“Un mensaje puede esperar, tu vida no"

El uso por parte de los conductores del teléfono móvil es una de las infracciones más denunciada por los agentes de Tráfico y la principal distracción al volante. La combinación de la conducción con el uso del móvil se uno de los principales riesgos al volante. De ahí que el Cabildo de La Palma, a través del proyecto San Bernardo, insista en concienciar sobre este aspecto clave en seguridad vial. Una mínima distracción puede tener consecuencias graves.

Las distracciones por el móvil se han posicionado entre las primeras causas de accidentes leves y graves. Conductores que apartan la vista apenas un par de segundos para leer una notificación o responder un mensaje se exponen a perder el control del vehículo, invadir el carril contrario o no reaccionar a tiempo ante un peatón. En territorio insular, donde el tráfico combina residentes, turistas y zonas urbanas, este tipo de comportamientos aumenta el riesgo de forma exponencial.

La realidad es que muchos accidentes podrían haberse evitado si el conductor simplemente hubiese pospuesto la interacción con su teléfono. A pesar de las constantes campañas informativas, persiste la falsa sensación de que “solo un segundo” no causará ningún problema. Sin embargo, ese breve instante puede equivaler a recorrer decenas de metros sin prestar atención a la vía, suficiente para generar un impacto irreversible.

Conscientes de esta situación, es fundamental reforzar mensajes como el que propone el proyecto San Bernardo: “Mirar el móvil al volante es jugar con fuego. Guarda el teléfono, enfoca tu atención, salva vidas.” El objetivo es claro: transformar la cultura vial y erradicar la percepción de normalidad que muchos aún asocian al uso del móvil al volante.

La responsabilidad última, sin embargo, recae en cada conductor. Proteger la propia vida y la de los demás empieza con decisiones sencillas: activar el modo “no molestar”, dejar el móvil fuera de alcance o simplemente esperar a detenerse para usarlo. En una isla donde la comunidad y la convivencia son valores esenciales, adoptar estos hábitos no solo previene accidentes, sino que contribuye a un entorno más seguro para todos. Porque, en definitiva, “un mensaje puede esperar, tu vida no.”