La candidata del Partido Popular al Parlamento de Canarias, María de Haro, afirma que es la propia sociedad de la isla, "sus emprendedores, creativos y trabajadores los que tienen en sus manos sacar a La Palma de su estado de postración actual".
Pero para salir adelante, para conseguir un desarrollo significativo, prosigue, "necesita que las administraciones públicas palmeras y los gobiernos autonómico y estatal le den un respiro". La líder popular está convencida de que lo que los empresarios palmeros requieren es que se crea en ellos, que se les dé facilidades para implantarse y para desarrollarse, que se fomente su actividad sin intervenirla, que existan menos trámites administrativos para comenzar un negocio o para reorientarlo y que no los opriman con impuestos y tasas de todo tipo, tanto del Estado y de la Comunidad Autónoma como de los ayuntamientos.
De Haro asegura que el Partido Popular, cuyo candidato a presidente del Gobierno es José Manuel Soria, tiene las recetas para poner a Canarias en el vagón principal de las autonomías españolas, de donde no hemos salido en casi treinta años de autogobierno, y para poner a La Palma en lugar de vanguardia, y no de retaguardia, donde se ha aposentado desde tiempo inmemorial.
Sostiene que La Palma es la campeona regional del desempleo y de la pobreza, y lo peor de todos, confirma, es que lo es tanto en tiempos de bonanza como en tiempos de crisis. Por eso, "el Partido Popular apuesta por una estructura administrativa racional y sostenible, por una administración más barata, austera y eficiente en el gasto, y con tres claras prioridades: Sanidad, Educación y Dependencia, que constituyen la triada que garantiza la igualdad de oportunidades, en especial, en Canarias donde un palmero ha de tener las mismas posibilidades que un tinerfeño o un grancanario".
La candidata popular defiende una gestión política y administrativa transparente y por objetivos, con menor burocracia, en la que predominen los trámites simples y accesibles, que ninguna administración ejerza más competencias de las que puede asumir, algunas de ellas mancomunadas o consorciadas, y donde las políticas públicas se evalúen sistemáticamente.
"Ya no solo, concluye, porque no podemos soportar unas administraciones sobredimensionadas e ineficientes, sino porque gran parte de ese ahorro revertirá en la sociedad civil, en forma de inversión y consumo, que es lo que crea empleo y bienestar. Si esto se logra", María de Haro está convencida de que, como antaño, el empuje de la sociedad palmera será capaz de volver a situar a la isla a la cabeza de Canarias y el de la sociedad canaria en general, de colocar a las islas en el nivel de las comunidades autónomas más avanzadas.
