La reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General del año 1985 fue aprobada el miércoles por el Pleno del Senado por una abrumadora mayoría, contando con el apoyo de prácticamente todos los grupos y con sólo cinco votos en contra y dos abstenciones.
En el debate correspondiente y tras la interposición de un veto interpuesto por los dos miembros del Grupo Mixto pertenecientes a Coalición Canaria, que pretendía que no se vinculara el voto a la condición de vecino en las elecciones locales, intervino el senador por La Palma, Anselmo Pestana, quien explicó la necesidad de la aprobación de la Ley, que contó ya en el Congreso de los Diputados de una mayoría de 340 votos frente a tan sólo 8 en contra. La propuesta, añadió el senador palmero, surge del informe del Consejo de Estado sobre la necesidad de la reforma electoral, y a iniciativa del PSOE, PP, CiU y PNV, a la que se han añadido apoyos de otros grupos.
"La base de ese consenso tan amplio -dijo el senador- es importante en una ley que marca las reglas del juego en los procesos electorales y es una buena señal de que puede y debe haber acuerdos en estos temas".
El senador socialista añadió además que la regulación que condiciona la posibilidad de votar en las elecciones municipales, insulares y forales a tener la condición de vecino en el municipio correspondiente es coherente con el otorgamiento a los españoles en el exterior del voto en las elecciones municipales de los países con los que se han ido firmando los correspondiente convenios, a la par que España reconoce a sus nacionales el voto en dichas elecciones en nuestro país.
En ese sentido, señaló como adecuado que sea un requisito también en las elecciones a los Cabildos Insulares, dado que son también corporaciones locales y deben tener los mismos electores. En su intervención recordó a los hermanos Pedro y Alonso Pérez Díaz, y su vinculación con la creación de los Cabildos -el primero- y con la posibilidad de que hubiera elecciones insulares con ocasión de la elaboración de la Constitución de la Segunda República.
Las razones de transparencia y evitación del fraude en las elecciones implicará también que "en las elecciones autonómicas, generales y europeas, el voto en el exterior se podrá realizar en urnas (durante 3 días), y, en todo caso, requerirá solicitar el ejercicio del derecho al voto (el denominado voto rogado), lo que impedirá en gran medida los niveles de fraude que, por ejemplo, hemos conocido en nuestra tierra y que tanta desafección ha creado en los ciudadanos por la injusticia de que tales artimañas incidan en los resultados electorales".
Para Pestana la aprobación de esta Ley "es una noticia que debe alegrar a todos los demócratas", y lamentó que el vínculo de vecindad y el voto rogado fueran los argumentos esgrimidos por CC para oponerse a la iniciativa legislativa.
