve tiene que publicitarse para que los consumidores lo compren.
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