El Cabildo de La Palma, a través de la Consejería de Acción Social que dirige Nieves Hernández, recuerda que el acceso a las plazas residenciales para personas mayores ha cambiado su perfil derivándose en centros que prestan atención a aquellas personas que cuentan con un grado de dependencia II o III, moderada y/o severa, y que no son autónomas para las actividades de la vida diaria por lo que requieren una atención 24 horas; como es el caso de la residencia de La Dehesa.
Nieves Hernandez lamenta que la oposición desconozca los decretos para el acceso a centros residenciales de dependencia y la gestión de dichos servicios y se dediquen a lazar afirmaciones buscando continuamente la confusión y el alarmismo en la sociedad palmera. A lo que añade que seguramente sea fruto de que “ni se hayan molestado en conocer la infraestructura” y les sea más cómodo lanzar notas de prensa.
En ese sentido, la consejera se refiere a que si la hubieran visitado “conocerían que se trata de una infraestructura de los años 80 y que actualmente no es posible atender las necesidades básicas de personas con dependencia en todas las habitaciones”. Por ello ha añadido, este equipo de Gobierno ha encargado los correspondientes proyectos de adaptación y se ha ido trabajando de manera paulatina en distintas acciones en esta infraestructura que “es su hogar”.
Y es que recuerda Nieves Hernández que ya no existen los centros del imserso para personas jubiladas con necesidad de alojamiento y actividades lúdicas, como era el caso de las instalaciones de la antigua Residencia de Pensionistas, ahora Residencia de Mayores de La Dehesa; si no se trata de dar atención a aquellos que más lo pueden necesitar como es el caso de los mayores grados de dependencia.
Hernández recuerda que a raíz de la erupción volcánica el Cabildo acogió a 50 personas en los distintos centros sociosanitarios de la isla dando una respuesta eficaz a las necesidades derivadas de la crisis sísmica y que a día de hoy la gran mayoría continúan en infraestructuras insulares.
Por todo ello, Hernández, vuelve a llamar a la responsabilidad política y a no generar alarmismo en un colectivo muy vulnerable como son los mayores dependientes y sus familias; haciendo hincapié en que desde el Cabildo se hacen cada día todos los esfuerzos posibles por dar la mejor atención.
malostiempos
No es alarmismo, ni creación de confusión; es la realidad, en tanto que no se refuta por ningún lado el hecho de que hay unas 74 plazas pendientes de asignar a mayores dependientes, solo por la falta de contratación de personal, pese a que el cabildo se jacta de tener listas de reserva compartidas para contratación de personal hasta con el ayuntamiento de Cochabamba….
Este es un hecho que se oculta y que viene a enmascarar la nula planificación y previsión de un cabildo gestionado por personas sin capacidad, que ocultan su propia incompetencia echando balones fuera, como es esta información que intentan colar,
Hay que responder por el déficit de plazas; por no haber iniciado las obras del centro asistencial de los Llanos; por la remodelación del antiguo hospital de las Nieves; por el llamado “centro Alzheimer”; y tantas y tantas otras cositas o flecos sueltos; y todo esto viene promovido por una infinidad de puestos de trabajo sin cubrir, o cubiertos por un exceso de interinidades que ya no podrán ser mantenidas en el tiempo (hay que cubrir por Ley antes de diciembre de 2024). Esto no son mentiras; son lo real.
Por otro lado la democracia invita a la crítica, y eso no convierte en malo a nadie. Si no fuera por estas críticas (fundadas) no nos enteraríamos nunca, pues pese a todo, sigue faltando la previsión, la planificación y la transparencia con la que se tienen que hacer,
El escrito de la consejera solo contesta por pasiva, pretendiendo negar que tanto el centro de mayores de la Dehesa, como el hospital de Dolores compartan al mismo tiempo, la misma ineficiencia
y la misma grave problemática, siendo gestionadas por dos áreas y dos responsables distintas, que es donde verdaderamente están las claves del problema, y a lo que el cabildo es incapaz de dar una vuelta de tuerca; por lo que mientras tanto se complace en exculpaciones y acusaciones al otro.
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