La Mesa del Parlamento de Canarias mantendrá una reunión formal en La Palma el próximo martes, 16 de noviembre. El presidente de la Cámara, Gustavo Matos, explicó hoy que este órgano se trasladará a la isla para mantener, además, una serie de encuentros con representantes de las principales instituciones y de los ayuntamientos afectados por la erupción volcánica iniciada el pasado 19 de septiembre, con la intención de “hacer presente de manera oficial al Parlamento en La Palma”.
“Que la Mesa se reúna fuera de la sede de la Cámara es algo excepcional. Será la segunda vez que suceda en esta décima legislatura, que se inició con las reuniones de Mesa y Junta de Portavoces en La Graciosa como reconocimiento a su inclusión en el nuevo Estatuto de Autonomía como octava isla poblada”, señaló en rueda de prensa.
El presidente recordó que desde el comienzo de la erupción, la práctica totalidad de la actividad legislativa ha estado centrada en “un fenómeno natural que es representa también un grave problema social”. Indicó además que la Cámara ha puesto todos los medios a disposición para facilitar el trabajo de los diputados y diputadas. “Hechos como este nos ponen a prueba como autonomía. Lo que ocurre en una isla ocurre en todas”, afirmó.
LEY ELECTORAL
En otro orden de cosas, Gustavo Matos indicó que el próximo lunes, 15 de noviembre, se trasladará a la Junta de Portavoces el borrador de la proposición de ley electoral, texto encargado por la Presidencia del Parlamento y que incorpora los criterios con los que se concurrió a las elecciones en 2019 fruto del consenso entre los partidos políticos.
“La intención es que a partir de ese documento se obtenga una iniciativa unánime de todos los grupos. De ser así, estamos en condiciones de que la toma en consideración de la ley tenga lugar en el pleno del 23 de noviembre y, a continuación, sea aprobada antes de finalizar el actual periodo de sesiones”.
El presidente recordó que la agenda legislativa se ha visto acaparada por la actualidad derivada, primero, de la pandemia de COVID-19 y, ahora, por la crisis vulcanológica de La Palma.
