La realidad a veces es incómoda, y los seres humanos tenemos la capacidad de entenderla o de ignorarla. Desde la ignorancia, muchas veces buscada, no se pueden resolver los problemas que afectan a la sociedad, sino que se puede vivir con cierta felicidad si se tuvo la suerte de nacer en un país como España. El conocimiento por otro lado nos enfrenta a un mundo cruel, inhumano, injusto e irracional. Por eso se dice a los niños frases como "ya lo entenderás cuando seas mayor", porque hay que hacerse mayor para entender el sinsentido de la sociedad actual, para poder entender cómo es posible que el mundo funcione así.
Creo que no hace falta explicar mucho a que me refiero, pero a muestra de ejemplo, y dejando de lado temas desgarradores como guerras, o la esclavitud, hoy en día hay 1.500 millones de personas que viven en la miseria, 842 millones sufren hambre crónica [1] y mueren al día aproximadamente 19.000 niños por causas evitables [2].
Puede que sea un aguafiestas o simplemente puede que no sea un psicópata pasivo, puede que sea una persona normal que no puede vivir bien sabiendo en las condiciones miserables que viven otras personas, puede que sea una persona que no se ha resignado a que el mundo tiene que ser horrible, puede que sea una persona que cree en la democracia, en el poder de la organización, tecnología y planificación del ser humano, puede que sea una persona que sabe que cualquier ser humano es tan importante como la familia (pero que también sabe que la capacidad de relación y de influencia directa es limitada).
Tal vez solo soy una persona que no ha renunciado al sueño de la Utopía que tristemente murió tras la ilustración. Si la perfección es inalcanzable, me conformo con aproximarme todo lo que pueda. Si conocer la realidad es imposible, me conformo con la búsqueda de modelos cada vez más precisos, como lo hace la ciencia. Aunque la sociedad perfecta puede que no exista, no podemos perder el anhelo de llegar a ella, porque lo que tenemos hoy en día está demasiado lejos de serla.
Hay dos hechos claros: que la ciencia cada vez funciona mejor (prueba de ello es que estoy escribiendo estas palabras en un ordenador que rebosa conocimiento, ciencia y tecnología); y que la sociedad cada vez funciona peor. En mi artículo anterior, Tecnología y Bienestar, explico cómo las condiciones de vida han empeorado después de un aumento gigante del conocimiento y la tecnología. La paradoja de que con más tecnología el nivel de vida baje o se mantenga en vez de mejorar en un síntoma claro de que el funcionamiento de la sociedad ha empeorado.
¿Por qué la ciencia avanza y la sociedad retrocede? Posiblemente por la diferencia de actitud en ambos campos, en los intereses que subyacen detrás. El conocimiento y el poder.
Hace unos días salió un estudio sobre qué factores eran más importantes para la gente en la búsqueda de la felicidad en el año 1938 y en la actualidad [3]. Uno de los factores más valorados era el conocimiento. En la actualidad ya no ocupa una posición tan importante, de hecho, creo que existe una especie de consenso: la inteligencia y el conocimiento son fuentes de infelicidad.
Nos deberíamos de preguntar cuáles son las causas de por qué el conocimiento deja de ser importante y creo que son evidentes. Creo que se deja de buscar el conocimiento ya que nos hace conscientes de la injusticia del mundo, nos hace conscientes de que nuestros hijos pueden vivir en unas condiciones impensables para las generaciones anteriores, sin seguridad y sin futuro; nos enfrenta a unas contradicciones donde tenemos que ser hipersensibles con algunos temas cotidianos mientras actuamos con total despreocupación por problemas reales de millones de personas. Son contradicciones tan brutales que deprimen hasta a las personas que intentan buscar la felicidad en la ignorancia.
Entonces la cuestión que se nos presenta es si merece la pena la preocupación por estos problemas, si merece la pena la pérdida de bienestar interno, si merece la pena la pérdida de la visión de un mundo simple que funciona bien para los que lo hacen bien. La respuesta es otra pregunta que resuelve este dilema, ¿podemos hacer algo? Y la respuesta es sencilla también, nosotros sí.
