El consejero de Medio Ambiente, Domingo Berriel, visitó hoy viernes el municipio de Fuencaliente para comprobar sobre el terrenos los efectos del temporal de diciembre pasado.
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno canario, Domingo Berriel, ha defendido los trabajos que se hicieron en Fuencaliente después del incendio del pasado verano para prevenir las escorrentías pero advirtió que las intensas lluvias caídas a finales de diciembre desbordaron todas las previsiones y que para eso no había contención posible. "Ni era previsible lo que sucedió de la manera en que lo hizo ni era evitable", afirmó.
"Cuando sucedió el incendio del verano, una vez que fue sofocado, el Cabildo, el Estado y el Gobierno de Canarias trabajamos de forma coordinada. Se hicieron muchos trabajos. El efecto del incendio agravó la erosión producida con estas lluvias tan intensas.Y eso era previsible. Por eso se priorizaron las obras y actuaciones que tenían que ver con la contención de tierras, con la contención de la velocidad del agua, para evitar este tipo de acontecimiento. Y eso funcionó. Hay muchas actuaciones y muy bien realizadas que funcionaron correctamente. Sin embargo, en una segunda lluvia más intensa, desbordó todo lo que era previsible. Hay contenciones que funcionaron bien y otras que cedieron y fueron superadas por los acontecimientos de una lluvia tan intensa que superó en algunos casos 300-350 litros por metro cuadrado en menos de 48 horas, y para eso no hay contención posible".
"Hay pinos -añadió Berriel- que han sido socavados de raíz y eso significa que se tuvo que producir una velocidad del caudal tan intensa que erosionó todo lo que cogió por el camino", insistiendo en que "los trabajos que se hicieron fueron los adecuados y se hicieron a tiempo evitando que los acontecimientos hubieran sido todavía más perjudiciales".
Recuperar el paisaje
Berriel dijo que hay que volver a recuperar el paisaje, canalizar aquellas barranqueras en zonas de una geología muy nueva y consecuentemente con poca estructura y muy suelta, que hace que cuando hay lluvias así la morfología cambie y se produzcan nuevas barranqueras donde antes no había y ahora hay que replantearse todo este tipo de nuevos barrancos.
Recordó que hay carreteras y caminos forestales, como la pista de los Cabritos, muy afectados y que son obras que hay que hacer porque son cuestiones de seguridad y recuperación del medio ambiente. "Hay que reprogramar todas las actuaciones que se están llevando a cabo", añadiendo que lo importante es que no se han producido daños personales y que las autoridades colaborarán para que los vecinos recuperen cuanto ante la normalidad y el medio físico su paisaje y estructura.
Cuantificación de los daños
Con respecto a los daños que ha causado el temporal de lluvias torrenciales y viento, Berriel indicó que son muy superiores a los del incendio. "El incendio puede tener grados de peligros mayores, pero aquí los daños son cuantiosos y va a exigir que nos pongamos de acuerdo todas las administraciones". "Son más de una docena de millones de euros. En medio ambiente es muy complejo de evaluar, pero necesita tiempo".
La presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, explicó que en medio ambiente la forma de actuar es diferente que en otras áreas. "Se hace un plan de trabajo entre las tres administraciones, medidas a corto, medio y largo plazo. Las tres administraciones nos pusimos de acuerdo en qué parte de las actuaciones realiza cada administración. El Cabildo y el Gobierno de Canarias hace las más inmediatas y el Estado las últimas, porque lleva mayores trámites. De hecho, ahora estaba previsto que comenzaran las obras del Estado por el incendio. Ahora se hará lo mismo. La relación ha sido muy buena entre las tres administraciones y esperamos que ahora ocurra lo mismo. Rehacer la pista del Cabrito es muy urgente para que los propios trabajadores puedan actuar en la zona". Entre Cabildo y Gobierno de Canarias se invirtieron 1,2 millones de euros y estuvieron trabajando unas cien personas, personal de Medio Ambiente del Cabildo y de Gesplán estuvieron trabajando durante tres meses en las medidas de prevención.
"Teníamos un plan de actuación a raíz del incendio para estas zonas. Gran parte de este plan se había ejecutado por parte del Cabildo y del Gobierno de Canarias. Tenemos que revisar lo que queda del plan de actuación, porque algunas acciones hay que reconsiderarlas tras las lluvias y plantear un nuevo plan de actuación medioambiental entre el Cabildo, Gobierno de Canarias y Estado. Hay que reconsiderar las actuaciones y qué necesidades vamos a tener en virtud de los daños de las pasadas lluvias".
Aunque parecer que ahora lo prioritario es arreglar las defensas que se han caído, mejorar otras, incluso el agua ha abierto nuevos cauces que habrá que estudiar y acondicionarlos. "Ahora identificaremos lo más urgente, qué es lo que necesitamos de inmediato. Mientras tanto los técnicos van a estudiar las obras que sean más eficientes para si vuelven lluvias estemos en las mejores condiciones posibles".
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