El diputado del Grupo Parlamentario Socialista por La Palma Manuel Abrante apostó en el último Pleno de la Cámara regional por la ampliación de medidas desde el Gobierno de Canarias para apoyar al sector primario de la isla tras las consecuencias de la erupción volcánica, a través de excepciones tributarias y de una estrategia estructural que atienda a las necesidades “a medida que se detecten vulnerabilidades”.
Abrante destacó las “medidas urgentes” que se han puesto en marcha por parte del Ejecutivo autonómico y del Gobierno de España, como las reducciones en los rendimientos de las actividades agrarias y la no integración en la base imponible de las ayudas públicas recibidas por el sector tras la erupción, pero recordó que los “graves problemas” para retomar la actividad económica con normalidad, hacen necesario seguir implantado más medidas.
En concreto, se refirió a las limitaciones del sector primario para reanudar su actividad por el número de hectáreas sepultadas y las edificaciones destruidas, que se han unido a la imposibilidad de acceder a muchas propiedades agrícolas y ganaderas por la inexistencia de red de infraestructuras que se están empezando a construir, así como la escasez de agua para mantener los cultivos.
“Si hay un sector afectado por encima de otros es el sector primario, y especialmente el platanero, pues gran parte del mismo ha sufrido las coladas, falta de riego, merma de producción y disminución drástica de sus ingresos, principalmente en las zonas afectadas directamente por el volcán”, explicó.
Para Abrante, el impacto de la erupción volcánica y sus consecuencias sobre la actividad económica y laboral de La Palma exige tomar medidas urgentes, “como así se ha hecho”, que contribuyan a dotar de liquidez a trabajadores y empresarios, “amortiguando así las pérdidas que ha ocasionado el volcán y sus efectos sobre la actividad económica y el empleo”.
El diputado por La Palma apuesta por “seguir implementado” medidas según se detecten las vulnerabilidades del sector, y articular también una serie de medidas de futuro para diseñar una estrategia estructural con el objetivo de recuperar la situación previa a la erupción.