Nosotros somos los habitantes de países desarrollados, económicamente potentes y democráticos. Tenemos la potencia para moldear y modificar nuestra realidad a través de la democracia. Tenemos la capacidad de decirle a los que son los dueños del mundo que el mundo inhumano se ha acabado, que la capacidad para conseguir bienestar es demasiado grande para que nos sigan engañando. Podemos hacer que la sociedad sea un actor activo en la construcción de la utopía y no un mero observador del libre mercado. La sociedad debe tener unos objetivos más elevados que el consumo y el beneficio.
Hay muchas personas que viven en países pobres, sin derechos, sin democracia y esclavizados, posiblemente por alguna de nuestras marcas favoritas. También existe la esclavitud en nuestro país, personas dueñas de mafias que operan aquí, sin que la sociedad, para nuestra vergüenza, haga todo lo posible para solucionarlo. Esas personas, que al final son las que sufren el peso de esta sociedad enferma, lo tienen mucho más complicado que nosotros. Con menos formación, con menos recursos, con menos derechos, personas que para poder lograr un cambio en sus países posiblemente tengan que arriesgar su vida.
El camino a la utopía pasa por nosotros, los ciudadanos corrientes de los países desarrollados somos los que tenemos que dar el paso y ser los actores del cambio. Tenemos la capacidad para ello y por lo tanto una responsabilidad histórica y humana imposible de eludir. Tenemos que lograr transformar la sociedad hasta que la justicia llegue a todos los lugares del mundo, hasta llegar a la utopía, o a lo más parecido posible.
La capacidad, la herramienta de la transformación, en esta democracia que deja mucho que desear, es el voto: el voto consciente, el voto dirigido a unas ideas estructuradas, con base en la realidad, en los grandes problemas y en los grandes retos que nos quedan que afrontar. Es una herramienta que ha permanecido demasiado tiempo guardada y demasiado poderosa para que lo siga estando.
Y si democráticamente intentamos cambiar la realidad, como tenemos derecho, y nos pusieran alguna traba a base de extorsiones, exclusiones o incluso de golpes de estado, mayor razón para buscar la transformación, ya que el voto solo sería un teatro, y los ciudadanos tenemos que ser conscientes de ello para poder actuar en consecuencia y luchar por nuestra libertad y soberanía.
[1] Estado de la desigualdad en el mundo, artículo sobre el estudio anual de la ONU. 1.500 millones de personas viven en la miseria.
http://elpais.com/elpais/2014/10/06/media/1412612834_166320.html
[2] Sin tener en cuenta la población adulta, mueren al día 19.000 niños al día por causas evitables, 6.400 de hambre. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/11/19/actualidad/1353345552_548768.html
[3] El conocimiento deja de ser uno de los factores más importantes para lograr la felicidad. http://www.tendencias21.net/La-felicidad-dependia-del-conocimiento-en-1938-y-del-humor-en-2014_a40360.html
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Juanf
Izquierda Unida de Canarias nos deja saber de las miserias del mundo, sin dudarlo un momento, existe en grado superlativo, pero aquí cabe aquello de quien le pone el cascabel al gato,
Son los gobiernos de cada lugar que tienen que resolver de acuerdo con sus posibilidades los problemas de la nación, veamos ahora como en Venezuela no existe orden establecido para comprar, el que quiero llevar a la mesa algún manjar tiene que madrugar, hacer su cola y si logra llegar a tiempo poder llevar alguna vianda para comer, y todo por tener el país un mal gobierno comunista que todo lo destruye para complacencia de la élite comunista cubana que dirige a Venezuela.
La verdad: no sabemos cuantos somos en el mundo.
