Miguel Ángel Pulido apuesta por un modelo de gobernanza ágil para la reconstrucción de La Palma

El coordinador económico de la oficina de afectados por la erupción volcánica en La Palma, Miguel Ángel Pulido, compareció este jueves en la Comisión Parlamentaria sobre los efectos de la crisis vulcanológica y la reconstrucción de La Palma.

Durante su intervención, Pulido propuso un modelo de gobernanza ágil para la reconstrucción de La Palma y apostó por “mantener la unidad de acción a través de una estructura de coordinación interadministrativa, que cuente además con autonomía funcional y facultades ejecutivas”. A su juicio, estas acciones “garantizarían la condición de creación de un ente administrativo con capacidad para los cometidos y funciones que se tengan que desarrollar”.

De igual manera, recomendó continuar con el impulso y el desarrollo “de mecanismos de participación comunitaria para que en esta nueva entidad de derecho público estén representados los afectados, dándoles la posibilidad de participar directamente en la planificación y, sobre todo, en la toma de decisiones”.

Tras mostrar su solidaridad con las personas y familias afectadas, Pulido abogó por “poner a punto las medidas legales necesarias para la reactivación económica. Son necesarias medidas que permitan redactar un planteamiento adaptado a esa nueva realidad para afrontar, con la mayor celeridad posible, el proceso de realojo de los vecinos”.

Para ello, el director general incidió en la pronta “localización espacial de las actividades económicas del sector primario, especialmente en la franja que va desde la carretera de La Laguna hasta el litoral costero de Tazacorte para recuperar gran parte de las 370 hectáreas de explotaciones agrícolas y ganaderas, sepultadas por la lava, mediante un modelo ecológico integrado”.

“Pero también es necesario –continuó Pulido durante su alocución– determinar otras áreas de actividad económica, reservando suelos de oportunidad para la actividad industrial y turística, así como para los equipamientos y dotaciones necesarias, protegiendo únicamente aquellas partes de la colada que tengan un alto interés científico o ambiental”.

Con el fin de conseguir todos estos objetivos, el coordinador económico de la Oficina de Afectados abogó por la inmediata puesta en marcha de un Plan de Reconstrucción y Reactivación Económica que contenga una decidida reconversión de la agroindustria palmera “más acorde con la realidad actual para hacerla más competitiva”, así como impulsar “la reconstrucción racional de determinadas infraestructuras básicas fundamentales para determinadas zonas estratégicas de La Palma”.

Ese documento debería promover, “de manera definitiva, el desarrollo de la actividad turística a través de un modelo propio, impulsando aquellos proyectos de inversión que tienen un mayor grado de madurez y desarrollo (Balneario de la Fuente Santa, ampliación de la marina deportiva del Puerto de Tazacorte y la construcción de un Centro de Interpretación e Investigación Volcánica) para diversificar el tejido productivo, generar nuevos empleos estables y fijar población residente al territorio”.

También contendría la reconducción de “determinadas dinámicas de ocupación territorial y desarrollo residencial a través de un modelo más compacto y sostenible, de forma que los nuevos suelos de desarrollo residencial sean contiguos a los suelos urbanos ya consolidados”.

Por último, impulsaría “tanto la economía circular y la economía azul creando un nuevo modelo energético basado en las energías renovables para lo que se precisaría acometer un programa de formación específico”.