El diputado del PP por La Palma, Jacob Qadri, ha preguntado hoy en el parlamento a la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias por las medidas desarrolladas dentro del Plan La Palma Renace para la recuperación turística de la isla. “Unas promesas que -denunció- no se están cumpliendo, y que, desgraciadamente, han provocado que se pierda la temporada de invierno, además de estar repercutiendo negativamente en todos los sectores, y por ello en la economía insular”.
Durante su intervención, el diputado popular pidió al Gobierno de Canarias que cumpla “sin excepciones con los incentivos para la mejora de la conectividad aérea nacional e internacional de La Palma para el año 2022, dotada con una partida de 2,65 millones; que prorrogue los mismos durante el año 2023; que continúe con el bono turístico específico para La Palma; el reembolso a las compañías aéreas del 100% del importe de la tarifa de utilización de infraestructuras en todos los vuelos con origen en el aeropuerto de La Palma y destinos peninsulares e internacionales, al igual que se ha hecho en el 2022; y que inste al Gobierno de España a que haga efectivas todas las ayudas a las unidades alojativas propuestas por el Cabildo de La Palma, en los municipios afectados por la erupción del volcán con el objetivo de que restablecer lo antes posible el número de camas disponibles existentes antes de producirse la erupción volcánica”.
Qadri demandó a la consejera “que de una vez por todas cumpla sus promesas porque como ya le hemos avisado desde el Grupo Popular en numerosas ocasiones está en juego el presente y el futuro de la isla, ya que como bien sabe el sector turístico es clave para la recuperación en la que ya se encuentra inmersa la Isla Bonita”.
Astrazeneca
Por donde pasa el turismo no vuelve a crecer la hierba.
Ahora mismo la isla de La Palma ya da pena, todo lleno de coches, no se puede aparcar fácilmente, los precios de todas las cosas cada vez más altos, cada día mayor inseguridad, gente arrojando papeles en las vías públicas, más contaminación, más ruido, más delincuencia, sueldos cada vez más precarios, trabajadores cada vez más explotados, o sea, un como en cualquier enclave turístico cualquiera.
Lo peor de todo es que todavía hay gente que por recibir alguna que otra migaja del pastel sigue aplaudiendo con las orejas la llegada del turismo. Los únicos que se benefician del turismo son los ricos y los caciques, algunos ni siguiera viven en la isla.
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