En resumen, si queremos conocer este dato sobre las personas que habitamos el planeta, debemos recurrir a diferentes fuentes que han elaborado estimaciones mundiales, así como tendencias de crecimiento, y que son más o menos fiables, pero realmente no sabemos cuantas personas somos. Ahora bien, si que tenemos un número aproximado que nos puede ayudar y hacer las veces de resultado o dato final, este seria:
7.229.916.048
Lo que da tela para cortar.
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Unoqueyaemigro
Hombre Ificrates, supongo que estaba cantado pero no deja de tener su guasa que me extrañe las décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial.
Por aquí su partido estaba proscrito, pero sí es cierto que teníamos un Estado de lo más paternalista y que seguridad en el empleo había mucha más que ahora.
Claro que usted seguramente se refiere no a España sino a la Europa occidental y democrática, Arcadia feliz inventora del estado del bienestar.
Fallan dos cosas. La primera es incluso ciñéndonos a Europa no estaría nada claro que las cosas en la segunda mitad del siglo pasado haya sido mejor que ahora. Conviene no perder de vista indicadores como la esperanza de vida, que no ha parado de crecer. La segunda es que no respeta usted las reglas del juego. El señor Casanova Morera hablaba de los millones de pobres que hay en el mundo. Es al mundo y no a una región donde tenemos que mirar para dilucidar si estábamos mejor o peor que ahora. Se puede obviar por egoísmo o por ignorancia, pero en el año 1981 el porcentaje de personas que vivían por debajo del umbral de la pobreza extrema estaba casi en el 53%. Más de la mitad de los seres humanos con los que compartimos el planeta vivían en la miseria. ¿Sabe cuál es el porcentaje ahora? En 2011 (creo que son los últimos datos disponibles) no llegaba al 15%, y eso a pesar de que la población ha aumentado en más de un 50%.
¿De verdad creen que se puede añorar la época en que vivíamos aislados de gran parte del mundo que se moría de hambre? ¿Y encima hablar de utopias y dar lecciones de moralidad? ¿En serio? Claro que en la Europa occidental había mucha más seguridad económica cuando no teníamos que competir con China ni Rusia ni con India ni con Europa oriental ni con la mayor parte de América latina, aislados por el comunismo o por medidas proteccionistas suyas o nuestras. El problema es que en China, por ejemplo, la esperanza de vida a principios de los años 60 no llegaba a los 45 años (el éxito del “gran salto hacia adelante” que tal vez le suene de algo) y todavía en 1981 el 84% de la población estaba por debajo de ese umbral de la pobreza extrema que fija el Banco Mundial en vivir con menos de 1,25 dólares al día. El 84% de la población, la inmensa mayoría del país más poblado del mundo en la miseria. ¿Es eso lo que añora la izquierda europea?
¿Vivir con nuestros confortables estados del bienestar a costa de condenar al resto del mundo a la miseria? Lo cierto es que inmoral o no da igual lo que ustedes quieran. La globalización que ha permitido a cientos de millones de personas escapar de la miseria está aquí para quedarse y la Europa occidental envejecida (no es la competencia con otros países lo único que obliga a repensar nuestra idea de estado del bienestar) está condenada a ser cada vez más irrelevante. Anoche tuvimos señales claras de que viene un nuevo orden mundial, una vez más, en el festival de Eurovision.
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Juanf
Unoqueyaemigro nos pregunta que alguien comente cuando.. el mundo fue mejor…
Uno debiera de ajustarse a la realidad de los acontecimientos, reflejar objetivamente los rasgos característicos de su época, (es como sacar algo del pasado en el presente que tienen en común) los lugares, los tipos de humano, las causas y los efectos de un hecho determinado. Para alcanzar el grado de objetividad, el comentarista se basa en el método de la observación directa de la realidad referida, mientras más minuciosa sea la descripción de dicho mundo, más credibilidad logrará del lector, por lo que todo es tal cual como es en la realidad o en la vida cotidiana.
El mundo utópico son obras literarias que hacen referencia a un lugar inexistente, perfecto, un sitio imaginario irrealista, ideal y perfecto pero que puede ser posible en la mente del lector, se plantea un mundo mucho mejor al que conocemos como “real”. Generalmente, propone el político modelos sociales que luego se convierten en pura falacia.
