El castillo de Santa Catalina de Santa Cruz de La Palma recibe a casi 8.700 visitantes en el primer mes tras su reapertura

Un total de 8683 personas han visitado el Castillo de Santa Catalina de Santa Cruz de La Palma desde que el pasado 11 de diciembre de 2023 abriese de nuevo sus puertas al público.

En tan solo un mes, este inmueble con la categoría de monumento histórico-artístico de la capital palmera ha recibido de forma gratuita a miles de turistas y visitantes después de que durante varios meses se haya sometido a diferentes actuaciones para mejorar la accesibilidad tanto en el puente de acceso como en el interior del recinto.

Los datos aportados por parte de la Gerencia del centro reflejan que 4917 personas visitaron el Castillo de Santa Catalina y con el inicio de 2024, hasta la fecha de hoy, 3.766.

“Son datos magníficos que reflejan el interés y el atractivo que muestra nuestro patrimonio histórico y arquitectónico en la sociedad. El récord de asistencia se contabiliza este pasado fin de semana, puesto que el sábado 13 de enero, coincidiendo con el atraque del crucero Costa Firenze, 839 turistas se acercaron hasta El Castillete para conocer de cerca este inmueble defensivo de la historia marítima palmera”, explica la concejala de Patrimonio Cultural y Turismo, Saray González.

Este indicador indirecto refleja los beneficios que aporta el turismo de cruceros a Santa Cruz de La Palma. No solo los establecimientos comerciales y la hostelería se benefician del atraque de las decenas de cruceros que realizan sus escalas en la capital palmera. La imagen de la ciudad, su entorno y su peculiar entramado histórico y artístico son un atractivo más y diferenciador frente a otras ciudades costeras canarias, actuando como un “escaparate” para potenciales turistas extranjeros.

De hecho, “el 55% de las personas que visitaron el Castillo de Santa Catalina proceden de Alemania y el 35% de Reino Unido, según el registro facilitado por la Gerencia del monumento, cuya entrada es gratuita”.

El Castillo de Santa Catalina se conserva en buen estado. Declarado monumento histórico-artístico el 22 de junio de 1951, se trata de un ejemplo de fortificación pensada para defender desde la costa los embates y ataques corsarios que sufría la ciudad de forma habitual. Con planta cuadrada y cuatro baluartes en sus ángulos, representa un tipo de construcción usual en la segunda mitad del siglo XVI.