El alcalde de Tijarafe achaca el desabastecimiento de agua a la falta de infraestructuras

Alrededor de 300 contadores de agua del municipio de Tijarafe sufren cortes puntuales de suministro desde mediados de julio debido a “años de falta de infraestructuras básicas para uno de las comarcas más secas de la isla”, según ha explicado su alcalde, Marcos Lorenzo (CC).

Desde el Ayuntamiento se ha solicitado a los vecinos “hacer un uso responsable del agua y evitar llenado de piscinas, depósitos o riegos de jardines”, además de anunciar inspecciones de contadores y sanciones para los consumos excesivos.

El alcalde, en conversación con EFE, ha señalado que en la comarca noroeste de la isla “todos los veranos son difíciles” y considera que “el acceso al agua ha sido en el pasado y en la actualidad un tapón para el desarrollo del municipio”.

“En Tijarafe se suele decir que es más fácil que te den un vaso de vino que un vaso de agua”, ha bromeado Lorenzo.

Según el alcalde, los episodios de desabastecimiento se deben a la falta de lluvia en la comarca, sumado a “un cambio climático que es una realidad, episodios de temperaturas récord y el incendio forestal de hace un mes”, por lo que reclama infraestructuras funcionales, como la Balsa de Vicario, “que llevamos más de diez años esperando”.

Lorenzo ha afirmado que los cortes de agua están afectando a la vida de los residentes en el municipio porque “sin agua no hay nada, no tenemos para ducharnos o hacer la comida”, además de añadir que “somos el municipio con más camas vinculadas al turismo rural de Canarias en relación a la población y se está viendo súper comprometido”.

El Consejo Insular de Aguas ha enviado cubas de agua para reabastecer el agua en los depósitos del sur de Tijarafe cuando ha sido necesario, una solución que Lorenzo cree que es “muy ineficiente, porque se está trayendo agua desde Los Llanos de Aridane cuando tenemos un canal por el municipio con agua de sobra”.

Lorenzo apunta a “una mano negra contra Tijarafe”, ya que estima que en el organismo que regula el agua de la isla, el Consejo Insular de Aguas, dependiente del Cabildo de La Palma, “se favorece a algunos municipios en detrimento de otros, y nosotros estamos en la parte baja del reparto”, asevera con visible enfado.

“Además, padecemos los problemas de la propiedad privada del agua en La Palma”, ha comentado el regidor nacionalista, que acusa, sin mencionar a particulares, a “personas que especulan con el agua y que les interesa que en la isla haya poca y sea cara”.