Eso de que hubieron tiempos mejores es difícil de digerir, son variantes de la propia evolución y del sistema al cual el país se haya organizado, entre comunismo y capitalismo hay un abismo, el comunismo destruye, el capitalismo construye.
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Juanf
Cuando las palabras bien hilvanadas de un político crean votos a su favor, bien seria que se estudiara a fondo de donde bienes y para donde van.
Gerardo Iglesia fundador de Izquierda Unida en España se inclina por PODEMOS a la hora de votar, recordemos cuando un alto dirigente de Izquierda Unida fue a visitar a Fidel Castro y dijo que allí no pasaba nada…
hoy Miguel Casanova nos deja oír de las miserias que existen en el mundo y nada nos cuenta de los desastres en la isla del encanto como es Cuba y su comunismo miserable que lleva cincuenta años pisoteando a su pueblo, no dudo que muchos votaran por el Sr. Casanova Morera, hombre culto y de buenas palabras pero con un sombrío pasado el de los aliados comunistas que siguen la ruta de Chavez y su mentor Castro.
El que quiera votar por Casanova Morera bien pueden pues la democracia así lo permite, aun cuando no deben olvidar que no todo es malo en el mundo, que si existe hambre también abundancia, si existen enfermos también sanos, si nos gusta el calor también aprieta el frio, resumiendo que hay para todos
los gustos en la vina del Senor.
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ificrates
Bueno, es evidente que despues de la IIGM, cuya causa primera fue la crisis de 1929, que provocó los fascismos que provocaron la guerra, se optó por un estado del bienestar.
Eso implica que un obrero, hace 40 años en Europa, ganara casi en doble, en proporción a la renta del país que un matrimonio hoy en día.
En el norte de África un carpintero ganaba 10 veces menos que en sur de Europa. Hoy gana 200 veces menos.
Me parece obvio que el desmantelamiento del Estado del Bienestar nos está devolviendo a la época de desequilibrios, de crisis recurrentes, de los años 20 del pasado siglo.
Eso unido al mayor desarrollo tecnológico, que implica, por el desigual acceso a los medios de producción, una elipsis mayor entre pobres y ricos, acabará en desastre.
A mi me parece evidente…
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Unoqueyaemigro
Por cierto, sobre el artículo anterior… "En mi artículo anterior, Tecnología y Bienestar, explico cómo las condiciones de vida han empeorado después de un aumento gigante del conocimiento y la tecnología."
En realidad no se explica nada. No es lo mismo afirmar que explicar.
A ver si alguien se anima a explicarnos cuándo han sido mejores las condiciones de vida (evidentemente desde el punto de vista universal que cabe esperar de las personas de izquierdas, que de entrada imagino honestas).
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Unoqueyaemigro
Lamento no compartir el entusiasmo de mi estimado Ificrates.
Está muy bien que la gente reflexione y que intente hacer reflexionar a los demás, pero conviene hacerlo con honestidad.
El mundo dista mucho de ser perfecto pero es mucho mejor ahora que hace x generaciones (y cada uno que le ponga a x el valor que quiera).
Llevamos dos artículos con el mismo tema y todavía no he podido entender qué es lo que se añora.
Lo único que me va quedando claro es que la historia no debe estar entre los intereses del autor.
¿Qué quiere decir que la sociedad retrocede? ¿Qué sociedad y comparada con cuál?
Que hay una cantidad lacerante de pobres no lo discute nadie pero ¿se ha molestado el autor en mirar cuántos había hace apenas 10, 20 años? ¿En qué dirección vamos? ¿Aumenta o disminuye la pobreza?
Me parece que reflexionar con honestidad requiere mirar las cosas desde distintos puntos de vista.
En el mundo pasan cosas horribles pero yo les reto a que me digan cuándo fue mejor.
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ificrates
un artículo largo, pero muy bueno, felicidades, por la profundidad de la reflexión.
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